Un eslabón importante en la nueva escalada de amenazas comunistas coreanas es el ataque cibernético contra servidores de emisoras y bancos locales surcoreanos.
Corea del Norte aseguró hoy que ante cualquier provocación atacaría a Estados Unidos. La amenaza ocurre un día después que el dirigente Kim Jong-un supervisara un simulacro ofensivo contra Corea del Sur.
El ejército norcoreano también realizó un simulacro de ataque aéreo el jueves después de acusar a Estados Unidos de preparar un ataque militar con bombarderos que han sobrevolado la península coreana como parte de los ejercicios entre las fuerzas surcoreanas y estadounidenses.
La retórica norcoreana se ha intensificado luego de los ejercicios conjuntos entre la alianza surcoreana y de América del Norte, y que los norteños califican de “hostiles”. La cadena de sucesos provocativos tomó su nueva arrancada con la imposición de sanciones por parte de la ONU que siguieron a la prueba nuclear norcoreana del 12 de febrero pasado.
“Aconsejamos a Estados Unidos no olvidar que nuestras herramientas de precisión de objetivos tienen dentro de su rango a la base de la Fuerza Aérea Anderson en Guam, donde el B-52 despega, así como el territorio japonés donde los submarinos nucleares son desplegados y las bases navales de Okinawa”, afirmó el vocero del mando militar superior de Corea del Norte, según la agencia noticiosa KCNA.
Un eslabón importante en la nueva escalada de amenazas comunistas coreanas es el ataque cibernético contra servidores de emisoras y bancos locales del pasado miércoles. Seúl afirma que los ataques a las redes informáticas partieron de una dirección IP en China, lo que ha levantado la sospecha de que proceden de una instrucción directa de Corea del Norte.
Los dirigentes norcoreanos consideran que la presencia de los bombarderos nucleares estadounidenses en el Sur son “una amenaza y una coacción que pretenden reproducir un simulacro de ataque nuclear” sobre el territoriode Corea del Norte. Estas amenazas responden igualmente a los ejercicios militares de Seúl y Washington y las anunciadas sanciones de Naciones Unidas.
Con unos 28.500 efectivos sobre las armas, EEUU se compromete a defender la estabilidad regional y a Corea de Sur específicamente ante un hipotético ataque del militarizado Pyongyang.
El ejército norcoreano también realizó un simulacro de ataque aéreo el jueves después de acusar a Estados Unidos de preparar un ataque militar con bombarderos que han sobrevolado la península coreana como parte de los ejercicios entre las fuerzas surcoreanas y estadounidenses.
La retórica norcoreana se ha intensificado luego de los ejercicios conjuntos entre la alianza surcoreana y de América del Norte, y que los norteños califican de “hostiles”. La cadena de sucesos provocativos tomó su nueva arrancada con la imposición de sanciones por parte de la ONU que siguieron a la prueba nuclear norcoreana del 12 de febrero pasado.
“Aconsejamos a Estados Unidos no olvidar que nuestras herramientas de precisión de objetivos tienen dentro de su rango a la base de la Fuerza Aérea Anderson en Guam, donde el B-52 despega, así como el territorio japonés donde los submarinos nucleares son desplegados y las bases navales de Okinawa”, afirmó el vocero del mando militar superior de Corea del Norte, según la agencia noticiosa KCNA.
Un eslabón importante en la nueva escalada de amenazas comunistas coreanas es el ataque cibernético contra servidores de emisoras y bancos locales del pasado miércoles. Seúl afirma que los ataques a las redes informáticas partieron de una dirección IP en China, lo que ha levantado la sospecha de que proceden de una instrucción directa de Corea del Norte.
Los dirigentes norcoreanos consideran que la presencia de los bombarderos nucleares estadounidenses en el Sur son “una amenaza y una coacción que pretenden reproducir un simulacro de ataque nuclear” sobre el territoriode Corea del Norte. Estas amenazas responden igualmente a los ejercicios militares de Seúl y Washington y las anunciadas sanciones de Naciones Unidas.
Con unos 28.500 efectivos sobre las armas, EEUU se compromete a defender la estabilidad regional y a Corea de Sur específicamente ante un hipotético ataque del militarizado Pyongyang.