Obama presiona a republicanos por reforma inmigratoria

  • Agencias

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Foto de archivo

La ofensiva de Obama se produce en momentos en que los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes efectuaban reuniones para tratar de elaborar una respuesta
El presidente Barack Obama se lanzó el miércoles en el debate sobre la reforma inmigratoria en Estados Unidos, dando a conocer un informe que pregona los beneficios económicos de realizar cambios estructurales en la materia y sosteniendo reuniones con legisladores de origen hispano.

La ofensiva de Obama se produce en momentos en que los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes efectuaban reuniones para tratar de elaborar una respuesta.

La publicación del reporte de la Casa Blanca forma parte de un cambio en la estrategia de Obama sobre la reforma inmigratoria. El mandatario planea jugar un papel más visible en el debate tras marginarse de las conversaciones en el Senado durante mayo y junio.

El informe, de 32 páginas, expone argumentos económicos -que citan a referentes republicanos- que apuntan a que la aprobación de la reforma hará crecer la economía en un 3,3 por ciento para el 2023 y reducirá el déficit en casi 850.000 millones de dólares en 20 años.

Obama también tenía previsto reunirse con el Caucus Hispano del Congreso, buscando presionar a los republicanos indecisos en la Cámara de Representantes para legislar una reforma inmigratoria integral durante este año.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, invitó a sus 233 correligionarios republicanos a una reunión de dos horas el miércoles para discutir el proyecto de ley bipartidista del Senado, que daría estatus legal a unos 11 millones de residentes indocumentados y, finalmente, les permitiría optar a la ciudadanía estadounidense.

Boehner sabe que tendrá complicaciones para convencer a los conservadores que creen que el enfoque del Senado es una suerte de amnistía para las personas que violaron la ley después de entrar ilegalmente a Estados Unidos o cuyos visados se encuentran caducados.

Previo a la cita republicana, Boehner dijo el martes a periodistas que buscará un "enfoque paulatino" en materia de inmigración y que el primer gran paso es tener un plan "concienzudo de seguridad fronteriza".

El proyecto de ley aprobado por el Senado contenía duras medidas de seguridad y significaba un gasto de 46.000 millones dólares en 10 años debido a la destinación de 20.000 nuevos agentes en la frontera de Estados Unidos con México y la compra de equipos de vigilancia de alta tecnología.

Sin embargo, sólo 14 de los 46 republicanos en el Senado votaron a favor del proyecto de ley.

Las elecciones presidenciales de noviembre pasado, en las que Obama capturó más del 70 por ciento del creciente voto hispano, fueron un llamado de atención para los líderes republicanos respecto a que su partido debe hacer más para atraer a las minorías.

El ex presidente George W. Bush, quien no logró aprobar un proyecto de ley integral de inmigración cuando estaba en el poder, dijo el miércoles que esperaba que se lograra una "resolución positiva" al debate sobre inmigración en el Congreso.

"Tenemos un problema. Las leyes que rigen el sistema de inmigración no funcionan (...) el sistema está fracturado", dijo Bush en una ceremonia realizada en Dallas.