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Estados Unidos

Discurso de John Kerry en la ceremonia de reapertura de la embajada en Cuba

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Traducción de las palabras del Secretario de Estado antes del izado de la bandera de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015.

Gracias, muchas gracias, buenos días, lamento que empecemos un poco tarde hoy pero tuvimos un bonito paseo por el camino y es maravilloso estar aquí, y les doy las gracias por haber dejado mi futura transportación aquí afuera detrás de mí (tres autos americanos de los años 50 estacionados en el Malecón).

Distinguidos miembros de la delegación cubana, Josefina, gracias por tu liderazgo y todo el trabajo de tu delegación; Excelencias del cuerpo diplomático; mis colegas de Washington, pasados y presentes; embajador DeLaurentis y todo el personal de la Embajada; y amigos que nos contemplan en todo el mundo:

Gracias por acompañarnos en este momento verdaderamente histórico mientras nos preparamos a izar la bandera de Estados Unidos aquí en nuestra Embajada de La Habana. Simbolizando el restablecimiento de relaciones diplomáticas al cabo de 54 años.

Esta es, también, la primera vez que un secretario de Estado de Estados Unidos visita Cuba desde 1945.

Esta mañana me siento casi como en casa aquí y agradezco a los que han venido a compartir la ceremonia de pie ahí afuera, alrededor de nuestras instalaciones. Y me siento en casa aquí porque esta es ciertamente una ocasión memorable, un día para poner a un lado viejas barreras y explorar nuevas posibilidades. Y es en ese espíritu que puedo decir a nombre de mi país (EN ESPAÑOL) los Estados Unidos acogen con beneplácito este nuevo comienzo de su relación con el pueblo y el Gobierno de Cuba.

Sabemos que el camino hacia unas relaciones plenamente normales es largo, pero es precisamente por ello que tenemos que empezar en este mismo instante.

No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencias, realizar negocios de forma habitual, intercambiar ideas y aprender unos de los otros.

(EN INGLÉS) Amigos, estamos congregados hoy aquí porque nuestros líderes, el presidente Obama y el presidente Castro, tomaron una valiente decisión: Dejar de ser prisioneros de la historia y enfocarse en las oportunidades de hoy y de mañana. Eso no significa que debamos o vayamos a olvidarnos del pasado. Después de todo, ¿cómo podríamos olvidarlo?

Al menos para mi generación las imágenes son indelebles. En 1959 Fidel Castro visitó Estados Unidos y fue saludado por multitudes entusiastas. A su regreso al año siguiente para la Asamblea General de la ONU fue abrazado por el entonces premier soviético, Nikita Khruschev. En 1961 se desarrolló la tragedia de Bahía de Cochinos, y el presidente Kennedy asumió la responsabilidad. Y luego, en octubre de 1962, surgió la crisis de los misiles: 13 días que nos empujaron hasta el umbral mismo de una guerra nuclear. Yo era entonces un estudiante y todavía puedo recordar las caras tensas de nuestros líderes, el espantoso mapa que mostraba los movimientos de buques adversarios, el plazo que estaba por vencerse, y esa palabra peculiar: Cuarentena. Estábamos crispados e inseguros sobre el futuro, porque no sabíamos al cerrar los ojos cada noche qué nos encontraríamos al despertar.

En ese ambiente de frialdad, los lazos diplomáticos entre Washington y esta capital se tensaron, luego se debilitaron y por último se cortaron. A fines de 1960 el Embajador estadounidense abandonó La Habana. A principios del siguiente mes de enero, el Gobierno cubano exigió una fuerte reducción en el personal de nuestra misión y el presidente Eisenhower decidió que no tenía otra alternativa que cerrar la Embajada.

La mayor parte del personal estadounidense se marchó rápidamente. Pero unos pocos se quedaron para entregar las llaves a nuestros colegas suizos, que fungirían de manera diligente y honorable como nuestra potencia protectora durante más de 50 años. Me acabo de reunir con el ministro suizo de asuntos exteriores Didier Burkhalter, siempre estaremos agradecidos por su servicio y su ayuda.

