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Cuba

Académica de EEUU explora las fronteras del arte y el activismo político en Cuba

Coco Fusco con el artista del performance y activista cubano Amaury Pacheco, del grupo Omni-Zona Franca, en Alamar, La Habana.
Coco Fusco con el artista del performance y activista cubano Amaury Pacheco, del grupo Omni-Zona Franca, en Alamar, La Habana.

En "Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba", la escritora y artista Coco Fusco resume décadas de estudio del ámbito cultural cubano.

La escritora y artista del performance Coco Fusco acaba de publicar el libro Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba (Tate Publishing, 2015), investigación que le valió el Primer Premio de Escritura sobre Arte, 2013 que otorga Absolut Vodka, una compañía con larga tradición de mecenazgo.

Libro de Coco Fusco "Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba". Tate Publishing, 2015.
Libro de Coco Fusco "Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba". Tate Publishing, 2015.

En entrevista con Martí Noticias, Fusco analiza parte de sus hallazgos al explorar la conducta del Estado ante los artistas que eligieron el performance para dialogar con su realidad más inmediata, las consecuencias de retar a quienes detentan el poder y la respuesta de las autoridades cubanas, muchas veces filtradas por instituciones culturales y comisarios de turno.

Coco Fusco, de madre cubana, llegó a Nueva York en 1960 y tiene un doctorado en Filosofía por Middlesex University (2007). Ha recibido diversas becas para el apoyo de su creación artística como Cintas 2014, Guggenheim Foundation 2013 y Fulbright 2013, entre otras. Es autora, además de Dangerous Moves: Politics and Performance in Cuba; English is Broken Here: Notes on Cultural Fusion in the Americas (1995); y de The Bodies that Were Not Ours and Other Writings (2001).

¿Qué camino recorriste para analizar la fricción entre una producción artística como el performance y los mecanismos de contención del Estado cubano? ¿Qué te animó a emprender este "viaje"?

La profesora Coco Fusco con los artistas cubanos Zaida del Río, Consuelo Castañeda, Magdalena Campos y Silvia Gruner en La Habana en 1989.
La profesora Coco Fusco con los artistas cubanos Zaida del Río, Consuelo Castañeda, Magdalena Campos y Silvia Gruner en La Habana en 1989.

Yo llevo más de 30 años estudiando la política cultural en Cuba. He viajado a Cuba desde los años 80 con mucha frecuencia, he podido observar el desarrollo de la plástica en la isla y he tenido muchas oportunidades de discutir con (y aprender de) los artistas e intelectuales cubanos dentro y fuera de la isla. Soy hija de una guantanamera, soy artista y escritora, y profesora universitaria. Como artista, hago performance y video y como investigadora he escrito sobre el performance en América Latina, los debates poscoloniales y las políticas culturales. Me interesa el performance en Cuba porque es un campo muy rico, y muy significativo, y ha servido a muchos artistas como laboratorio.

En 2013 gané el primer Premio de escritura sobre el Arte de Absolut, la prestigiosa empresa de Vodka. El premio incluye apoyo financiero para producir un libro. Gracias al premio tuve la oportunidad de hacer un libro bien ilustrado.

Organismos culturales como la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Asociación Hermanos Saíz (AHS) o el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP) han sido "vendidos" como un tamizador entre los artistas y las ordenanzas del Partido Comunista de Cuba (PCC). ¿En qué se aleja tu libro de este falso mensaje? ¿Hasta dónde tus fuentes consultadas y tus muestras nos pudieran llevar a una orilla distinta?

Bueno, técnicamente la UNEAC, AHS y CNAP sí son "filtros". Por ejemplo, la UNEAC debe "representar" los intereses del sector artístico pero no puede asumir una forma contestaria de expresarse, y tiene que apoyar las orientaciones del partido. Forman parte del sistema estatal y uno de sus objetivos es asegurar que las prácticas de las instituciones culturales y las manifestaciones artísticas representen una versión deseada (por el Estado) de la identidad cubana. Son organizaciones con deberes políticos, entre ellos está el mantenimiento del control sobre el sector artístico, la cooperación con los otros organismos, es decir con el PCC y el Ministerio del Interior. Esa cooperación se manifiesta de muchas maneras y no sólo se trata de la represión abierta.

Es importante entender cómo se manifiesta el poder del Estado y los discursos del Estado para comprender al arte cubano, que toma el poder como materia escultural.

