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US Open: Djokovic se cita con Cilic en semifinales

Novak Djokovic.
Novak Djokovic.

Hoy se disputarán dos partidos de cuartos de final: Stan Wawrinka vs Kevin Anderson, y Roger Federer vs Richard Gasquet.

El serbio Novak Djokovic ganó los primeros cinco games de su partido contra el español Feliciano López en el Abierto de tenis de Estados Unidos. Todo parecía sencillo para el número uno del tenis masculino.

Pero el rumbo del duelo de cuartos de final dio un giro súbito: López quebró de entrada en el segundo set, ganó el parcial para nivelar las acciones. Djokovic se exasperó, desgarró su camiseta y vociferó contrariado.

Así se pone Djokovic cuando las cosas no le salen, pero él sabe ingeniárselas para salir bien librado. Y acabó imponiéndose 6-1, 3-6, 6-3, 7-6 (2) ante su rival zurdo en un partido que acabó poco después de la 1 de la madrugada del miércoles.

Marin Ciric.
Marin Ciric.

El triunfo catapultó a Djokovic a las semifinales del viernes de Flushing Meadows por novena edición consecutiva.

"Fue frustrante a ratos", reconoció Djokovic. "Pero se trata de un partido de cuartos de final de un Grand Slam. Es lo normal".

A sus 33 años, López quedó varado a las puertas de su primera semifinal en una de las grandes citas. Con este suma cuatro intentos fallidos, los otros tres en Wimbledon.

Se quedó con la sensación de que pudo haber hecho algo más: "Durante muchos ratos he llevado al número uno a una situación complicada".

López se asombró con su reacción: "Con el 4-0 abajo, no veía la manera de ganar mi saque. Me metía todos los restos, la verdad he hecho el break en el segundo y todo ha sido diferente. Poco a poco fui jugando mejor. De lo que parecía un ciclón, fue otra dinámica", resaltó.

Pese a su regularidad en los últimos días del US Open, Djokovic sólo ha ganado una vez el título en el cemento de Nueva York. Sus otros ocho títulos los atrapó en el Abierto de Australia (5) y Wimbledon (3).



En las semifinales del viernes, Djokovic se enfrentará al vigente campeón Marin Cilic. El noveno preclasificado desperdició cinco bolas de partido, pero al final venció 6-4, 6-4, 3-6, 6-7 (3), 6-4 al francés Jo-Wilfried Tsonga.

"Fue una guerra mental, especialmente tras perder el cuarto set", describió Cilic tras la que fue su 12ma victoria seguida en Flushing Meadows.

Djokovic nunca ha perdido en los 13 partidos que ha disputado contra el croata.

"Aquí en Nueva York fue en donde ganó su primer Grand Slam. Lleva sin perder 12 partidos, por lo que debe estar con mucha confianza", dijo Djokovic. "Y tiene un saque tremendo (...) un saque que lo saca de problemas".

Ronda tras ronda, Cilic se ha encargado de recordarle al mundo del tenis que es un campeón de Grand Slam, pese a que toda la atención de enfoca en Djokovic y en el suizo Roger Federer, la segunda mejor raqueta del mundo en este momento.

Hace un año, Cilic encadenó una seguidilla de victorias para consagrarse campeón. Como 14to cabeza de serie, lo hizo con tres victorias en sets corridos en las etapas decisivas: Tomas Berdych (7) en cuartos de final, Federer (3) en semifinales y Kei Nishikori (11) en la final.

Luego de perderse varios meses por una lesión en el hombro que le impidió competir en el Abierto de Australia, Cilic ha vuelto a exhibir en Nueva York un repertorio fundamentado en un contundente saque y una notable precisión para clavar su derecha.

El último que logró revalidar el título del US Open fue Federer dentro de su reinado entre 2004-08.

¿Se siente orgulloso y aliviado de haber podido llegado tan lejos en la defensa de su corona?

"Pues sí, usaría la palabra 'orgullo'. No emplearía la palabra 'alivio''', comentó. "Llegué al torneo sabiendo que puedo jugar bien aquí, que sólo necesitaba de unos cuantos partidos para entrar en ritmo y eso es lo que ha ocurrido".

