Cómo Cuba trata el virus del papiloma humano

  • Darsi Ferret/ Especial para martinoticias.com

Foto sin fechar, facilitada por el Instituto Alemán de Investigaciones sobre el Cáncer (DKFZ), que muestra una imágen del microscopio del virus del papiloma humano.

Por segunda ocasión en las últimas semanas las revelaciones de un artista famoso hacen replicar las alarmas en relación con una enfermedad. Primero fue la actriz multipremiada y muy hermosa, Angelina Jolie, quien reconoció a los medios de información que se sometió a una doble mastectomía preventiva, para disminuir las probabilidades de padecer cáncer de mama hereditario. Ahora la explosión de comentarios la desató Michael Douglas, luego de declarar que el cáncer de garganta que sufrió fue producto del contagio con el virus del papiloma humano, a raíz de la práctica de sexo oral.

Esta afirmación de Douglas acerca de su problema de salud ha despertado reacciones de todo tipo, desde preocupación en muchas personas, hasta incredulidad y oponentes. Lo significativo es que ha puesto en el candelero un tema médico que merece atención y ser asumido con responsabilidad por lo frecuente de su incidencia en la población.

En su caso particular, al actor le diagnosticaron el cáncer en el 2010, después de un período presentando síntomas de malestar en la garganta. Y contaba también con el antecendente de haber sido fumador y bebedor de larga data. Fue sometido a tratamiento intensivo con radiación y quimioterapia, y tiene seguimiento por el especialista cada seis meses para chequear la evolución de su proceso curativo.

El virus del papiloma humano se adquiere a través del contacto de piel a piel. Es una enfermedad de transmisión sexual y afecta a más de la mitad de la población sexualmente activa, tanto hombres como mujeres. En muchos pacientes su presencia cursa de modo asintomático, y en el 90% de los casos desaparece sin necesidad de tratamiento médico.

Los casos que se acompañan de sintomatología pueden presentar verrugas en la piel, generalmente en las áreas genitales o peribucales, aunque igualmente se pueden desarrollar en otras regiones del cuerpo, y también en ocasiones provocan condilomas. Así mismo, el virus en determinados pacientes tiene un efecto cancerígeno, causando neoplasias principalmente a nivel cervicouterino y de vagina en las mujeres, de pene en los hombres, además de cáncer anal u oral en ambos sexos.

En Cuba la incidencia del virus del papiloma es más elevada de lo que se piensa. En las consultas de especialistas de dermatología y gineco-obstetricia con frecuencia acuden personas, principalmente jóvenes, en busca de tratamiento para esta enfermedad. Debido a la carencia de medicinas de última generación y a la posibilidad de contar con tecnologías modernas para el diagnóstico, generalmente los médicos cubanos se valen del interrogatorio y el examen físico para llegar al diagnóstico, y en el tratamiento se utilizan las cremas tópicas antivirales, como el Virumex, en ocasiones medicamentos antivirales y en determinados casos se indica de conjunto a lo anterior, dosis de la vacuna contra la polio, que le achacan efectos positivos en la curación de esta patología.

Pero regresando al asunto traído a colación por Michael Douglas, que vincula cáncer de garganta con practica del sexo oral está demostrado que sí puede haber una relación directa en esta secuencia de los hechos, pero otros factores, como el alcoholismo y el tabaquismo, tienen una participación más directa en la aparición de este tipo de cáncer. Se han descubierto otros factores de riesgo vinculados con el proceso cancerígeno de garganta, como son son el déficit de vitaminas A y C en la dieta, la falta de higiene bucal o la exposición prolongada a la radiación solar.

El desarrollo de la medicina ha conllevado a que hoy existan más herramientas para prevenir este tipo de enfermedad, y se conocen muchos de los factores de riesgo que modificándolos ayudan igualmente a evitar el contagio. Entre otros, se conmina a la población sexualmente activa a la monogamia, pues la poligamia incrementa las probabilidades de contraer la infección. El uso del preservativo es otro de los factores que ayudan a disminuir la incidencia de contagio. Así como la administración de la vacuna profiláctica en los lugares donde esté al alcance de la pobalción.

De una u otra manera, lo más importante es tener conciencia de esta enfermedad. Hacer lo posible por informarse de sus características, cuadro clínico, consecuencias, modo de contagio, prevención y tratamiento. Y, sobre todo, visitar al facultativo en busca de ayuda cuando sea necesario. La responsabilidad individual es la mejor medicina para mantener una salud adecuada.