Se vende o se permuta

Vista de un cartel que anuncia la venta de una vivienda .

De acuerdo con la ley, los cubanos que viven en la isla y los extranjeros que cuentan con residencia permanente son los únicos autorizados para comprar y vender y sólo es legítimo tener una propiedad de residencia y otra en zonas de descanso o veraneo.

En un país donde no existen agencias inmobiliarias, los "corredores" de compraventa operan sin marco legal y la mayoría de los propietarios no tiene una idea clara del valor real de su inmueble.

Las ofertas suelen correr "boca a boca" y comienzan a proliferar los carteles de "se vende". Pero basta con entrar a internet para saber cómo se está moviendo el negocio en la urbe.

En la isla se venden "casas de lujo" en barrios elegantes como Miramar y El Vedado, hasta modestas viviendas de la periferia con precios que pueden ir de 5.000 a más de 100.000 pesos cubanos convertibles (CUC, equivalente al dólar).

En el Paseo del Prado de La Habana, donde desde hace años existe una especie de "foro" espontáneo para el negocio inmobiliario, y al que siguen acudiendo personas interesadas en permutar, vender o comprar casas.

Antes de la legalización de la compraventa los "corredores" cobraban una comisión fija del 10 por ciento por su trabajo, pero esa cifra ha descendido al cinco por ciento o incluso menos en algunos casos porque ya su gestión no es tan demandada.

Vista de un cartel que anuncia la venta de una vivienda .