Judy Gross dijo a Reuters que la reelección de Barack Obama permitirá presionar con más fuerza por la liberación de su esposo.
La esposa de Alan Gross, el contratista estadounidense preso en Cuba y acusado de "crímenes contra el Estado", dijo que espera que la reelección del presidente Barack Obama permita que su marido sea liberado muy pronto.
En entrevista concedida a la agencia Reuters, Judy Gross señaló que su esposo, quien cumple una condena de 15 años de prisión, es un "peón" en un lamentable juego entre Cuba y Estados Unidos, y reiteró que si "el gobierno estadounidense lo envió a la isla en un proyecto, debe asumir la responsabilidad de traer este hombre a casa".
La esposa del contratista indicó que la reelección de Obama podría ayudar a presionar con más fuerza por la liberación de su marido, incluso si eso significa hacer ciertas concesiones al gobierno cubano, y opinó que las gestiones van a tomar unas cuantas semanas más, durante las cuales, según dijo, estará en contacto con Washington y espera lo mejor.
La señora Gross no ofreció detalles sobre exactamente qué podría hacer el gobierno de Estados UInidos para conseguir la libertad del contratista., pero afirmó que su esposo "es un peón en el sentido de que Cuba quiere algo a cambio de él, y Estados Unidos no está dispuesto a entregar eso".
Judy Gross volvió a referirse a la situación de salud por la que atraviesa su esposo. Ha perdido mucho peso desde su arresto, sufre artritis degenerativa y tiene un bulto potencialmente cancerígeno en el hombro que no ha sido tratado.
En entrevista concedida a la agencia Reuters, Judy Gross señaló que su esposo, quien cumple una condena de 15 años de prisión, es un "peón" en un lamentable juego entre Cuba y Estados Unidos, y reiteró que si "el gobierno estadounidense lo envió a la isla en un proyecto, debe asumir la responsabilidad de traer este hombre a casa".
La esposa del contratista indicó que la reelección de Obama podría ayudar a presionar con más fuerza por la liberación de su marido, incluso si eso significa hacer ciertas concesiones al gobierno cubano, y opinó que las gestiones van a tomar unas cuantas semanas más, durante las cuales, según dijo, estará en contacto con Washington y espera lo mejor.
La señora Gross no ofreció detalles sobre exactamente qué podría hacer el gobierno de Estados UInidos para conseguir la libertad del contratista., pero afirmó que su esposo "es un peón en el sentido de que Cuba quiere algo a cambio de él, y Estados Unidos no está dispuesto a entregar eso".
Judy Gross volvió a referirse a la situación de salud por la que atraviesa su esposo. Ha perdido mucho peso desde su arresto, sufre artritis degenerativa y tiene un bulto potencialmente cancerígeno en el hombro que no ha sido tratado.