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¿Estamos ante el ocaso del gran José Abreu o, una vez más, lo mejor está por venir?

José Abreu, de los Astros de Houston, camina hacia el dugout después de ser declarado out por strikes en la quinta entrada del juego contra los Rangers de Texas en Arlington, Texas, el 5 de abril de 2024. (Foto AP /Tony Gutiérrez)
José Abreu, de los Astros de Houston, camina hacia el dugout después de ser declarado out por strikes en la quinta entrada del juego contra los Rangers de Texas en Arlington, Texas, el 5 de abril de 2024. (Foto AP /Tony Gutiérrez)

Ahora mismo, el cubano José Abreu, primera base de los Astros de Houston, se ve perdido en el plato.

En 34 turnos al bate se ha ponchado 12 veces (35%), apenas ha ligado tres hits y exhibe un anémico average de .088, sin ninguna carrera impulsada.

Tan mal está el cienfueguero, que el manager Joe Espada ha optado por darle cada vez más tiempo de juego a Jon Singleton, un mediocre bateador de .169 de average en toda su carrera, e incluso, el martes envió al puertorriqueño Víctor Caratini como emergente por él en el décimo inning, con el juego empatado y la potencial carrera de la ventaja en segunda base.

Constantemente hace swings al aire a pitcheos fuera de zona y cuando hace contacto, los batazos llevan poca fuerza. De hecho, los tres imparables que tiene han sido todos sencillos.

Los abucheos de la fanaticada de Houston no se han hecho esperar y la pregunta es si debe uno preocuparse por semejante arranque de temporada de uno de los mejores bateadores cubanos que han pasado por Grandes Ligas en la última década.

Sí y no.

A lo largo de su carrera en las Mayores, Abreu se ha caracterizado por tener comienzos lentos, para luego calentarse a niveles extraordinarios en la medida en que avanza el calendario.

Cuando jugaba para los Medias Blancas de Chicago, donde pasó sus primeros nueve años, se le achacaban los malos inicios al frío que en abril todavía se siente en la llamada Ciudad de los Vientos, que, evidentemente, le afectaba al cubano de manera particular.

José Abreu (79), de los Astros de Houston es uno de los mejores bateadores cubanos que han pasado por Grandes Ligas en la última década. (Foto AP/Stacy Bengs)
José Abreu (79), de los Astros de Houston es uno de los mejores bateadores cubanos que han pasado por Grandes Ligas en la última década. (Foto AP/Stacy Bengs)

El año pasado, su primero de un contrato de tres campañas y 58.5 millones de dólares con los Astros, también tuvo una arrancada para el olvido, al punto de que la fanaticada y los medios de Houston pedían un canje para regresar al también cubano Yulieski Gurriel, firmado como agente libre por los Marlins de Miami.

No fue hasta junio que se calentó y comenzó a aportar lo que de él se esperaba, aunque al final, tuvo una de las campañas más flojas de su carrera, con apenas 18 cuadrangulares y 90 remolcadas.

Históricamente, Abreu ha tenido, entre finales de marzo, cuando comienza la temporada, y abril, números pobres.

Su average más bajo (.247) en comparación con los otros meses que dura la campaña, su menor cifra de hits (218), dobletes (42) e impulsadas (143), y la segunda más baja en bambinazos (38), con OBP de .315 y slugging de .430, también las más pobres a su haber.

Estamos hablando de un hombre que, a pesar de sus malos comienzos, promedia 30 vuelacercas y 109 empujadas por cada 162 juegos, con average de por vida de .285, OBP de .347, slugging de .492 y OPS de .839, lo cual dice a las claras cómo es capaz de calentarse en el resto de la temporada.

Si lo vemos así, no deberíamos preocuparnos por este momento por el que atraviesa el cienfueguero, pero…

El tiempo es implacable y su paso hace mella en la más afilada de las espadas.

Con los años no se pierde la fuerza, sino la aceleración del swing, lo que se traduce en malos contactos con la pelota.

Pasó con Gurriel, otro de los buenos de los últimos años, que incluso, ganó la corona de los bateadores de la Liga Americana en el 2021.

Sus últimos turnos con los Marlins en el 2023 fueron pobrísimos, como todas sus estadísticas. Después de la pasada campaña salió a la agencia libre y aún está en su casa, cada vez más cerca de anunciar su retiro.

