La Nación evoca respaldo de Cuba en acciones terroristas de Argentina

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Líderes sindicales se contaron entre las víctimas del terrorismo marxista en Argentina. La foto corresponde al atentado a José Ignacio Rucci.

Aunque el oficialismo los presenta como víctimas, estos individuos fueron "instrumentos despiadados del delirio que por décadas emanó de la Cuba castrista", señala el editorial
El diario argentino La Nación recuerda en un editorial, a propósito de las declaraciones de un senador oficialista, la barbarie perpetrada en ese país por grupos terroristas fomentados desde Cuba.

El diario expresa su opinión después que el senador y ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández tratara de denostar a Hugo Moyano, secretario general de la Confederación General de Trabajadores, CGT, llamándolo "Augusto Timoteo Moyano".

La referencia intenta comparar al líder sindicalista, uno de los que encabezó el paro del pasado 20 de noviembre, con Augusto Timoteo Vandor, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y quien fuera asesinado en junio de 1969 por el grupo terrorista Montoneros, apoyado por La Habana.

El paralelo obedece a que la CGT está ahora enfrentada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como Vandor llegó a independizarse del presidente Juan Domingo Perón y pagó con su vida, en el primero de una cadena de asesinatos que continuó con los de José Alonso, jefe del Gremio del Vestido, y el ex presidente Pedro E. Aramburu.

Comenta La Nación que tal vez lo más importante entre tanta palabrería, es que haya recobrado actualidad uno de los capítulos esenciales en la historia de las bandas que comenzaron por matar a Vandor. Su asesinato se lo adjudicó primero un inexistente Ejército Nacional Revolucionario, hasta que dos años después fue asumido por los Montoneros.

Al final, agrega el editorial, los grupos terroristas no se salvaron del baño de sangre que iniciaron, “pues por recomendaciones del propio Perón, que legalizaría la presidenta María Isabel Martínez de Perón al disponer su ‘aniquilamiento’, las Fuerzas Armadas respondieron con métodos que merecieron reprobación universal.

Concluye diciendo el diario bonaerense que "la controversia viene a agregarse al cúmulo de reconstrucciones históricas en crecimiento, por las cuales queda al desnudo la barbarie con la que actuaron los terroristas a quienes la corriente oficialista lleva años presentando como víctimas, y no como lo que en realidad fueron: instrumentos despiadados del delirio que por décadas emanó de la Cuba castrista y de otros centros del marxismo-leninismo".

La conexión con Cuba de grupos terroristas argentinos como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo ha sido ampliamente documentada en su libro de testimonio “El Furor y el Delirio”, por Jorge Masetti, ex agente del Departamento América del Comité Central comunista de la isla, y guerrillero del ERP.

Masetti reconoce que de haber obtenido estas bandas la victoria “teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia con Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada”, y agrega: “ Una de nuestras consignas era hacer de la cordillera de Los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero hubiéramos fusilado a los militares, después a los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo”.