Hay que recordar siempre que las instituciones no son monolíticas y las políticas culturales se implementan de manera subjetiva. A veces aparecen administradores y curadores en estas organizaciones que son más liberales y tratan de abogar a favor de los artistas en general –y en muchos casos ellos terminan expulsados de sus puestos–. A veces hay burócratas que solo apoyan a sus mafias. También hay personas que se especializan en vigilar al sector artístico, que están situadas dentro de estas instituciones. Yo hablo de todo esto en mi libro. Es importante entender cómo se manifiesta el poder del Estado y los discursos del Estado para comprender al arte cubano, que toma el poder como materia escultural. Obviamente se practica la censura en Cuba pero el poder no se reduce a la censura. La cooperación del sector cultural se genera a través de muchos métodos –y no todos son represivos–, algunos son seductores. Hay muchos artistas que han pensado y que siguen pensando que lograrán más a través de la cooperación y el silencio que a través de una postura contestaria. Hay muchos que traen el policía dentro de la cabeza.

¿A qué grado de dificultad te enfrentaste al rastrear las acciones de la movida cubana de los 80, el empuje de los 90 y esta última hornada? ¿Cómo jerarquizar tanta protesta y tanta sanción en un solo libro?

¡Me haces reír! No es tan difícil hacer una investigación sobre el arte en Cuba pero hay que conocer la historia y no depender sólo de las fuentes oficiales. Yo tengo 55 años de edad. Estuve en Cuba en los años 80. Conocí a muchos artistas en esa época. Yo estuve presente en algunos performances de esa época. También en los 90 vi muchas cosas durante mis visitas a Cuba y he seguido a los artistas que se exiliaron a México, España y Estados Unidos. Cuando empecé a preparar el libro, contacté a varios artistas y me contaron lo que hicieron, compartieron la documentación que tenían. Hay tres fotógrafos en Cuba –Arnaldo Roque, Gonzalo Vidal y Figueroa–, que estuvieron presentes en muchos performances de los 80 y tienen buenas imágenes.

Coco Fusco en un viaje a Cuba. Foto: Cortesía.
Coco Fusco en un viaje a Cuba. Foto: Cortesía.

En mi libro argumento que los artistas que empezaron a experimentar con el performance en los 80 fueron los primeros que plantearon que la expresión de la inconformidad en el espacio público podría ser entendido como un gesto cívico y estético, y no sólo como una manifestación criminal o antisocial. Mi metodología proviene de los estudios de la "performatividad". Por lo tanto, me interesa la expresividad corporal en relación con los discursos del Estado y no me limito al arte. En mi libro no hablo sólo de arte, hablo de conducta política, y de las "coreografías políticas" del Estado. Es decir, trato de explicar cómo una política de conducta que establece lo correcto e incorrecto se manifiesta, y lo que significa la politización de la conducta como expresión de la subjetividad "revolucionaria". A mis juicios, la buena conducta política en Cuba ha funcionado como una moneda –en el sentido que uno gana privilegios y bienes a cambio de su actuación política, y uno pierde acceso a esos privilegios si no muestra buena conducta–. Antes de la legalización de la divisa en el 93, ese sistema era más poderoso pero el concepto del estímulo todavía existe.

el disidente hoy día actúa para la cámara y, hasta cierto punto, busca confrontar al Estado abiertamente para crear imágenes de la represión que se pueden trasmitir fuera del país.

Hablo de las grandes movilizaciones, del trabajo voluntario, de las microbrigadas, de los actos de repudio, etc. También hablo de la conducta cómplice, de la participación en el sistema político por parte de un sector amplio de la población. Finalmente, explico cómo en los últimos años, la presencia de las cámaras en los móviles y las nuevas posibilidades de trasmitir la información rápidamente por internet han generado una cierta teatralización del activismo –es decir, el disidente hoy día actúa para la cámara y, hasta cierto punto, busca confrontar al Estado abiertamente para crear imágenes de la represión que se pueden trasmitir fuera del país–. Esta táctica fue usada en Estados Unidos en los años 60 durante el movimiento de derechos civiles, había que espantar a los americanos del Norte para que dejaran de ignorar la represión racista.

Luego de años de producción "performática" establecida (programas, sedes, aprobación estatal) aparecen gestos disidentes que van a la par de la conducta artística (Damas de Blanco, la banda Porno para Ricardo, el movimiento bloguer, Danilo Maldonado "El Sexto", etc. ¿Cuál es tu criterio para analizar y criticar la protesta pública junto al performance artístico?

