El voleibolista cubano que juega en Italia, Robertlandy Simón, declaró que le gustaría volver a jugar por la selección de su país, aunque lo ve difícil.
El voleibolista cubano Robertlandy Simón, declaró este martes a la Gazzetta dello Sport, .que juega en Italia, , declaró que le gustaría volver a jugar por la selección de su país, aunque lo ve difícil.
"Si me llamaran para volver a jugar por Cuba, sería muy feliz, pero una cosa de este tipo, no ha sucedido jamás", declaró en una entrevista que publicó el martes la Gazzetta dello Sport.
De todos modos, expresó una cauta esperanza al recordar que "las nuevas normas de la reforma de emigración sugieren que algo podría cambiar". Aunque precisó que "no sé si sucederá porque en el deporte cambian más lentamente que en otros ámbitos, pero sería hermoso".
Cree que con él y otros jugadores que están afuera, "no tendríamos rivales, podría entrenarnos el primero que pasa por la calle".
De 25 años y dos metros y seis centímetros de altura, capitán de la selección cubana que fue vice campeón del Mundial italiano del 2010, la Gazzetta dello Sport lo califica como "el mejor central del mundo" del voleibol.
Simón salió legalmente de Cuba, pero sin el permiso para poder jugar fuera de su país, por lo cual debió esperar dos años para volver a jugar en el equipo de Piacenza, ciudad del norte de Italia.
"Si me llamaran para volver a jugar por Cuba, sería muy feliz, pero una cosa de este tipo, no ha sucedido jamás", declaró en una entrevista que publicó el martes la Gazzetta dello Sport.
De todos modos, expresó una cauta esperanza al recordar que "las nuevas normas de la reforma de emigración sugieren que algo podría cambiar". Aunque precisó que "no sé si sucederá porque en el deporte cambian más lentamente que en otros ámbitos, pero sería hermoso".
Cree que con él y otros jugadores que están afuera, "no tendríamos rivales, podría entrenarnos el primero que pasa por la calle".
De 25 años y dos metros y seis centímetros de altura, capitán de la selección cubana que fue vice campeón del Mundial italiano del 2010, la Gazzetta dello Sport lo califica como "el mejor central del mundo" del voleibol.
Simón salió legalmente de Cuba, pero sin el permiso para poder jugar fuera de su país, por lo cual debió esperar dos años para volver a jugar en el equipo de Piacenza, ciudad del norte de Italia.