El encarcelado expresidente Alberto Fujimori será juzgado nuevamente en Perú por un caso de soborno de diarios con fondos públicos durante su gobierno, luego de que la Corte Suprema de Justicia de Chile aprobó la ampliación de su expediente de extradición, confirmó a EFE el martes un procurador.
El Tribunal Supremo chileno concluyó que hay evidencias del delito de peculado que habría cometido Fujimori al ordenar a los institutos castrenses desviar fondos, por unos 46,9 millones de dólares, al Servicio de Inteligencia Nacional, dirigido por su entonces hombre de confianza Vladimiro Montesinos. El objetivo era financiar a un grupo de tabloides de tinte amarillista, denominados "diarios chicha", que apoyaron su segunda reelección entre los años 1998 y 2000.
Fujimori, de 74 años, cumple una condena de 25 años de cárcel en Perú por violaciones a los derechos humanos, y otras cuatro condenas menores por delitos de corrupción. El ex mandatario fue extraditado de Chile en 2007, previa aprobación de la justicia chilena de los cargos que se le imputaban en Perú.
La pena máxima para el delito de peculado es de 8 años, pero aún si Fujimori fuera condenado, ello no significará ningún aumento de su tiempo en prisión, ya que en Perú las penas no se acumulan sino que prevalece la mayor.
Una eventual condena tampoco afectaría la decisión del gobierno sobre el pedido de indulto para el ex presidente por razones humanitarias, aclaró el procurador público Julio Arbizú. Fujimori padece cáncer en la lengua.
Fujimori llegó al poder en 1990 y fue reelegido en 1995. Con ayuda del Congreso de mayoría oficialista aprobó una ley que consideraba como su primer mandato el de 1995 y no el de 1990, a fin de allanarse el camino hacia un tercer mandato presidencial.
A finales de los 90, Fujimori tenía controladas a todas las instituciones del estado, contaba con el apoyo de los institutos armados y con la mayoría de medios de comunicación, a los que compraba mediante sobornos, lo que le sirvió para conseguir su segunda relección en 2000. No obstante, un escándalo de corrupción que comprometió a Montesinos lo obligó a abandonar el país en noviembre de ese año y renunciar a la presidencia desde Tokio vía fax.
La noticia sobre el nuevo juicio a Fujimori llega en momentos en que el ex mandatario y su familia están luchando para convencer al gobierno de otorgarle un indulto por razones humanitarias, alegando que padece cáncer en la lengua y que la reclusión no contribuye a una mejoría de su salud.
El procurador Arbizú aclaró que el nuevo juicio no tendrá ninguna incidencia en la decisión que pudiera tomar el gobierno respecto de otorgarle el indulto.
En los últimos días, el ex gobernante ha sido objeto de polémica, primero al difundirse fotografías de los ambientes que ocupa en su lugar de reclusión y que mostraban, según sus detractores, que vive en una "cárcel dorada". Las fotografías filtradas a la prensa mostraron que Fujimori cuenta, entre otras cosas, con un moderno televisor de pantalla plana, y un inodoro con controles para calefacción.
El Tribunal Supremo chileno concluyó que hay evidencias del delito de peculado que habría cometido Fujimori al ordenar a los institutos castrenses desviar fondos, por unos 46,9 millones de dólares, al Servicio de Inteligencia Nacional, dirigido por su entonces hombre de confianza Vladimiro Montesinos. El objetivo era financiar a un grupo de tabloides de tinte amarillista, denominados "diarios chicha", que apoyaron su segunda reelección entre los años 1998 y 2000.
Fujimori, de 74 años, cumple una condena de 25 años de cárcel en Perú por violaciones a los derechos humanos, y otras cuatro condenas menores por delitos de corrupción. El ex mandatario fue extraditado de Chile en 2007, previa aprobación de la justicia chilena de los cargos que se le imputaban en Perú.
La pena máxima para el delito de peculado es de 8 años, pero aún si Fujimori fuera condenado, ello no significará ningún aumento de su tiempo en prisión, ya que en Perú las penas no se acumulan sino que prevalece la mayor.
Una eventual condena tampoco afectaría la decisión del gobierno sobre el pedido de indulto para el ex presidente por razones humanitarias, aclaró el procurador público Julio Arbizú. Fujimori padece cáncer en la lengua.
Fujimori llegó al poder en 1990 y fue reelegido en 1995. Con ayuda del Congreso de mayoría oficialista aprobó una ley que consideraba como su primer mandato el de 1995 y no el de 1990, a fin de allanarse el camino hacia un tercer mandato presidencial.
A finales de los 90, Fujimori tenía controladas a todas las instituciones del estado, contaba con el apoyo de los institutos armados y con la mayoría de medios de comunicación, a los que compraba mediante sobornos, lo que le sirvió para conseguir su segunda relección en 2000. No obstante, un escándalo de corrupción que comprometió a Montesinos lo obligó a abandonar el país en noviembre de ese año y renunciar a la presidencia desde Tokio vía fax.
La noticia sobre el nuevo juicio a Fujimori llega en momentos en que el ex mandatario y su familia están luchando para convencer al gobierno de otorgarle un indulto por razones humanitarias, alegando que padece cáncer en la lengua y que la reclusión no contribuye a una mejoría de su salud.
El procurador Arbizú aclaró que el nuevo juicio no tendrá ninguna incidencia en la decisión que pudiera tomar el gobierno respecto de otorgarle el indulto.
En los últimos días, el ex gobernante ha sido objeto de polémica, primero al difundirse fotografías de los ambientes que ocupa en su lugar de reclusión y que mostraban, según sus detractores, que vive en una "cárcel dorada". Las fotografías filtradas a la prensa mostraron que Fujimori cuenta, entre otras cosas, con un moderno televisor de pantalla plana, y un inodoro con controles para calefacción.