Las estrellas políticas republicanas en el podio

Con el discurso del congresista de Wisconsin Paul Ryan para aceptar la candidatura a la vicepresidencia de Estados Unidos, concluyó la segunda jornada de la convención del Partido Republicano en Tampa, que tuvo en este segundo el lema de “podemos traer el cambio”, después de que los dos días anteriores se dedicaran respectivamente al lema “lo podemos hacer mejor” y “lo hemos construido”.

Este último lema de “lo hemos construido” es una respuesta a la afirmación reciente del presidente Obama de “no lo ha construido usted”, en referencia a los empresarios que han creado su negocio, pues considera que ha sido posible gracias a la estructura que les ha ofrecido la sociedad.

Como es tradicional, los discursos principales fueron los últimos de la noche, con el ex candidato presidencial Michael Hukabee, quien comparó el sentido de responsabilidad social del candidato Mitt Romney, que ha dado el 15% de sus ingresos personales a organizaciones caritativas, al del presidente Obama y los ideólogos demócratas, que hacen caridad con el dinero del contribuyente.

Los políticos hispanos siguieron representados en la convención, primero en una recepción a la que asistieron el ex senador de la Florida Mel Martìnez y el ex secretario de comercio Carlos Gutiérrez, y luego con el discurso ante la convención del gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño quien, como otros oradores, advirtió de los riesgos que el despilfarro del dinero público representa para el futuro del país. También habló la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez, quien explicó cómo había cambiado de partido cuando comprendió que el partido republicano representaba mejor los valores comunes de todos los norteamericanos-

Aunque los lemas de la convención son principalmente cuestiones internas y la economía, hubo también un discurso dedicado a la política internacional, de la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice, quien advirtió del riesgo que la irresponsabilidad fiscal representa para la posición hegemónica de Estados Unidos en el mundo, lo cual representaría una gran pérdida para la humanidad porque ningún otro país puede en estos momentos tomar el relevo de sus valores de libertades y respeto por la dignidad del individuo. Ningún país, dijo, puede perjudicar a Estados Unidos tanto como los propios norteamericanos si abandonan la disciplina fiscal y destruyen su estabilidad económica.

Al culminar la jornada, Paul Ryan criticó la gestión económica de Obama y lamentó que el presidente haya dejado atrás los valores de independencia y responsabilidad personal de Estados Unidos. Recordó que él y Romney pertenecen a diferentes generaciones y tienen ideas diferentes, pero comparten la fe en el valor del individuo y de la vida y concluyó pidiendo que todos se unan para devolver al país la grandeza que le corresponde.