El lunes no es un día tan difícil como parece

  • Jesús Rojas / Radio Martí
Como había de esperarse, la gente expresó más alegrías y menos tristezas durante los días del fin de semana, en comparación con las tradicionales jornadas laborables.
La angustia de cada lunes, un día que parece más difícil de escalar que el Everest, sería en realidad un mito, aunque la alegría del viernes sí estaría comprobada, ahora científicamente, en una investigación publicada en la Revista de Psicología Positiva.

Un grupo de científicos estadounidenses ha llegado a esta conclusión tras analizar una encuesta realizada por la consultora Gallup en 2008, en la que más de 340-mil ciudadanos de ese país fueron entrevistados telefónicamente.

Uno de los interrogantes planteados a los entrevistados era sobre su humor en el día anterior. Los consultados debían contestar si habían sentido -o no- felicidad, tristeza, pena, estrés o bronca en la jornada previa.

Como había de esperarse, la gente expresó más alegrías y menos tristezas durante los días del fin de semana, en comparación con las tradicionales jornadas laborables.

Pero para asombro de los autores del estudio, la comparación entre los primeros cuatro días de la semana no registró grandes saltos. Solo el viernes salió bien parado.

Para los investigadores, "la percepción sobre los lunes tristes está tan extendida debido al extremo contraste entre el ánimo que uno tiene el domingo y el que tiene el primer día de la semana, aunque luego este ánimo no cambie realmente entre el lunes, el martes, el miércoles y el jueves".

El profesor Arthur Stone, uno de los autores del estudio, destacó que la investigación trabaja sobre "un 'promedio', algunas personas pueden tener malos lunes, pero otros probablemente se sienten peor los martes. Solo decimos que los lunes no son mucho más tristes que los otros días".

Stone indicó a la BBC que "el ánimo puede tener un impacto en nuestros procesos biológicos a través de sus efectos en las hormonas y en el sistema inmunológico, por lo tanto es -o debería ser- parte de nuestra comprensión de la salud y la enfermedad".

Otra conclusión del estudio es que si bien la alegría de los fines de semana no discriminaba géneros, o si la persona vivía sola o no, los jubilados y pensionados parecían sentir una mayor felicidad en estos días, quizás por la oportunidad de encontrase con amigos y reunirse con su familia.

Para los autores, a diferencia de otros trabajos realizados en el pasado, esta es la primera investigación de carácter masivo sobre los efectos de cada día en el ánimo de la gente.