Buenas noticias para América Latina

El estudio TENDENCIAS GLOBALES 2030 avisora para el continente crecimiento y cambios positivos, con una clara reducción de la pobreza y un aumento de las clases medias.
Como en el resto del mundo, Latinoamérica experimentó en los últimos años una etapa de crecimiento y cambios positivos, con una clara reducción de la pobreza y un aumento de las clases medias. Esta corriente probablemente seguirá y la región aumentará los ingresos individuales en un 50%, estima el estudio TENDENCIAS GLOBALES 2030, patrocinado por el gobierno de Estados Unidos.

Este estudio, que se realiza cada cuatro años para analizar el desarrollo internacional y las perspectivas de futuro, se hace con amplia colaboración entre diferentes sectores académicos y gubernamentales dentro y fuera del país.

Aunque no trata de predecir el futuro, pues reconoce que las variables son muchas y pueden influir de manera imprevisible en los acontecimientos, proyecta el desarrollo más probable a la vista de los datos que se conocen y las tendencias que se apuntan ya hoy.

En el caso de Latinoamérica, el estudio considera que su desarrollo seguirá siendo positivo, aunque su crecimiento económico probablemente será menor que el actual del 4%, para quedarse en el 3.5%. Aún así, en los próximos 12 años, proyecta que el Producto Social Bruto de la región aumente en un 50% y se sitúe, con 9 billones de dólares anuales, a la mitad del norteamericano.

También prevé que el crecimiento de las clases medias continúe, con la consecuencia de una mayor urbanización, lo cual a su vez mejorará las condiciones de vida pero también puede crear problemas de escasez alimenticia, de agua o incluso de seguridad pública.

Un gran interrogante es si la región conseguirá reducir las enormes diferencias sociales y económicas, tanto dentro de cada sociedad como entre los varios países y si podrá evitar que continúe la delincuencia derivada del narcotráfico y las bandas criminales.

En este ámbito, las zonas más amenazadas son el Caribe y Centroamérica, utilizadas recientemente por los cárteles mexicanos para enviar drogas a diferentes mercados.

Un problema de Latinoamérica es que tiene un control limitado de su futuro, pues su desarrollo depende en buena parte de la situación internacional, debido a que gran parte de su economía se basa en la exportación de su riqueza en materias primas. En este aspecto, la región se beneficiaría del crecimiento global y saldría perjudicada de un estancamiento generalizado, pero incluso en la situación positiva de que siga aumentando la demanda de sus materias primas, existe el riesgo de una dependencia excesiva de los mercados externos. Si bien la exportación de los recursos naturales significa una entrada de divisas, tiene también el inconveniente de que frena el desarrollo de base industrial que permitiría mayor independencia y automonía económica.

Para los diferentes países del continente, será importante aprovechar las posibilidades para desarrollar sus mercados y su industria gracias a inversiones adecuadas. Con ello podrían tal vez compensar el riesgo de que importaciones de bajo precio, como son hoy en día las chinas, compitan con los artículos producidos en la región y perjudiquen las industrias de manufactura, necesarias para crear empleo.

El Caribe y Centroamérica se enfrentan también al mayor riesgo en este terreno, pues hoy en día tienen una dependencia excesiva de los mercados norteamericanos y no han atraído capitales para estimular su capacidad de competir.

Pero hay desafíos también en otros lugares y por otros motivos. El medio ambiente, por ejemplo, es muy importante en Brasil y Argentina pues la cuenca del Amazonas tiene una influencia desproporcionada sobre el clima del planeta, pues de allí proviene entre 15 y el 20% del agua dulce vertida a los océanos. Es una zona amenazada por la pérdida de sus bosques y, si la tendencia actual se mantiene, podría provocar una sequía desastrosa para la agricultura brasileña y argentina.

Es una amenaza muy real porque los expertos consideran que el límite para desencadenar esta sequía está en perder el 20% de la selva amazónica que, hoy en día, ha perdido ya el 18%.

Si consigue controlar este proceso, Brasil goza de una serie de ventajas, gracias a su riqueza en materias primas y sus grandes extensiones, que le permite aislarse de las crisis internacionales. Por otra parte, su peso demográfico y su desarrollo económico hacen prever que el Brasil tendrá un rol dominante en el futuro de Latinoamérica.