EE.UU. podría ayudar a la paz en Colombia sin estar en diálogo

Marco León Calarcá, uno de los negociadores de las comunistas FARC.

EE.UU. contribuyó a fortalecer al Estado colombiano, tanto por la vía militar como la democrática, y eso hace que el Gobierno de Juan Manuel Santos llegue a la mesa de negociaciones "desde una posición fuerte".
Estados Unidos, que ha tenido una huella indeleble en el conflicto contra el terrorismo en Colombia y no participa del naciente diálogo entre el Gobierno de ese paíss y la guerrilla comunista de las FARC, sí puede ayudar de otra manera a que el proceso tenga éxito, según expertos consultados hoy por Efe.

El Gobierno de EE.UU., que ha manifestado su apoyo al diálogo que comenzará este miércoles en Oslo, "no es visto como un intermediario imparcial, y entonces no conviene que tenga ni una silla en la mesa ni un papel activo", afirmó Adam Isacson, analista de seguridad regional en la Oficina de Washington para América Latina.

Para este especialista, el hecho de que EE.UU. no tenga participación en un proceso en el que Noruega y Cuba actúan como garantes y Venezuela y Chile como acompañantes, se debe al apoyo financiero, militar y político al "Plan Colombia" contra el narcotráfico y el terrorismo de la guerrilla.

Sin embargo, Isacson cree que una manera de ayudar al éxito de la negociación entre el Gobierno y las FARC puede ser sirviendo "de contrapeso a la oposición de algunas figuras políticas colombianas vistas como cercanas a Estados Unidos, como el expresidente Álvaro Uribe".

Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, otro centro de estudios, coincidió con Isacson en que un acuerdo de paz es factible pero "complicado" debido a espinosos asuntos como programas de desarrollo rural, ajustes a la política antidrogas, reparaciones y justicia por los delitos cometidos por las FARC.

Cynthia Arnson, directora del programa latinoamericano del Centro Internacional Woodrow Wilson, señaló que la ayuda de EE.UU. contribuyó a fortalecer al Estado colombiano, tanto por la vía militar como la democrática, y eso hace que el Gobierno de Juan Manuel Santos llegue a la mesa de negociaciones "desde una posición fuerte".