"La ciudadanía está despertando y eso gracias a las nuevas herramientas tecnológicas para proyectar su voz y también hay un sentimiento generalizado de hay que cambiar incluso entre los que siguen aplaudiendo al gobierno hay una sensación de esto no puede seguir así. Y eso creo que ya es el principio del cambio”.
En una entrevista con la Estación de radio CNN en Español, la bloguera cubana Yoani Sánchez, dijo que sus derechos siguen siendo violados y que la censura se mantiene bajo el mando de Raúl Castro.
Sin embargo cree que los cambios futuros hacia la libertad de información que se conoce a través de Internet son inevitables.
La bloguera explica que “los derechos ciudadanos a la libre expresión y a la libre asociación no ha avanzado ni un milímetro”. Señala que los cambios que se han visto en Cuba son más bien económicos con el trabajo por cuenta propia lo que ha permitido que algunos cubanos tengan más dinero en los bolsillos pero resalta que estos no tienen que ver con una voluntad política.
“Siento que los cubanos están cada vez más hartos de esperar por una ilusión que nunca llega o aguardar por la prosperidad que se pospone, de esperar por una información que nunca se reparte, se dice claramente, y ese es el cambio principal que no tiene que ver con Raúl Castro, sino con la ciudadanía”, dijo.
Yoani Sánchez cree que la ciudadanía está “despertando” y eso gracias a las nuevas herramientas tecnológicas para proyectar su voz y “también siento un sentimiento generalizado de hay que cambiar incluso entre los que siguen aplaudiendo al gobierno hay una sensación de esto no puede seguir así. Y eso creo que ya es el principio del cambio”.
“El gobierno tiene que tocar temas y responder sobre sucesos que antes nunca hubieran mencionado. Estamos obligando al gobierno a pronunciarse”, dijo Sánchez.
Sostuvo además que los cubanos más jóvenes están hartos de esperar que haya mejoras en la sociedad. “La mayoría de ellos tiene como sueño escapar de esta isla. Hacer su vida y sus proyectos personales en otro lugar,” explicó.
Sobre su vida personal dijo que su aparición en Twitter y su blog Genaración Y le dan cierta protección “pero no es que sirva en todo momento” porque ha tenido que aprender a vivir con experiencias amargas como el de la vigilancia, la intervención de su línea telefónica además de que no la dejan salir del país.
Sin embargo cree que los cambios futuros hacia la libertad de información que se conoce a través de Internet son inevitables.
La bloguera explica que “los derechos ciudadanos a la libre expresión y a la libre asociación no ha avanzado ni un milímetro”. Señala que los cambios que se han visto en Cuba son más bien económicos con el trabajo por cuenta propia lo que ha permitido que algunos cubanos tengan más dinero en los bolsillos pero resalta que estos no tienen que ver con una voluntad política.
“Siento que los cubanos están cada vez más hartos de esperar por una ilusión que nunca llega o aguardar por la prosperidad que se pospone, de esperar por una información que nunca se reparte, se dice claramente, y ese es el cambio principal que no tiene que ver con Raúl Castro, sino con la ciudadanía”, dijo.
Yoani Sánchez cree que la ciudadanía está “despertando” y eso gracias a las nuevas herramientas tecnológicas para proyectar su voz y “también siento un sentimiento generalizado de hay que cambiar incluso entre los que siguen aplaudiendo al gobierno hay una sensación de esto no puede seguir así. Y eso creo que ya es el principio del cambio”.
“El gobierno tiene que tocar temas y responder sobre sucesos que antes nunca hubieran mencionado. Estamos obligando al gobierno a pronunciarse”, dijo Sánchez.
Sostuvo además que los cubanos más jóvenes están hartos de esperar que haya mejoras en la sociedad. “La mayoría de ellos tiene como sueño escapar de esta isla. Hacer su vida y sus proyectos personales en otro lugar,” explicó.
Sobre su vida personal dijo que su aparición en Twitter y su blog Genaración Y le dan cierta protección “pero no es que sirva en todo momento” porque ha tenido que aprender a vivir con experiencias amargas como el de la vigilancia, la intervención de su línea telefónica además de que no la dejan salir del país.