En el caso de Abreu, lo preocupante no son sus números en sí, sino la delicadeza de sus conexiones.

En su carrera, el Hard Hit Rate (HarH%), que pide los batazos que salen a una velocidad de 95 millas por hora o más, es del 48.1%, muy por encima del promedio de todas las Grandes Ligas, que es de 38.8%.

En lo que va del 2024, el HarH% del cubano es de apenas 18.2 por ciento.

Sólo el 9.1% de sus batazos han salido de línea y por esa poca solidez, la mayoría de sus conexiones han sido de roletazos (31.8%) o inofensivos elevados (45.5).

En términos populares cubanos, se diría que le está dando a la pelota con un periódico enrollado en lugar de un bate.

Tal vez estamos asistiendo al ocaso de un hombre que logró casi todo en el béisbol, incluidos los premios de Novato del Año (2014) y Jugador Más Valioso (2020) en la Liga Americana, a pesar de haber llegado con 27 años cumplidos a la Gran Carpa.

O quizás esto es más de lo mismo y lo mejor del 2024 está por venir. A fin de cuentas, como decía Antonio Muñoz, “sólo los grandes bateadores caen en slump. Los malos entran, de vez en cuando, en buenas rachas”.

Epidemia de lesiones de lanzadores provoca enfrentamiento entre MLB y Sindicato de Peloteros

El bateador designado de Los Angeles Dodgers Shohei Ohtani (17) celebra después de conectar un doble contra los Chicago Cubs en Wrigley Field. (David Banks-USA TODAY Sports)
El bateador designado de Los Angeles Dodgers Shohei Ohtani (17) celebra después de conectar un doble contra los Chicago Cubs en Wrigley Field. (David Banks-USA TODAY Sports)

Un total de 205 jugadores estaban hasta este martes en las listas de lesionados de las diferentes organizaciones de Grandes Ligas, de los cuales 151 son lanzadores, 81 abridores y 70 relevistas.

Eso significa que los pitchers representan el 73.7% del total de jugadores lesionados, muchos de los cuales se perderán toda la temporada, tras someterse a cirugías del brazo que requieren varios meses de recuperación.

Las más comunes son lesiones del codo en el brazo de lanzar, que terminan casi siempre con la operación Tommy John, para reconstruir los ligamentos.

Entre los estelares que están en ese largo proceso de sanación figuran los dominicanos Sandy Alcántara y Eury Pérez (Miami Marlins), el japonés Shohei Ohtani (Los Angeles Dodgers), Shane Bieber (Cleveland Guardians) y Jacob deGrom (Texas Rangers).

Otros que no han pasado por el quirófano, pero no han podido debutar esta campaña son Justin Verlander (Houston Astros) y Gerrit Cole (New York Yankees).

El pitcher de los Dodgers de Los Ángeles Dustin May lanza durante la primera entrada del juego de las Grandes Ligas contra los Gigantes de San Francisco, el viernes 16 de septiembre de 2022, en San Francisco. (AP Foto/Tony Avelar)
El pitcher de los Dodgers de Los Ángeles Dustin May lanza durante la primera entrada del juego de las Grandes Ligas contra los Gigantes de San Francisco, el viernes 16 de septiembre de 2022, en San Francisco. (AP Foto/Tony Avelar)

Hay algunos que ya van por su segunda Tommy John, procedimiento que se ha convertido en algo tan habitual como tomarse una aspirina para un dolor de cabeza.

Es una epidemia que ha provocado un enfrentamiento –uno más- entre el Sindicato de Jugadores (MLBPA) y las Grandes Ligas, en busca de un culpable.

Los Astros, por ejemplo, tienen lastimados, en mayor o menor medida, a sus cinco serpentineros que se proyectaban para formar parte de su rotación abridora: Verlander, el venezolano Luis García, el mexicano José Urquidy, Lance McCullers y más recientemente, el dominicano Framber Valdez.

Tony Clark, líder de MLBPA, achaca la epidemia al reloj de pitcheo implementado por MLB la temporada pasada, que concedía 15 segundos a cada lanzador para realizar cada envío sin hombres en bases y 20 cuando había corredores en circulación. Este último tiempo se bajó este año de 20 a 18 segundos.