Entre los que permanecieron en la Embajada había tres custodios, tres Infantes de Marina: Larry Morris, Mike East y James Tracey. Cuando salieron del edificio fueron confrontados por una gran multitud que se interponía entre ellos y el asta de la bandera. Había una gran tensión, nadie se sentía seguro, pero los marines tenían una misión que cumplir, y lentamente, la multitud les abrió paso; consiguieron llegar al asta de la bandera, arriaron la Old Glory, la plegaron y regresaron al edificio.

Larry, Mike y Jim habían cumplido su misión, pero también hicieron una atrevida promesa: Que un día regresarían a La Habana e izarían de nuevo la bandera. En ese momento nadie habría podido imaginar cuán distante estaba ese día.

Por más de medio siglo, las relaciones EEUU-Cuba han estado fosilizadas en el ámbar de la política de la Guerra Fría. En el ínterin, una generación entera de estadounidenses y cubanos creció, y envejeció. Estados Unidos ha tenido 10 nuevos presidentes. En una Alemania unida el Muro de Berlín se convirtió en un vago recuerdo. Liberada de los grilletes soviéticos, la Europa central es de nuevo hogar de florecientes democracias. Y la semana pasada yo estuve en Hanoi para celebrar el 20 aniversario de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Vietnam.

Piénselo: Una larga y terrible guerra que infligió cicatrices indelebles, físicas y mentales, seguida por dos décadas de mutua sanación, que fueron seguidas por otras dos décadas de compromiso diplomático y comercial. En ese período Vietnam evolucionó de ser un país desgajado por la violencia a ser una sociedad dinámica con una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Y en todo ese tiempo de reconciliación, de normalización, las relaciones cubano-estadounidenses siguieron encerradas en el pasado.

Mientras tanto, nuevas tecnologías permitieron a personas de todas partes beneficiarse de proyectos compartidos a través de esas extensiones de océanos y tierras. Amigos, no hacía falta un GPS para entender que el camino de mutuo aislamiento y distanciamiento por el que andaban Estados Unidos y Cuba no era un buen camino y que había llegado la hora de que avanzáramos en una dirección más prometedora.

En Estados Unidos eso significa reconocer que la política estadounidense no era el yunque en el que se forjaría el futuro de Cuba. Al margen de décadas de buenas intenciones, las políticas del pasado no condujeron a una transición democrática en Cuba. Tampoco sería realista esperar que la normalización de relaciones tenga a corto plazo un impacto transformador. Después de todo, son los cubanos los que tienen que moldear el futuro de Cuba.

La responsabilidad por la naturaleza, la calidad y la rendición de cuentas de un Gobierno no recae, como no debe ser, en ninguna entidad externa, sino únicamente en los ciudadanos de un país. Pero los dirigentes en La Habana y el pueblo cubano deben saber también que Estados Unidos será siempre un paladín de las reformas y los principios democráticos. Como muchos otros Gobiernos dentro y fuera de este hemisferio, continuaremos urgiendo al Gobierno cubano a cumplir con sus obligaciones bajo los pactos de Derechos Humanos interamericanos y de la ONU, obligaciones que comparten Estados Unidos y todos los demás países de las Américas.

Y, realmente, seguimos convencidos de que el pueblo de Cuba estará mejor servido por una auténtica democracia, en la que la gente pueda elegir a sus líderes, expresar sus ideas, practicar su fe; en la que el compromiso con la justicia social y económica se realice de manera más plena; en la que las instituciones rindan cuentas a aquellos a quienes sirven; y en la que la sociedad civil sea independiente y se le permita florecer.

Permítanme ser muy claro: El establecimiento de relaciones diplomáticas normales no es algo que un Gobierno hace como un favor a otro; es algo que dos países emprenden conjuntamente cuando los ciudadanos de ambos países se van a beneficiar. Y, en este caso, la reapertura de nuestras embajadas es importante en dos niveles: de pueblo a pueblo, y de Gobierno a Gobierno.

