Ultimo día de la convención en Charlotte

La directora del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, habla a los delegados el 6 de septiembre de 2012, en la clausura de la convención del partido Demócrata en Charlotte (EEUU).

Horas antes de reanudar la convención, varios líderes republicanos señalaron que esperaban un relevante discurso.
La Convención Nacional Demócrata toca a su fin este jueves, con los discursos del vicepresidente Biden y del presidente Obama, esperado con enorme anticipación e incluso con algo de ansiedad, pues muchos se preguntan si puede hacerlo mejor que el ex presidente Bill Clinton, quien entusiasmó a la audiencia con sus casi 50 minutos de oratoria en la noche del martes.

Horas antes de reanudar la convención, varios líderes republicanos señalaron que esperaban un relevante discurso, pues Obama tiene un gran talento como orador y tiene todos los medios a su disposición para prepararse y recoger cuantos datos pueda necesitar. Pero los republicanos insistieron en que no puede defender los resultados de sus casi cuatro años de gestión, pues no ha cumplido lo prometido en cuanto a recuperación económica.

Algunos analistas señalan que los datos económicos son demasiado débiles para que Obama sea reelegido, pero las encuestas le ponen generalmente por delante, aunque no sea por grandes porcentajes, y las pocas en que no ocupa el primer lugar, su rival republicano Mitt Romney tan solo le aventaja en uno o 2 puntos, o está al mismo nivel.

El cierre de la Convención debía haberse celebrado en un estadio deportivo on capacidad para 75.000 personas, pero los partes meteorológicos advertían del riesgo de tormentas y los organizadores decidieron quedarse en el Centro de Convenciones donde el público puede quedarse a cubierto. Más de 40.000 personas que pensaban ir al estadio se quedaron fuera, pero en todo el país se convocaron cinco mil reuniones para seguir por la convención en las transmisiones televisadas.

Desde el comienzo de esta última sesión, el local estaba repleto y los asistentes seguían entusiasmados, no solo los discursos, sino las canciones y las breves películas que se proyectaban, que aplaudían y coreaban.

Algunas películas mostraban de los obreros de la industria automovilística, que consiguieron salvar sus puestos de trabajo gracias al programa de ayuda lanzado por el presidente Obama, otras presentaban a familias de homosexuales y celebraban que gracias a la gestión del presidente Obama hoy se acepte a homosexuales en ejército, que se haya aprobado el matrimonio homosexual y que estas parejas puedan incluso adoptar niños.

Tanto la inversión en la industria automovilística como la aceptación de los homosexuales son temas polémicos, uno por cuestiones económicas y otro por principios morales, pero en otros puntos hay un acuerdo general, como el patriotismo que otras películas también atendieron, mostrando a los soldados que regresan de la guerra, los cementerios militares o el heroísmo de las fuerzas armadas.

Una vez concluídas las convenciones, la lucha electoral se centra en los debates presidenciales, que permiten al electorado comparar de forma más directa la actitud y las ideas de los candidatos.