Bueno, en mi libro trato de hacer una especie de arqueología de la conducta correcta e incorrecta. El performance fue visto originalmente como una manifestación de conducta impropia. En los 80, los artistas "oficiales" (miembros de la UNEAC, AHS, etc.) que trataban de hacer performances en las calles fueron vistos como locos, como inconformes, como problemáticos y en algunos casos como disidentes. Sus planteamientos artísticos eran a la vez argumentos políticos –abogaban por la independización del artista del control institucional–, buscaban un diálogo directo con el público, querían abrir debate sobre temas políticos al aire libre sin intervención de los burócratas y sus obras criticaban al Estado de muchas maneras. O sea, no tiene sentido separar el arte del activismo, aunque sí había artistas que estaban en contra de esa mezcla.

Como acabo de mencionar más arriba, la presencia de tantas cámaras, los móviles y el acceso al internet han generado una tendencia teatral en el activismo en los últimos años. En las décadas anteriores, el activismo cívico existía, pero no se filmaba y no se enfocaba en la comunicación visual. La expresión de la disidencia era más verbal que visual, más textual que dramática.

El análisis de la censura en Cuba ha contado con los estudios y acercamientos de Gerardo Mosquera, Rafael Rojas, A. J. Ponte, Duanel Díaz, y otros. Al parecer tu propuesta es que la respuesta del autoritarismo ha funcionado como dinamo para la creación artística. ¿Cómo pudiste rastrear algunas de estas evidencias?

Prefiero evitar el uso de términos como el autoritarismo porque, primero, muchos artistas no plantearon su visión de esa manera y también porque es muy fácil caer en la trampa de los estereotipos en vez de analizar la situación cubana. Me gusta hacer referencia a los conceptos de Michel Foucault, que nos enseñó que el poder tiene muchas caras y muchas maneras de expresarse y de lograr la cooperación del individuo. Hay muchos ejemplos en la historia de las respuestas creativas a los gobiernos que monopolizan el poder. Yo trato de entender cómo la situación cubana se parece o se diferencia de otros ejemplos.

La cultura ha servido al Estado cubano para dar una imagen al mundo de un Estado liberal e ilustrado

Llevo 30 años estudiando el arte cubano. Conozco a muchos artistas, hice muchas entrevistas para mi libro y leí todo lo que pude encontrar sobre el arte cubano en inglés y en español. Así pude rastrear las evidencias. Piense lo que piense del sistema político cubano, hay que entender que Cuba es una gran potencia cultural y la promoción del arte ha formado parte de su proyecto político de presentar a la revolución como un laboratorio creativo. La cultura ha servido para dar una imagen al mundo de un Estado liberal e ilustrado.

Y también muchos artistas cubanos han reconocido que logran más visibilidad dentro de Cuba que fuera, así que a veces resulta conveniente cooperar con el sistema. Por eso los únicos artistas que se asocian con la disidencia son los que han sido abiertamente rechazados por el Estado. Radio Martí se enfoca en las fuerzas represoras del Estado, pero en mi vida profesional circulo en el mundo del arte en el mundo académico. En esos contextos, la gente no deja de ser maravillada por el arte cubano, por la sofisticación de sus creadores y la calidad de la enseñanza.

¿En qué medida el deshielo anunciado el pasado 17-D pudiera oxigenar las pequeñas cuotas de libertad artística que existen en Cuba sin que cambien los mecanismos de contención? ¿Cuáles son tus expectativas?

No creo que haya cambiado mucho en Cuba. Hasta ahora, las reformas raulistas se limitan al campo económico con la excepción de la eliminación de las visas de salida. Estados Unidos no está presionando a Cuba con respeto a la libertad de expresión –los temas en las negociaciones son otros y Cuba ha dicho claramente que no acepta interferencia en sus asuntos nacionales. Me parece absurdo la reacción de los americanos que en general piensan que la apertura de las embajadas o la llegada de turistas va a catalizar un cambio político. Eso es la prueba de la soberbia del americano. El discurso oficial de Cuba en el campo político sigue igualito que antes.

Pienso que el Estado quiere perpetuarse y que busca la manera de alterar su economía para mantenerse en el poder.

Siga a Luis Felipe Rojas en @alambradas.