Primeramente, creemos que es útil para nuestras naciones aprender más una de la otra, conocernos más. Es por eso que nos entusiasma que los viajes de Estados Unidos a Cuba se hayan incrementado 35% desde enero y continúen aumentando. Nos alienta que cada vez más compañías estén explorando aquí proyectos comerciales que crearán oportunidades para el creciente número de emprendedores cubanos; y nos entusiasma también que las firmas de Estados Unidos estén interesadas en ayudar a Cuba a expandir sus telecomunicaciones y sus conexiones a internet, y que el Gobierno aquí haya prometido recientemente crear decenas de puntos más baratos de Wi-Fi.

También queremos reconocer el papel especial que la comunidad cubanoamericana está desempeñando para establecer una nueva relación entre nuestros países. Y, de hecho, tenemos hoy con nosotros a representantes de esa comunidad, de los cuales algunos nacieron aquí y otros en Estados Unidos. Con sus fuertes lazos culturales y familiares, ellos pueden aportar mucho al espíritu de cooperación bilateral y progreso que deseamos crear, del mismo modo que han aportado mucho a sus comunidades en su país adoptivo.

La restauración de lazos diplomáticos también hará más fácil la cooperación entre nuestros Gobiernos. Somos, después de todo, vecinos; y los vecinos siempre tienen muchas cosas que discutir en áreas como la aviación civil, política migratoria, preparación para desastres; protección del medio ambiente marino, cambio climático global y otros asuntos más difíciles y complicados. Tener relaciones normales facilitará que conversemos y el diálogo puede profundizar la comprensión, aun cuando sabemos muy bien que no estaremos de acuerdo en todo.

Estamos plenamente conscientes de que, a pesar de la nueva política del presidente Obama, el embargo comercial a Cuba sigue vigente y sólo puede ser derogado por un acto del Congreso, un paso que cuenta con nuestro fuerte apoyo (aplausos). Por el momento, el Presidente ha tomado medidas para aliviar las restricciones a las remesas, las exportaciones y las importaciones a fin de ayudar a los emprendedores privados cubanos; a las telecomunicaciones, los viajes familiares... pero queremos ir más allá. El objetivo de todos estos cambios es ayudar a los cubanos a conectarse con el mundo y mejorar sus vidas. Y, mientras hacemos nuestra parte, instamos al Gobierno cubano a hacer menos difícil para sus ciudadanos empezar negocios, participar en el comercio, acceder a la información online. El embargo ha sido siempre una calle de dos vías y ambas partes deben eliminar las restricciones que han estado frenando a los cubanos.

Antes de terminar, quiero agradecer sinceramente a los líderes de las Américas que por largo tiempo han urgido a Estados Unidos y Cuba a restablecer relaciones normales. Agradezco al papa Francisco y al Vaticano por apoyar el inicio de un nuevo capítulo en las relaciones entre nuestros países. Y creo que no es por accidente que el Santo Padre planea en este momento venir aquí y luego a Washington, Estados Unidos. Aplaudo por igual al presidente Obama y al presidente Castro por haber tenido el valor de acercarnos, pese a la considerable oposición. Agradezco a la secretaria adjunta Roberta Jacobson y su equipo, a nuestras contrapartes en el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, a nuestro jefe de misión, el embajador Jeffrey DeLaurentis y su extraordinario personal, por todo el arduo trabajo que nos ha traído hasta este día. Y le digo al maravilloso personal de nuestra embajada: Si creen que han estado muy ocupados en los últimos meses, ajústense el cinturón de seguridad (Risas).

Pero, sobre todo, sobre todo, quiero rendir tributo al pueblo de Cuba y a la comunidad cubanoamericana en Estados Unidos. José Martí dijo una vez que "Todo lo que divide a los hombres (todo lo que especifica, aparta o acorrala), es un pecado contra la Humanidad". Claramente, los sucesos del pasado –las palabras ácidas, los actos de provocación o represalias, las tragedias humanas– todos han sido fuente de una profunda división que ha disminuido nuestra común humanidad. Ha habido demasiados días de sacrificio y de dolor; demasiadas décadas de suspicacia y temor. Por eso me entusiasman aquellos que en ambos lados del estrecho, bien por sus lazos familiares o por el simple deseo de reemplazar el rencor con algo más productivo, han respaldado esta búsqueda de un camino mejor.

