Lo que está prohibido

Más de 400 mil cubanos ya han pasado por hoteles de Varadero o Cayo Coco, entre otros.

Viajar en crucero es todavía un espejismo.

Cazar torcazas o matar jabalíes en los exclusivos cotos de caza en el oriente del país es sólo para extranjeros y generales.

Los paseos en helicóptero están restringidos para los cubanos residentes en la isla.

Algunas opciones recreativas marinas, como las motos naúticas y los paseos en yates, están prohibidas para los nativos.

Hace unos años, los turistas foráneos por 20 dólares podían hacer en Varadero un recorrido por el lecho marino dentro de un submarino. Los cubanos del patio no eran bienvenidos.

La otra gran prohibición que se mantiene en pie es la posibilidad de viajar al exterior sin tanto agobio burocrático.

Fuera de la capital, la posibilidad de acceder a la red es más complicado. En Ciego de Ávila o Santa Clara, para sentarte ante una computadora y revisar tu cuenta de correo electrónico o leer medios online como El País o la rev