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Los Santos de Hialeah: La iglesia Lukumí cubana que llegó a la Corte Suprema (VIDEO)

Los Santos de Hialeah es una serie audiovisual que narra la batalla legal que enfrentó durante la década del 90' a la Iglesia Lukumí Babalú Ayé contra el gobierno de la ciudad de Hialeah y otros grupos protectores del bienestar animal como PETA y Humane Society.

Los practicantes de la religión Lukumí buscaban defender su derecho a sacrificar animales como parte de sus rituales religiosos. Sin embargo, las leyes de Hialeah les prohibían esta práctica, considerándola como un acto de crueldad animal.

La iglesia desafió esta prohibición, argumentando que violaba su derecho a la libertad religiosa, protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza que el Congreso no puede crear ninguna ley que establezca una religión oficial o prohibir el libre ejercicio de una religión en particular. Esta enmienda protege la libertad de expresión, de prensa, de reunión, y el derecho de solicitar al gobierno compensación por agravios.

El caso de los santeros cubanos llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1993, donde se dictaminó a favor de la iglesia lukumí (también se escribe lucumí), sentando un precedente importante para la protección de la libertad religiosa.

La serie cuenta con los valiosos testimonios de los protagonistas implicados en el caso: Oba Ernesto Pichardo, cofundador y presidente de la Iglesia Lukumí Babalú Ayé en Hialeah; Lázaro Cuesta, sacerdote de la religión Lukumí; Jorge Duarte, abogado del caso, Thomas Wenski, arzobispo de Miami; y Raúl Martínez, ex alcalde de Hialeah entre 1981 y 2005.

La investigación de Martí Noticias incorpora el valioso aporte de las periodistas Ileana Bravo y Aminda (Mindy) Marqués; quienes cubrieron esta disputa legal desde su desarrollo inicial hasta su triunfo en la Corte Suprema de los Estados Unidos.

La victoria del caso Church of Lukumi Babalu Aye, Inc. v. City of Hialeah es un ejemplo de cómo las comunidades minoritarias pueden luchar por sus derechos y lograr cambios en los Estados Unidos.

Los Santos de Hialeah
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Niegan régimen de mínima severidad al joven preso del 11J Ángel Jesús Veliz Marcano

Angel Jesús Véliz Marcano y su madre, Ailex Marcano. (Facebook/Ailex Marcano Fabelo)
Angel Jesús Véliz Marcano y su madre, Ailex Marcano. (Facebook/Ailex Marcano Fabelo)

Las autoridades del penal de Kilo 9, en la provincia de Camagüey, negaron el cambio a un régimen de menor severidad al preso político cubano Ángel Jesús Veliz Marcano.

Su madre, Ailex Marcano, dijo a Martí Noticias que ni a ella ni a su hijo le han dado una explicación sobre las razones de la negativa. "Ellos siempre dicen que tiene un comportamiento adecuado, que está tranquilo", comentó.

Hace más de una semana, Veliz Marcano tuvo una visita en el penal y los oficiales quedaron en darles una respuesta pero hasta el momento no han dicho nada.

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En octubre pasado al joven también le fue negado el cambio de medida por una supuesta indisciplina.

Ángel Jesús Veliz Marcano, de 29 años, fue condenado a seis años de privación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021.

Su madre ha denunciado en múltiples ocasiones malos tratos contra su hijo en la cárcel y negación de atención médica cuando la ha necesitado, además de amenazas por parte de los oficiales del penal.

Ailex Marcano también ha sido objeto de hostigamiento por exigir la libertad de su hijo. En varias ocasiones la policía la ha detenido y amenazado.

Esta semana también le fue negado el cambio a régimen de mínima seguridad al preso político José Alejandro Rodríguez Gelín, de 24 años.

El joven cumple una sanción de cinco años de privación de libertad por cargos de instigación a delinquir y desorden público tras su participación en las protestas en Jovellanos, provincia de Matanzas.

Al cierre del mes de marzo, la organización Prioners Defenders registraba 1092 prisioneros ppolíticos y de conciencia en la isla.

Consejo de Relatores de Derechos Humanos en Cuba denuncia el caso de tres presos políticos

Taimir García fue condenada a cinco años de privación de libertad por respaldar a un trabajador independiente en Las Tunas.
Taimir García fue condenada a cinco años de privación de libertad por respaldar a un trabajador independiente en Las Tunas.

El Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba, a través del abogado Juan Carlos González Leyva, ha denunciado la situación de tres presos políticos: Taimir García Meriño, Eglis Heredia Rodríguez y Jorge Cervantes.

La presa política, residente de Victoria de las Tunas, fue condenada en el mes de marzo de 2022 a cinco años de prisión por los presuntos delitos de atentado, desórdenes públicos y desacato. La mujer encarcelada por respaldar a un trabajador independiente, a quien inspectores estatales y agentes policiales imponían una elevada multa por vender plantas medicinales, se encuentra recluida en la prisión Granja Cinco en Camagüey.

“Taimir padece de seis enfermedades en estos momentos, muchas de ellas en crisis casi el mes completo. El año anterior fue diagnosticada con la vesícula acodada y ahí estamos esperando todavía que a la dictadura le dé la gana de llevarla a un salón de operaciones. Y bueno de las otras enfermedades, de la presión, de la diabetes... El medicamento hemos tenido que comprarlo en la calle, a altos precios, para poder mantenerla a ella con vida ahí en prisión, debido a que ellos no tienen medicamentos para los encarcelados”, advirtió Holmis Rivas Carmenate, el esposo de la activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).

En el caso de Eglis Heredia Rodríguez, recluido en la cárcel de Boniato, en Santiago de Cuba, tras ser condenado en 2014 por el delito de atentado, el relator dijo que estaba "muy enfermo y sin asistencia médica para un cáncer de garganta muy avanzado que le impide hablar".

"Está extremadamente delgado debido a la hambruna y sufriendo malos tratos a manos de la guarnición de ese centro carcelario", agregó González Leyva.

Heredia Rodríguez había sido excarcelado con una licencia extrapenal por un cáncer que sufre en la laringe, pero esta medida fue revocada porque continuó con su activismo.

De acuerdo con el reporte de varios familiares y compañeros de prisión, la policía política le impide las visitas familiares.

Activistas y familiares denuncian las críticas condiciones que sufren los presos en las cárceles.
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También el Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba denunció que el opositor de la UNPACU, Jorge Cervantes, fue trasladado de la cárcel de Aguadores, en Santiago de Cuba, para la prisión de máxima seguridad de Boniato, en la misma provincia, luego de protestar en huelga de hambre por varios días.

Cervantes está detenido desde el 12 de marzo y actualmente está bajo investigación por delitos contra la Seguridad del Estado.

En su caso aún no se ha hecho una petición fiscal.

"Jorge no acepta abogados porque él dice que eso es por gusto, al pasarse de los 10 días en huelga de hambre en Aguadores lo pasaron para Boniato”, dijo Gretchen Alfonso Torres, esposa del activista.

Un total de 19.571 cubanos entraron por frontera a EEUU en marzo

En el primer semestre del actual año fiscal han llegado 126.517 cubanos a la frontera. (AP/Archivo)
En el primer semestre del actual año fiscal han llegado 126.517 cubanos a la frontera. (AP/Archivo)

Un total de 19.571 migrantes cubanos llegaron a la frontera de Estados Unidos en marzo pasado, una ligera disminución respecto a febrero (20.815), según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU (CBP por sus siglas en inglés).

La mayoría de los migrantes, 13.411, entraron por los diferentes puntos de la frontera sur; y el resto por vía marítima.

Solo México (67.026) y Venezuela (21.367) superaron a Cuba en la entrada de migrantes en ese periodo. El éxodo masivo de ciudadanos de la isla que comenzó en diciembre de 2021, cuando Nicaragua eliminó el requisito de visado para los cubanos, se ha mantenido imparable desde entonces.

Según CBP, en marzo llegaron 110 menores cubanos no acompañados, la menor cifra registrada desde septiembre de 2023. En los últimos seis meses, el total ha ascendido a 791.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) registró en marzo la llegada de de 19,571 cubanos a las fronteras de EEUU.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) registró en marzo la llegada de de 19,571 cubanos a las fronteras de EEUU.

"CBP continúa trabajando estrechamente con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. (ICE) y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los EE. UU. (USCIS) para procesar rápidamente a las personas encontradas en la frontera y expulsar a aquellos que no establecen una base legal para permanecer en los Estados Unidos", recoge el comunicado.

La llegada de migrantes cubanos en el primer semestre del actual año fiscal, que comenzó en octubre pasado, alcanzó los 126.517.

