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Mitos de viajes a Cuba y encuestas sobre el embargo


Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana (Cuba).
Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana (Cuba).

Para la mayoría de los cubanoamericanos nacidos en Estados Unidos, el tema de Cuba tiene menos importancia que para sus padres. Pero eso no quiere decir que van a abogar para que se levante el embargo.

Perdonen mi escepticismo.


Sencillamente no creo en la veracidad de las recientes encuestas que dan la impresión que los cubanos americanos ya están de acuerdo con levantarle el embargo estadounidense a Cuba, ni creo que los millonarios cubanos que viajan a Cuba van a poder hacer negocios con el gobierno de los hermanos Castro.

Nada de lo que ha sucedido en las últimas semanas es nuevo. Ya a principios de siglo otro millonario habló de mejorar las relaciones con Cuba y una encuesta pagada por el grupo que él presidía también decía que los exiliados habían moderado sus ideas con respecto al gobierno comunista de Cuba.

La encuesta a la que me refiero la hizo Bendixen y Asociados para un grupo llamado Cuban Study Group, presidido por Carlos Saladrigas. No dudo de la integridad de la encuesta ni de las intenciones de Saladrigas. La encuesta fue rigurosa. Y Saladrigas lleva más de una década predicando un acercamiento con Cuba.

Es fácil de explicar la diferencia entre lo que quería Saladrigas y lo que decía la encuesta, con la realidad. En ambos casos la encuesta y Saladrigras hablaban de una comunidad exiliada que cambiaba. Los exiliados históricos, los más renuentes al cambio, envejecían y morían. Ellos eran reemplazados – en cuestión de números – por los nacidos en este país de padres cubanos y los que comenzaron a llegar a Estados Unidos después de la década de los 90.


Los cubanoamericanos

Para la mayoría de los cubanoamericanos nacidos en Estados Unidos, el tema de Cuba tiene menos importancia que para sus padres. Pero eso no quiere decir que van a abogar para que se levante el embargo. A la hora de votar ellos lo hacen por los mismos temas que motivan al votante estadounidense. Aunque digan que están en contra del embargo, eso no los motiva a votar por uno u otro candidato.

A la vez, los que han llegado de Cuba en los últimos 25 años, pecan de apatía política. No les interesa mucho ni la política en Cuba ni la de Estados Unidos. Ellos quieren venir, trabajar y ganar dinero en Estados Unidos para poder volver a la isla a visitar a sus familiares o para mandarles remesas a ellos. Para eso estos inmigrantes cubanos no necesitan la ciudadanía norteamericana. Ellos quedan satisfecho con la residencia que Estados Unidos le otorga a los cubanos al año y un día de haber entrado legalmente al país.

Por eso es que a pesar de las encuestas los políticos cubanoamericanos continúan respaldando el embargo. Los políticos saben más de encuestas que el público en general. Por eso es que tanto los congresistas republicanos del sur de la Florida como los demócratas de esta zona y de Nueva Jersey; todos continúan apoyando el embargo.

La ley es la ley


Hay diferencias sutiles entre lo que piensan y dicen los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart y lo que dicen sus colegas demócratas Joe García del sur de la Florida y Albio Sires de Nueva Jersey. Todos, sin excepción están en contra de levantar el embargo.

Pero hay algo aún más importante. El Senador Bob Menéndez (D –N.J.), preside la importante Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Todo intento por cambiar la ley tiene que pasar por su comité y Menéndez lo ha dicho muchas veces – él está en contra de levantar el embargo y no permitiría que por su comité pasara ninguna ley contraria a como él piensa.

También hay que decir que pese a las suspicacias de muchos republicanos, la realidad es que el Presidente Barack Obama también está en contra del levantamiento del embargo. Para cambiar de opinión el gobierno cubano debe tener elecciones democráticas pluripartidistas; permitir la libertad de expresión y respetar los derechos humanos de los cubanos.

Por todas estas razones las encuestas realizadas en el 2001 y la de este mes realizada por el Atlantic Council suenan bonito pero no se han convertido en realidad.

En cuanto a los viajes…


Tanto de Alfy Fanjul recientemente, como los de Saladrigas por más de 10 años son importantes desde el punto de vista emocional. Los cubanos siempre recordamos Cuba y quisiéramos poder ir regularmente. Pero la gran mayoría de los primeros exiliados no lo hacen mientras los Castro estén en el poder.

Saladrigas ha logrado ayudar a Caritas, la organización caritativa de la Iglesia Católica en Cuba, y también aboga por ayudar a los cuentapropistas. Ambos son logros loables. Pero ni Saladrigas y ni Fanjul han logrado hacer negocios con el gobierno de Cuba.

Yo no tengo problema con que Saladrigas y Fanjul viajen a Cuba. Yo fue dos veces a la isla en 1978 como periodista. Nunca más me han dado visa. Como profesional siempre estoy dispuesto a viajar. No así en forma personal.

Pero no juzgo. Cada uno que se guíe por su conciencia.

Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección electrónica es:
Guimar123@gmail.com
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