Ecuador niega extradición de ciudadano bielorruso

Barankov con su novia, en Quito.

Aliaksandr Barankov había descubierto coimas de personas muy allegadas al presidente de Bielorrusia de USD 700.000 dólares diarios.
La Corte Nacional de Justicia de Ecuador negó el pedido de extradición que Bielorrusia había presentado en contra del ciudadano Aliaksandr Barankov, quien se encuentra en el país en calidad de refugiado desde el año 2010.

Carlos Ramírez, presidente de la Corte, ordenó la “libertad inmediata” de Barankov, a quien su país reclama por un supuesto fraude, pero tanto el ciudadano bielorruso como su abogado, Fernando Lara, dicen que la verdadera causa tendría que ver con los casos de corrupción que Barankov investigó, y que salpican a varios allegados del presidente de Bielorrusia Aleksandr Lukashenko.

Aunque Barankov podría salir hoy mismo del centro donde se encuentra recluido, su destino todavía es incierto. Según Mabel Andrade, su pareja, el bielorruso tiene un “documento provisional” de refugio hasta el 6 de septiembre y “no sabemos después qué vaya a pasar”.

La boleta de excarcelación le llega a Barankov tras 82 días en prisión y, cosa curiosa, sus complicaciones (el pedido de extradición) comenzaron poco después de la visita a Ecuador del presidente Lukashenko. “El señor Barankov no tenía por qué estar detenido desde el 7 de junio de forma injustificada, y menos en una cárcel de alta seguridad”, comentó su abogado, Fernando Lara, a este periodista. “Teníamos la certeza de que, por razones inconstitucionales, no podía ser extraditado por pedido del gobierno de Bielorrusia”, añadió.



El ex capitán de 30 años había llegado a Ecuador en el año 2009, después de enterarse de que ese país no pedía visado a los turistas, y un año más tarde (exactamente el 27 de junio de 2010) consiguió que el Ministerio de Relaciones Exteriores lo declarara refugiado. Barankov declaró en Ecuador que en Bielorrusia integraba una unidad de investigación adscrita a la Presidencia de la República, y que entre otras tareas, hacía espionaje financiero a embajadas. También aseguró que un tiempo estuvo al frente de un grupo de francotiradores que siguió de cerca varios casos de corrupción en esferas oficiales, información que más tarde lo pondría bajo la lupa de Lukashenko.

Esta versión es ampliada por el abogado Fernando Lara, quien habla de dos razones fundamentales para que Barankov fuera convertido en “objetivo político de Lukashenko”. En primer lugar su cargo, capitán de la Policía de Bielorrusia asignado a una unidad de investigación de delitos de corrupción. “Pero también su título de Economía, que le permitía los conocimientos suficientes para manejar investigaciones de carácter económico”, dice Lara. “Descubrió una serie de coimas, en el caso de la obra del oleoducto que atraviesa Bielorrusia (de gas y derivados de petróleo), que según sus investigaciones llegaban a los USD 700.000 dólares diarios, depositados en cuentas fantasmas de paraísos fiscales de gente muy vinculada -inclusive familiares- al presidente Lukashenko. Esas investigaciones las puso en conocimiento de la Fiscalía y no pasó nada; por el contrario, se le vinculó con un caso falso para encarcelarlo”.

La otra razón, según el abogado, fue su activismo político. “Al llegar a Ecuador, dado el conocimiento que tenía de las actividades de su gobierno, creó un blog con el fin de que países de habla hispana conocieran estos actos de corrupción y violación de los derechos humanos en Bielorrusia. Esas dos cosas lo convirtieron en un objetivo político, que se concretó con la visita de Lukashenko”.

Según analistas locales, Barankov se salvó -de carambola- gracias a la atención mundial recibida a la decisión de Rafael Correa de otorgarle asilo al hacker Julian Assange, el pasado 16 de agosto. Medios influyentes como The Guardian (Reino Unido) y The Washington Post y Miami Herald (de EE.UU.) se refirieron a la posible extradición de Barankov, hablando de la paradoja que representaba frente al caso de Assange.