Además de las detenciones en frontera, los datos de CBP recoge el número de cubanos que llegó a Estados Unidos a través del programa de parole humanitario, aprobado por Joe Biden en enero de 2023.

"Hasta finales de marzo, un total de 404.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos llegaron legalmente en vuelos comerciales y se les concedió la libertad condicional bajo estos procesos", destaca el documento. En el caso de los cubanos, fueron aprobados hasta esa fecha 86.000.

“Le colocan un machete en el cuello y le quitan la mochila": activistas denuncian agresión y robo a su hijo

Unidad Territorial de Investigación Criminal y Operaciones, perteneciente a la PNR
Unidad Territorial de Investigación Criminal y Operaciones, perteneciente a la PNR

El 2024 despunta como otro año marcado por la inseguridad ciudadana y las quejas de la población por la indolencia policial ante los delitos, afirmó este miércoles a Martí Noticias la activista Marthadela Tamayo, cuyo hijo fue agredido con el propósito de robarle la mochila que portaba.

El adolescente de 16 años, Miguel Alfredo Santana Tamayo, fue amenazado con un machete, alrededor de las 2 de la tarde de este miércoles, muy cerca de su casa ubicada en el Reparto Casino del municipio habanero Cerro.

“Le colocan un machete en el cuello y le quitan la mochila. El ladrón se dio a la fuga”, relató Osvaldo Navarro, esposo de Marthadela Tamayo y padrastro del muchacho atacado.

“Nos dirigimos a la estación más cercana, la que queda en Calle Blanquita y Entrada en Casino Deportivo”, añadió.

El oficial alegó que esa unidad se había convertido en un centro de reunión de los jefes de sectores, que no registra denuncias, por lo que debían dirigirse a la 4ª. unidad del Cerro.

“La 4ª. del Cerro es bastante lejos de aquí, de la casa, aproximadamente unos 25 minutos en transporte público y en La Habana no hay transporte público”, precisó Tamayo.

La familia que acudió a las autoridades policiales a reportar el asalto, lejos de ver atendida su demanda, se sintió en peligro:

“Nosotros insistimos que al menos habría que tramitar algo referente a lo que había pasado, en una llamada o un documento, llamar a una patrulla, pero en vano. Se acaloró la discusión, fuimos maltratados. [El oficial] trató de intimidarnos con levantarnos un acta de advertencia a cada uno, incluyendo a Miguel Alfredo que, según dijo, ya tiene edad para responder ante la Ley”, aseveró Navarro.

“Todos presenciamos la dejadez con la que el [agente policial] trató el asunto y esa es la realidad de este país. Actualmente recurrir a cualquier instancia policial equivale a poca atención o casi ninguna. Los asaltos siguen en aumento y nosotros en este momento lo estamos viviendo en carne propia, aunque somos conscientes y venimos denunciando desde hace mucho tiempo toda la violencia que está presente en las calles, en los barrios, en las comunidades a lo largo y ancho de la isla”, recalcó Navarro.

No obstante, el régimen indica que “la difusión de información y noticias falsas” pretende crear una percepción de inseguridad en la población”, que no es real.

En ese sentido, la feminista subrayó: “Estoy no solo hablando como activista, estoy hablando como madre. Mi hijo fue víctima de un acto violento ocurrido en los bajos de nuestra casa, y nosotros fuimos maltratados por el policía al que acudimos buscando protección, pero que se puede esperar si dentro de una estación de policía ocurrió un feminicidio”.

En febrero de 2023, Leidy Bacallao, de 17 años, fue asesinada a machetazos en una estación de policía adonde había acudido a refugiarse en el poblado Camalote, del municipio camagüeyano Nuevitas.

Más tarde, la familia se presentó en la 4ª. unidad de la Policía, donde le tomaron declaraciones y le solicitaron a Miguel Alfredo hacer un retrato hablado porque pareciera que [el delincuente] es alguien del barrio.

“Y eso es lo que sí me preocupa, porque si es una gente de la zona se llevó la libreta de abastecimiento que identifica a uno, y eso sí me inquietaría muchísimo más”, lamentó Tamayo.

Una encuesta de la revista oficialista Bohemia reveló en noviembre de 2023 que no todos los perjudicados hacen denuncias en la policía, y que la mayoría de las reclamaciones no se han solucionado favorablemente.

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