Hemos comenzado a avanzar por ese camino sin albergar ilusiones sobre lo difícil que puede ser. Pero estamos cada uno confiados en nuestras intenciones y los contactos que hemos tenido, y complacidos con las amistades que hemos empezado a forjar.

(EN ESPAÑOL) Estamos seguros de que este es el momento de acercarnos, dos pueblos ya no enemigos ni rivales, sino vecinos. Es el momento de desplegar nuestras banderas, enarbolarlas y hacerle saber al resto del mundo que nos deseamos lo mejor los unos a los otros.

Es teniendo presente esta misión sanadora que me dirijo ahora a Larry Morris, Jim Tracey y Mike East. Hace 54 años, ustedes, caballeros, prometieron regresar a La Habana e izar en la Embajada de Estados Unidos la bandera que arriaron aquel día de enero hace ya mucho tiempo. Les invito hoy, a nombre del presidente Obama y del pueblo americano, a cumplir aquella promesa presentando la bandera de las barras y las estrellas para que sea izada por miembros de nuestro actual destacamento militar.

Larry, Jim y Mike, esta es su seña para hacer realidad las palabras que llenarían de orgullo a cualquier diplomático, como también a cualquier miembro del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos: Promesa que se hace, promesa que se cumple. Gracias.

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Departamento de Justicia de EEUU crea norma de prestaciones para empleados afectados por Síndrome de La Habana

Embajada de EEUU en La Habana
Embajada de EEUU en La Habana

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha dado a conocer la creación de una "norma provisional final" en beneficio de empleados, exempleados y sus familiares que presenten lesiones cerebrales calificadas como "incidentes de salud anómalos", asociadas con el llamado “Síndrome de La Habana”.

La norma, que entrará en vigor el próximo 20 de mayo, contempla a "personas que experimentan consecuencias a largo plazo, incluyendo potencialmente una incapacidad para trabajar de manera remunerada”, se basa en la llamada HAVANA Act de 2021 y explica en qué circunstancias y formas serán compensados los trabajadores afectados.

Debido a la numerosa y variada naturaleza de esas lesiones cerebrales, la norma se aplicaría de manera bastante amplia y las compensaciones, que se otorgarán como “pago único”, oscilan entre 153.000 y 204.000 dólares.

“El Departamento (de Justicia) cree que esta cantidad es la máxima con la que se puede compensar razonablemente a cada solicitante, al tiempo que garantiza los fondos para el número total de solicitantes que cree que, probablemente, recibirán pagos", explica la norma.

Para los aquejados de “afectaciones anómalas que sufran de incapacidad para trabajar o necesiten cuidados personales a tiempo completo”, la norma contempla el derecho a un “pago adicional”.

La semana pasada, senadores de ambos partidos pidieron a la administración del presidente Joe Biden reevaluar las conclusiones sobre el Síndrome de La Habana, después que un reportaje de CBS News generara preocupaciones en Washington sobre la presunta culpabilidad de Rusia.

"No hay mayor prioridad que la salud y la seguridad de los empleados del gobierno estadounidense y de sus familiares que comprometen sus vidas para promover los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", escribieron los legisladores en carta al presidente.

El llamado “Síndrome de La Habana” salió a la luz pública en 2016, cuando empleados estadounidenses en la Embajada de EEUU en la capital cubana dijeron experimentar síntomas neurológicos que incluían fuertes dolores de cabeza, náuseas, desequilibrio físico y pérdida de audición, entre otros, llamados luego por las autoridades y la comunidad científica “Incidentes Anómalos de Salud” o AHIs, por sus siglas en inglés.

Más adelante, miembros del cuerpo diplomático norteamericanos ubicados en embajadas de China, Vietnam, Colombia, Rusia y otros países de Europa reportaron padecer síntomas similares.

