"Solo esperamos por el reestablecimiento del fluido eléctrico que devolverá la funcionabilidad a los 31 semáforos de la ciudad de Santiago de Cuba", afirmó Aníbal Castilla González, jefe de Producción del Centro Provincial de Ingeniería de Tránsito en Santiago de Cuba.
Santiago de Cuba es una ciudad de casi medio millón de habitantes con 31 semáforos que regulan su tránsito vehicular. Veinte días después de que el huracán Sandy devastó esa urbe oriental, ninguno de ellos funciona.
La prensa oficial cuenta las penurias de los damnificados de Sandy con un tono más optimista, pero también más distante de la realidad. Es por eso que el diario Sierra Maestra, órgano oficial del Partido Comunista en Santiago de Cuba, dice que la señalización vehicular de la ciudad “se recupera paulatinamente” y asegura que todos los semáforos están instalados de nuevo. Con un pequeño inconveniente, que el reportaje oficial no destaca: todavía no funcionan, porque no hay electricidad.
"Ya toda la red está lista. Solo esperamos por el reestablecimiento del fluido eléctrico que devolverá la funcionabilidad a los 31 semáforos de la ciudad de Santiago de Cuba", afirmó Anibal Castilla González, jefe de Producción del Centro Provincial de Ingeniería de Tránsito en Santiago de Cuba, citado en el reportaje de Sierra Maestra.
“Junto a los semáforos, en Santiago de Cuba se vieron afectadas por los vientos huracanados unas 2,500 señales de tránsito", afirma el reportaje, y agrega como un éxito que “el trabajo de las brigadas de ingeniería de varias provincias ha contribuido al restablecimiento de unas 900”.
El periódico provincial, con cuatro páginas y una tirada limitada que no todos los santiagueros alcanzan a conseguir, reconoce que los daños ocasionados por Sandy en las señales de tránsito todavía no han podido repararse, pero consuela a sus lectores con la excelente preparación física de los policías que dirigen por señas el tránsito en las intersecciones.
En repetitiva coreografía los agentes motorizados y otros efectivos del Ministerio del Interior dirigen aún el flujo de peatones y vehículos en arterias importantes de la ciudad como Carretera Central y Yarayó y Trocha y Carretera del Morro donde la falta de fluido eléctrico no ha permitido el encendido de la totalidad de los semáforos. Así pasan cada jornada desde que el sol levanta hasta bien entrada la noche.
"Es una labor que requiere mucha preparación física. Nuestros oficiales están al tanto de los relevos pertinentes cada cierto tiempo porque son ejercicios que no deben dejarse de hacer ni un instante ya que siempre hay autos, y personas en las calles", explica el agente Rodríguez Miranda.
El trasfondo de la información, publicada en Sierra Maestra, evidencia que los santiagueros todavía enfrentan la difícil tarea cotidiana de alumbrarse con velas y cocinar con la leña que encuentren.
Hasta ahora las autoridades no han ofrecido cifras finales de la devastación causada por el huracán, cuya magnitud sólo se puede imaginar, reuniendo como en un rompecabezas, fragmentos de artículos de prensa o testimonios como el del sacerdote Valentín Sanz, párroco de la Iglesia de San Francisco en Santiago de Cuba.
Así lo escribió en una nota que publica el blog de Gaspar, El Lugareño, al describir la situación que se vive en la ciudad, veinte días después del paso de Sandy.
Seguimos sin luz (dicen que ya está el 60 % arreglado, aunque habría que ver desde una altura a Santiago para comprobar que el número es demasiado optimista: y eso que alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue), tampoco tengo teléfono, ni puertas, ni muro del patio, ni cocinera (han estado "resolviendo" voluntarias "de facto". También "pegué la gorra" ayer en el Seminario, adonde fui a buscar agua potable). Y estoy -lo más grave- al quedarme también sin agua (desde hace dos días después de Sandy no ha llegado más, ni siquiera aquella "enriquecida con lodo" que entró entonces).
En relación con la situación de los damnificados en Santiago de Cuba, el Obispo Auxiliar de Brooklyn, Monseñor Octavio Cisneros, hizo un reclamo de ayuda a los católicos estadounidenses, en el cual detalla los daños causados por Sandy en los templos orientales.
El Obispo Cisneros afirma que los siguientes templos fueron destruídos totalmente por el huracán: La Merced, Songo. Parroquia de la Maya; San Pedro, Barrio San Pedrito. Parroquia de Cristo Rey. Santiago de Cuba; San Antonio María Claret, Rpto. Sueño. Santiago de Cuba; San Rafael Arcángel, Cayo Granma. Parroquia María Auxiliadora. Santiago de Cuba; Nuestra. Sra. de la Caridad., San Vicente; Nuestra. Señora. de la Merced. Baltony. Parroquia de la Maya; San José de la Clarita. Parroquia del Cobre y el templo del Central Oriente, Parroquia de Palma Soriano.
Aseguró además, que el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y sus dependencias resultaron severamente dañadas, así como el Seminario y la Catedral de Santiago de Cuba, que sufrieron daños de consideración en sus techos y cúpulas, respectivamente.
