Casas flotantes como opción para el futuro.

  • Jesús Rojas / Radio Martí

Casa flotante en el río Jehlum en Srinagar, capital de verano del estado indio de Cachemira.

Las "hidrociudades" serían una variante futura para las urbes superpobladas.
Una mezquita y un campo de golf flotan sobre el agua en las sumergidas islas Maldivas. Casas anfibias en Holanda son alzadas para salvarlas de las aguas crecidas. Un hospital en Tailandia es soportado por 400 pilotes para protegerlo de las devastadoras inundaciones y del mar invasor.

En todo el mundo, arquitectos y urbanistas exploran la manera en que la humanidad y el agua puedan coexistir cuando el crecimiento en el nivel de los océanos y otros fenómenos inducidos por el cambio climático, como inundaciones graves y errátiles, amenazan la vida arraigada en la tierra.

En un ámbito encabezado por los holandeses, los proyectos de la arquitectura acuática ya se están materializándo, incluído un complejo habitacional marítimo, una prisión flotante e invernaderos en Holanda.

Más proyectos vienen en camino y aunque los esbozos iniciales parecían cosa de ciencia ficción, los promotores dicen que se necesita tener imaginación ante la magnitud del peligro.

"Las soluciones flotantes han crecido enormemente. Ha cambiado de la arquitectura estrafalaria a alternativas más sostenibles y flexibles", estima el arquitecto holandés Koen Olthuis al mencionar que existe cada vez más apoyo de gobiernos e interés entre inversionistas privados de Asia y Rusia.

"Tendremos que vivir con un ambiente más acuoso. No hay opción", advierte Danai Thaitakoo, un arquitecto paisajista de Tailandia cuya casa en Bangkok fue anegada el año pasado cuando el país sufrió su peor inundación de los tiempos modernos.

La capital tailandesa figura también entre las megaciudades costeras que para finales de siglo podrían estar total o parcialmente bajo las aguas una vez que el calentamiento global eleve el nivel del mar.

El pronostico está incluido en un informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el cual señala que ciudades como Tokio, Londres, Yakarta, Sydney y Shanghai, entre otras, están en peligro una visión apocalíptica de migraciones masivas y crisis económicas.

Aunque en décadas anteriores, los arquitectos y urbanistas, sobre todo japoneses y estadounidenses, soñaban con ciudades marinas enteras con millones de habitantes, la mayoría de los nuevos proyectos prevén una combinación de la protección de comunidades con barreras y la construcción sobre el agua mediante plataformas flotantes, estructuras levantadas o anfibias y soluciones todavía por concebirse.

"El cambio climático exigirá un cambio radical en la práctica del diseño, de una visión terrenal de un urbanismo paisajista a una más dinámica perspectiva líquida de urbanismo acuático", considera Danai, quien participa en varios proyectos orientados en ese principio. "En lugar de encarnar la permanencia, la solidez y la longevidad, la percepción debe hacer hincapié en el cambio, en la adaptación".

En un estudio para las zonas bajas de Nueva York, Olthuis dice que se ha imaginado a Manhattan rodeada por un muro de mar en la que los distritos periféricos dejarían entrar el agua. Los Londres y las Bangkoks, dice, podrían convertirse en "hidrociudades", en las que sus centros históricos sean herméticos y otras áreas "convivan con la corriente".