Congreso aprueba ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán; Zelenskyy agradece

El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Mike Johnson, habla con la prensa después de que la Cámara aprobara un importante paquete de ayuda para Ucrania, Israel y Taiwán y también votara a favor de prohibir TikTok.
El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Mike Johnson, habla con la prensa después de que la Cámara aprobara un importante paquete de ayuda para Ucrania, Israel y Taiwán y también votara a favor de prohibir TikTok.

Con una votación de 311 a 112, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó este sábado el proyecto de ley de ayuda a Ucrania por valor de 60.800 millones de dólares.

El paquete de ayuda ha tensado en los últimos meses los hilos en la política estadounidense y ha puesto a prueba la tenacidad de sus defensores y detractores. Todos los demócratas votaron a favor de la medida, lo mismo que 101 republicanos y 112 republicanos votaron en contra.

El presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy agradeció de inmediato la votación que ocurrió en un momento estratégico del conflicto armado.

"Agradezco a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, a ambos partidos y personalmente al presidente Mike Johnson por la decisión que mantiene la historia en el camino correcto. La democracia y la libertad siempre tendrán importancia global y nunca fallarán mientras Estados Unidos ayude a protegerlas. El vital proyecto de ley de ayuda estadounidense aprobado hoy por la Cámara impedirá que la guerra se expanda, salvará miles y miles de vidas y ayudará a nuestras dos naciones a fortalecerse. La paz y la seguridad justas sólo pueden lograrse mediante la fuerza. Esperamos que los proyectos de ley cuenten con el apoyo del Senado y se envíen al escritorio del presidente Biden. ¡Gracias América!", escribió el mandatario.

Los fondos para Ucrania incluyen más de 23.000 millones de dólares para reponer armas y equipamiento proporcionadas por Estados Unidos; 13.800 millones de dólares para sistemas de armas avanzados y 10.000 millones de dólares en asistencia económica reembolsable.

El Congreso también aprobó un proyecto de ley para proporcionar 26.300 millones de dólares en asistencia a Israel.

La medida fue aprobada por 366 votos a favor y 58 en contra y automáticamente se incluirá junto con otros tres proyectos de ley.

El presidente estadounidense Joe Biden expresó el miércoles su apoyo a la propuesta del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, de proteger de este modo "los intereses estadounidenses de seguridad nacional y a los aliados en Israel, la región Indo-Pacífica y Ucrania”.

“La cámara baja debe aprobar este paquete esta misma semana, y el Senado debe hacer lo propio pronto”, había exhortado Biden.

“Firmaré esto para convertirlo en ley y para enviar un mensaje al mundo: Nos plantamos con nuestros amigos, y no dejaremos que ni Irán ni Rusia triunfen”, dijo el presidente.

Algunos republicanos detractores de esta ayuda a Ucrania argumentan que este tema se ha convertido en una enorme carga financiera para los estadounidenses, que es un asunto que deben afrontar principalmente las naciones europeas más próximas al conflicto y que ha habido un estancamiento en el progreso después de dos años de guerra.

El proyecto de ley de seguridad nacional aprobado hoy incluye además una disposición que obliga a vender la popular plataforma TikTok y apoyo a los aliados de la región Indo-Pacífico.

Aunque estas ayudas se han votado por separado, cuando pasen al Senado serán consideradas como un paquete único que beneficia a Israel, Ucrania y Taiwán.

Legisladores de EEUU en crucial debate sobre la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán (VIDEO)

El líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, propuso la votación de este sábado para enviar ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán y dijo que el paquete "financiará los intereses estadounidenses de seguridad nacional".
El líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, propuso la votación de este sábado para enviar ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán y dijo que el paquete "financiará los intereses estadounidenses de seguridad nacional".

Legisladores estadounidenses debaten este sábado el envío de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán.

El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart hizo una ardiente defensa de esta iniciativa.

