La alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, le dio la bienvenida junto a una treintena de dirigentes políticos de la coalición de centroizquierda.
La ex presidenta chilena, Michelle Bachelet regresó a Chile el miércoles, luego de permanecer por dos años y medio en Nueva York al frente de ONU-Mujer, y se espera que las próximas jornadas su candidatura presidencial por la oposición. Una manera visible aún de que la centroizquierda regrese al poder que perdió en 2010 a manos de la centroderecha.
Bachelet, médico pediatra de 62 años dijo que se siente “muy comprometida con mi país y por eso he decidido volver”, en lo que fueron sus primeras palabras al llegar. Además dijo que cree que “hay muchas cosas por hacer para que nuestro país sea un mejor país para todos y todas y yo quiero poder contribuir en eso”, y agregó que su regreso se debe también al “tremendo cariño que he sentido permanentemente y (al) apoyo de todos ustedes”.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, le dio la bienvenida junto a una treintena de dirigentes políticos de la coalición de centroizquierda y un centenar de manifestantes. Su entorno más cercano no ha confirmado la manera en que anunciará su postulación, pero se supone lo haga en la tarde del miércoles o el jueves.
Sociólogos y politólogos al tanto de la situación chilena no se explican a qué se debe la popularidad de Bachelet, pues en el tiempo en que se desempeñó como secretaria ejecutiva de ONU-Mujer solo hizo referencias frías a la situación nacional. Los movimientos sociales han cobrado fuerza en el país austral, con un fuerte protagonismo de los estudiantes colegiales y universitarios debido a las reformas introducidas durante el mandato del presidente Sabastián Piñera.
El germen de las protestas nació en Mayo de 2006, con el inicio del mandato de Bachelet y los estudiantes exigían calidad y gratuidad en la educación secundaria. Las manifestaciones concluyeron meses después que la ex mandataria incorporara a los inconformes a una comisión que no tuvo resultados concretos.
Los grupos mapuches, mayor etnia chilena, también incrementó sus protestas para exigir la devolución de las tierras de sus ancestros.
La ex mandataria está rodeada de un círculo reducido de asesores que actúan bajo un hermetismo total, incluso con los líderes políticos de los cuatro partidos que hace siete años la llevaron al poder.
Bachelet, médico pediatra de 62 años dijo que se siente “muy comprometida con mi país y por eso he decidido volver”, en lo que fueron sus primeras palabras al llegar. Además dijo que cree que “hay muchas cosas por hacer para que nuestro país sea un mejor país para todos y todas y yo quiero poder contribuir en eso”, y agregó que su regreso se debe también al “tremendo cariño que he sentido permanentemente y (al) apoyo de todos ustedes”.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, le dio la bienvenida junto a una treintena de dirigentes políticos de la coalición de centroizquierda y un centenar de manifestantes. Su entorno más cercano no ha confirmado la manera en que anunciará su postulación, pero se supone lo haga en la tarde del miércoles o el jueves.
Sociólogos y politólogos al tanto de la situación chilena no se explican a qué se debe la popularidad de Bachelet, pues en el tiempo en que se desempeñó como secretaria ejecutiva de ONU-Mujer solo hizo referencias frías a la situación nacional. Los movimientos sociales han cobrado fuerza en el país austral, con un fuerte protagonismo de los estudiantes colegiales y universitarios debido a las reformas introducidas durante el mandato del presidente Sabastián Piñera.
El germen de las protestas nació en Mayo de 2006, con el inicio del mandato de Bachelet y los estudiantes exigían calidad y gratuidad en la educación secundaria. Las manifestaciones concluyeron meses después que la ex mandataria incorporara a los inconformes a una comisión que no tuvo resultados concretos.
Los grupos mapuches, mayor etnia chilena, también incrementó sus protestas para exigir la devolución de las tierras de sus ancestros.
La ex mandataria está rodeada de un círculo reducido de asesores que actúan bajo un hermetismo total, incluso con los líderes políticos de los cuatro partidos que hace siete años la llevaron al poder.