El prelado dijo que quienes deseen enviar sus donativos pueden hacerlo a la siguiente dirección bancaria:
Account name: Our Lady of Charity of Cobre Foundation
Routing Number: 026013673
Account: 4247874385
SWIFT: NRTHUS33XXX
La prensa oficial cuenta las penurias de los damnificados de Sandy con un tono más optimista, pero también más distante de la realidad. Es por eso que el diario Sierra Maestra, órgano oficial del Partido Comunista en Santiago de Cuba, dice que la señalización vehicular de la ciudad “se recupera paulatinamente” y asegura que todos los semáforos están instalados de nuevo. Con un pequeño inconveniente, que el reportaje oficial no destaca: todavía no funcionan, porque no hay electricidad.
"Ya toda la red está lista. Solo esperamos por el reestablecimiento del fluido eléctrico que devolverá la funcionabilidad a los 31 semáforos de la ciudad de Santiago de Cuba", afirmó Anibal Castilla González, jefe de Producción del Centro Provincial de Ingeniería de Tránsito en Santiago de Cuba, citado en el reportaje de Sierra Maestra.
“Junto a los semáforos, en Santiago de Cuba se vieron afectadas por los vientos huracanados unas 2,500 señales de tránsito", afirma el reportaje, y agrega como un éxito que “el trabajo de las brigadas de ingeniería de varias provincias ha contribuido al restablecimiento de unas 900”.
El periódico provincial, con cuatro páginas y una tirada limitada que no todos los santiagueros alcanzan a conseguir, reconoce que los daños ocasionados por Sandy en las señales de tránsito todavía no han podido repararse, pero consuela a sus lectores con la excelente preparación física de los policías que dirigen por señas el tránsito en las intersecciones.
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En repetitiva coreografía los agentes motorizados y otros efectivos del Ministerio del Interior dirigen aún el flujo de peatones y vehículos en arterias importantes de la ciudad como Carretera Central y Yarayó y Trocha y Carretera del Morro donde la falta de fluido eléctrico no ha permitido el encendido de la totalidad de los semáforos. Así pasan cada jornada desde que el sol levanta hasta bien entrada la noche.
"Es una labor que requiere mucha preparación física. Nuestros oficiales están al tanto de los relevos pertinentes cada cierto tiempo porque son ejercicios que no deben dejarse de hacer ni un instante ya que siempre hay autos, y personas en las calles", explica el agente Rodríguez Miranda.
El trasfondo de la información, publicada en Sierra Maestra, evidencia que los santiagueros todavía enfrentan la difícil tarea cotidiana de alumbrarse con velas y cocinar con la leña que encuentren.
Hasta ahora las autoridades no han ofrecido cifras finales de la devastación causada por el huracán, cuya magnitud sólo se puede imaginar, reuniendo como en un rompecabezas, fragmentos de artículos de prensa o testimonios como el del sacerdote Valentín Sanz, párroco de la Iglesia de San Francisco en Santiago de Cuba.
Así lo escribió en una nota que publica el blog de Gaspar, El Lugareño, al describir la situación que se vive en la ciudad, veinte días después del paso de Sandy.
Seguimos sin luz (dicen que ya está el 60 % arreglado, aunque habría que ver desde una altura a Santiago para comprobar que el número es demasiado optimista: y eso que alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue), tampoco tengo teléfono, ni puertas, ni muro del patio, ni cocinera (han estado "resolviendo" voluntarias "de facto". También "pegué la gorra" ayer en el Seminario, adonde fui a buscar agua potable). Y estoy -lo más grave- al quedarme también sin agua (desde hace dos días después de Sandy no ha llegado más, ni siquiera aquella "enriquecida con lodo" que entró entonces).
En relación con la situación de los damnificados en Santiago de Cuba, el Obispo Auxiliar de Brooklyn, Monseñor Octavio Cisneros, hizo un reclamo de ayuda a los católicos estadounidenses, en el cual detalla los daños causados por Sandy en los templos orientales.
El Obispo Cisneros afirma que los siguientes templos fueron destruídos totalmente por el huracán: La Merced, Songo. Parroquia de la Maya; San Pedro, Barrio San Pedrito. Parroquia de Cristo Rey. Santiago de Cuba; San Antonio María Claret, Rpto. Sueño. Santiago de Cuba; San Rafael Arcángel, Cayo Granma. Parroquia María Auxiliadora. Santiago de Cuba; Nuestra. Sra. de la Caridad., San Vicente; Nuestra. Señora. de la Merced. Baltony. Parroquia de la Maya; San José de la Clarita. Parroquia del Cobre y el templo del Central Oriente, Parroquia de Palma Soriano.
Aseguró además, que el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y sus dependencias resultaron severamente dañadas, así como el Seminario y la Catedral de Santiago de Cuba, que sufrieron daños de consideración en sus techos y cúpulas, respectivamente.
El prelado dijo que quienes deseen enviar sus donativos pueden hacerlo a la siguiente dirección bancaria:
Account name: Our Lady of Charity of Cobre Foundation
Routing Number: 026013673
Account: 4247874385
SWIFT: NRTHUS33XXX