"Mientras estamos aquí hoy, una troika estratégico-militar del mal se asoma en el horizonte marchando hacia la destrucción de los valores que nosotros y nuestros aliados democráticos tanto apreciamos. Podemos volver la cabeza y esperar apaciguar este gran mal o podemos apoyar a nuestros aliados y enfrentar este nefasto flagelo", dijo el representante de Florida, quien alertó que Vladimir Putin no se conformará con Georgia y Crimea, sino que aspira a controlar a Ucrania y "mañana a Moldavia, los países bálticos y Polonia".

El republicano recordó que en 1947 el Congreso proporcionó apoyo militar y económico a Grecia y Turquía, manteniéndolos fuera del alcance de la Unión Soviética y que hoy, en un punto crucial de la guerra, una victoria de Rusia "sería un desastre para nuestra seguridad nacional que alentaría a la China comunista, a emprender una coerción o agresión militar contra Taiwán".

El presidente estadounidense Joe Biden expresó el miércoles su apoyo a la propuesta del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, de proteger de este modo "los intereses estadounidenses de seguridad nacional y a los aliados en Israel, la región Indo-Pacífica y Ucrania”.

“La cámara baja debe aprobar este paquete esta misma semana, y el Senado debe hacer lo propio pronto”, había exhortado Biden.

“Firmaré esto para convertirlo en ley y para enviar un mensaje al mundo: Nos plantamos con nuestros amigos, y no dejaremos que ni Irán ni Rusia triunfen”, dijo el presidente.

Ante las objeciones de muchos de sus correligionarios en el Partido Republicano, Johnson propuso que la ayuda a Ucrania se entregara como préstamos y que tuvieran un monitoreo riguroso.

Para contar con el apoyo demócrata, la propuesta de Johnson mantiene intactos los 9.000 millones de dólares en asistencia humanitaria para civiles de Gaza y otras zonas de conflicto.

En el debate de este sábado tanto los republicanos como los demócratas denunciaron los crímenes de guerra cometidos durante la invasión rusa.

"Vladimir Putin ha ordenado a sus tropas que utilicen la violación, el secuestro y el asesinato delante de familiares como arma de guerra para desmoralizar al pueblo de Ucrania", afirmó la representante Nancy Pelosi (demócrata por California), ex presidenta de la Cámara de Representantes.

La demócrata de mayor rango en la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la cámara baja, Rosa DeLauro, dijo en un comunicado que las propuestas separadas para ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán “reflejan” el paquete de ayuda extranjera por 95.000 millones dólares que el Senado aprobó en febrero.

Algunos republicanos detractores de esta ayuda a Ucrania argumentan que este tema se ha convertido en una enorme carga financiera para los estadounidenses, que es un asunto que deben afrontar principalmente las naciones europeas más próximas al conflicto y ha habido un estancamiento en el progreso después de dos años de guerra.

“Si Estados Unidos continúa apoyando este esfuerzo, la Unión Europea no reunirá la voluntad política para hacer lo que debería”, dijo el representante Keith Self (republicano por Texas). "Europa debe actuar con mayor urgencia".

Senado desestima cargos de juicio político contra Mayorkas

Los demócratas argumentaron que los artículos que acusaban al secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Alejandro Mayorkas, eran inconstitucionales. (AP/José Luis Magana)
Los demócratas argumentaron que los artículos que acusaban al secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Alejandro Mayorkas, eran inconstitucionales. (AP/José Luis Magana)

El Senado desestimó todos los cargos de juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, poniendo fin a la iniciativa de los republicanos en la Cámara de Representantes para destituir al funcionario por su manejo de la situación en la frontera con México y poniendo fin al proceso incluso antes de que comenzaran los argumentos.

Los senadores votaron a favor de desestimar los dos artículos que, según los republicanos, justificaban iniciar un juicio político. Los demócratas argumentaron que los artículos eran inconstitucionales. El primer artículo acusaba a Mayorkas de “negativa deliberada y sistémica a cumplir” con la ley de inmigración. El segundo lo acusaba de “abuso de confianza” por decir que la frontera estaba segura. Ambas votaciones fueron 51-48 según líneas partidistas, con la senadora republicana Lisa Murkowski, de Alaska, votando “presente”.

Previamente, el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, dijo que buscaría desestimar el juicio argumentando que los dos artículos acusatorios presentados por los republicanos “no cumplían con los estándares de delitos y faltas graves” y esto podría sentar un precedente peligroso.

"Por el bien de la integridad del Senado y para proteger el juicio político para los raros casos en que realmente lo necesitamos, los senadores deberían desestimar las acusaciones de hoy”, dijo Schumer, demócrata por Nueva York, al abrir la sesión del Senado.


En febrero, la Cámara de Representantes aprobó por estrecha mayoría someter a Mayorkas a un juicio político por su manejo de la situación en la frontera con México, argumentando en los dos artículos que el funcionario “intencional y sistemáticamente” se negó a implementar las leyes migratorias. Los responsables de la Cámara de Representantes presentaron los cargos ante el Senado el martes, de pie en la tribuna del Senado y leyéndolos en voz alta ante una audiencia cautiva de senadores.

Una desestimación total de la acusación, sin posibilidad de argumentar el caso, iba a ser una derrota embarazosa para los republicanos y para el asediado presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, que hizo de la destitución una prioridad. Y es probable que tenga resonancia política tanto para los republicanos como para los demócratas en un año de elecciones presidenciales en el que la seguridad fronteriza ha sido uno de los temas principales.

Los republicanos argumentan que el presidente Joe Biden ha sido débil en la frontera, ya que las detenciones por cruces ilegales se dispararon a más de 2 millones de personas durante los dos últimos años de su mandato, aunque han disminuido desde un récord de 250.000 en diciembre, debido a la intensificación de la aplicación de la ley en México. Los demócratas afirman que, en lugar de someter a un juicio político a Mayorkas, los republicanos deberían haber aceptado un compromiso bipartidista del Senado destinado a reducir el número de inmigrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos.

Cuando firmó los artículos de juicio político el lunes antes de enviarlos a través del Capitolio, Johnson dijo que Schumer debe convocar un juicio “para que quienes orquestaron esta crisis rindan cuentas”.

Schumer “es el único impedimento para que el pueblo estadounidense vea que hay una rendición de cuentas”, aseguró Johnson. “De acuerdo con lo establecido en la Constitución, la Cámara de Representantes exige un juicio”.

Audiencia clave en el caso Rocha ¿Quiénes fueron sus víctimas y cuánto merecen en restitución?

Exiliados cubanos en Miami exigieron frente a una corte federal una "sentencia máxima" para Víctor Manuel Rocha.
Exiliados cubanos en Miami exigieron frente a una corte federal una "sentencia máxima" para Víctor Manuel Rocha.

Una audiencia clave en el caso del exdiplomático norteamericano Víctor Manuel Rocha, condenado el pasado viernes a 15 años de cárcel por trabajar clandestinamente para la inteligencia cubana, tendrá lugar el próximo 21 de julio.

De acuerdo a documentos de la corte y entrevistas realizadas por Martí Noticias el ex funcionario deberá comparecer en una audiencia judicial sobre la restitución de los daños causados a sus víctimas.

“Una sentencia federal tiene varios componentes. El primero es el tiempo a servir: en este caso es el tiempo máximo de 15 años a los dos cargos de los que él se declaró culpable: defraudar a los Estados Unidos y trabajar clandestinamente para un gobierno extranjero”, dijo Nelson Rodríguez Varela, abogado de Miami especializado en derecho penal y bienes raíces.

“La segunda parte de la sentencia es el tiempo en supervisión, que en su caso fueron tres años, y el tercer elemento es una multa de 500.000 dólares pagables al gobierno de Estados Unidos. Por último, la restitución en casos y cargos que ameriten restitución”, añadió.

En el momento de la sentencia a 15 años de prisión, impuesta por la jueza federal Beth Bloom, la fiscalía no tenía una lista de víctimas del trabajo de Rocha como agente del régimen cubano.

“La Corte no estuvo de acuerdo con que el único afectado fuera el gobierno federal y por eso ha puesto esta audiencia de restitución para identificar quiénes son las víctimas y a quiénes se le ordena la restitución”, explicó Rodríguez Varela.

Bajo los términos del acuerdo de culpabilidad, Rocha tiene que cooperar con el gobierno y aseguró que lo reparará como colaborador de las agencias de seguridad de EEUU.

"Asumo [plenamente] la responsabilidad por ello y acepto la sanción que debo pagar. Y lo que es más importante, estoy reparando, y seguiré reparando cuando sea necesario, el daño causado a través de mi colaboración incondicional con aquellos a quienes traicioné", dijo Rocha en la Corte, según reseña El Nuevo Herald.

Rodríguez Varela aseguró que la Corte buscará restituir el daño al gobierno de Estados Unidos con la devolución de todo el dinero devengado en las más de cuatro décadas de trabajo de Rocha para el régimen cubano.

“El gobierno le estuvo pagando como compensación por su trabajo mientras él violaba la confianza de Estados Unidos y cobró dinero sin estar trabajando a favor de los Estados Unidos. La Corte va a ordenar que todo ese dinero lo tenga que devolver”, dijo el abogado.

¿Además del gobierno quién más podría recibir compensación?

“La Corte va a querer saber quiénes fueron las otras víctimas en su trabajo como agente a lo largo de décadas: podrían ser, por ejemplo, los familiares de las víctimas de los Hermanos al Rescate o la familia de Oswaldo Payá”, indicó Rodríguez Varela.

El 24 de febrero de 1996 el gobierno de Cuba derribó sobre aguas internacionales dos aviones civiles de la organización humanitaria Hermanos al Rescate. La acción armada provocó la muerte de cuatro cubanoamericanos.

En el documento acusatorio contra Rocha aparece una declaración en la que el exdiplomático admite que "estaba a cargo" cuando ocurrió el derribo de las avionetas. Precisamente, entre 1995 y 1997 Rocha fue subdirector de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana. "Ese fue un tiempo de mucha tensión", reconoció al agente encubierto.

El líder opositor cubano Oswaldo Payá Sardiñas y el activista Harold Cepero, fallecieron en circunstancias no esclarecidas el 22 de julio de 2012, en una carretera de Bayamo, Granma, desde entonces su familia y reconocidas entidades internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, han señalado al régimen cubano responsable de estas muertes. La familia Payá ha demandado a Rocha civilmente.

¿Puede indemnizar Rocha económicamente a las víctimas?

Registros de la oficina del Secretario del Tribunal y Contralor de Miami-Dade, con fecha del 8 de febrero, reflejan que el acusado transfirió a su esposa, Karla Wittkop Rocha, el título de propiedad de cuatro apartamentos de lujo, valorados en 4 millones de dólares, que están ubicados en el Brickell City Center. Durante la audiencia de culpabilidad de Rocha también se conoció que había transferido dos cuentas bancarias a su esposa.

La jueza se mostró insatisfecha en ese momento por el acuerdo alcanzado por la Fiscalía. Las transferencias han hecho pensar a muchos si Rocha tendría la capacidad de afrontar las restituciones que le imponga la Corte.

“La Corte puede ordenar la restitución tenga él los fondos o no los tenga. Tenga él el dinero o no lo tenga, las víctimas tienen derecho a una restitución”, dijo Rodríguez Varela.

Según Rodríguez Varela, las transferencias que hizo Rocha a su esposa podrían ser consideradas ilícitas “al estar en función de evitar afrontar las restituciones”.

“Si las familias logran demostrar que Rocha tuvo un impacto en lo que sucedió con sus seres queridos podrían proceder contra esas propiedades en un juicio civil que no tendría nada que ver con esta sentencia”, añadió.

“Lo más importante en el caso de las víctimas es lograr demostrar a la Corte que Rocha escondió información al gobierno de Estados Unidos a favor del régimen cubano y que como resultado de sus acciones hubo daños y perjuicios a estas personas”, dijo el abogado.

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