La respuesta de la Oficina del Comisionado rechazó de plano esa acusación y alegó que no existe ningún estudio que evidencie que lanzar con premura, medida adoptada para acelerar el ritmo de juego, sea la causa de la epidemia de lesiones.

Kyle Wright, abridor de los Bravos de Atlanta, lanza en contra de los Rockies de Colorado en la primera entrada del juego de béisbol del miércoles 31 de agosto de 2022, en Atlanta. Wright llegó a 17 victorias, líder de las Grandes Ligas. (AP Foto/Hakim Wright Sr.)
Kyle Wright, abridor de los Bravos de Atlanta, lanza en contra de los Rockies de Colorado en la primera entrada del juego de béisbol del miércoles 31 de agosto de 2022, en Atlanta. Wright llegó a 17 victorias, líder de las Grandes Ligas. (AP Foto/Hakim Wright Sr.)

El brazo humano no está diseñado para lanzar naturalmente una pelota de béisbol a 95, 100 y hasta 105 millas por hora.

Hacerlo requiere una carga física sobrehumana, lo que, unido a las rotaciones que se le da al hombro, el codo y la muñeca para los lanzamientos rompientes, son la tormenta perfecta para que se dañen los brazos.

¿Por qué unos sí y otros no? Es la naturaleza humana. No todas las personas responden igual, como mismo pasa con las enfermedades, algunos las contraen y otros se mantienen inmunes.

Ahí está el cubano Aroldis Chapman, el hombre que más duro ha tirado una pelota en la historia (105.8 mph), quien lleva 15 temporadas imprimiéndole tres dígitos a su bola rápida, como si nada.

La causa hay que buscarla quizás en este béisbol moderno, donde a los aspirantes a firmar contratos profesionales como serpentineros se les exige, como condición primera –y casi única- tirar duro.

Mientras más fuerte lance un jovencito de 16, 17 años, más chance tiene de ser captado por una organización profesional. Lo demás se enseña por el camino, dicen.

Johnny Cueto, de los Gigantes de San Francisco, lanza contra los Diamondbacks de Arizona, en la cuarta entrada del juego de las Grandes Ligas, en San Francisco, el jueves 30 de septiembre de 2021. (AP Foto/Jed Jacobsohn)
Johnny Cueto, de los Gigantes de San Francisco, lanza contra los Diamondbacks de Arizona, en la cuarta entrada del juego de las Grandes Ligas, en San Francisco, el jueves 30 de septiembre de 2021. (AP Foto/Jed Jacobsohn)

Con ese criterio, hoy nadie firmaría a Greg Maddux, uno de los más excelsos lanzadores que haya pasado por Grandes Ligas y cuya velocidad no excedía de las 89 mph.

“Creo que el juego ha cambiado mucho, sería más fácil echarle la culpa al reloj de lanzamiento, pero en realidad, todo influye un poco. Lo más importante es que el estilo de lanzamiento ha cambiado mucho, todos están lanzando igual de fuerte, como puedan y hacer girar la pelota lo más fuerte que puedan. Es un arma de doble filo”, dijo Verlander a una emisora local de Houston.

El sindicato busca un culpable por aquello de tener que defender la salud de sus afiliados.

Pero, por otro lado, los dueños de equipos sufren con cada lesión, porque conlleva un costo económico millonario en salarios que deben pagar por peloteros que están fuera de acción.

Olvídense si esos sueldos los cubre un seguro. Al final, es dinero que sale del bolsillo de las franquicias.

Nadie tiene la verdad sobre el tema. Pero lo cierto es que existe un problema que crece cada día como una avalancha de nieve y no se sabe a dónde va a parar.

El cubano de la semana: Yordán Álvarez

Álvarez fue el mejor cubano en las Grandes Ligas en la semana del 1 al 7 de abril / Foto: Jerome Miron-USA TODAY Sports
Álvarez fue el mejor cubano en las Grandes Ligas en la semana del 1 al 7 de abril / Foto: Jerome Miron-USA TODAY Sports

Anoten este nombre, porque lo vamos a ver varias veces a lo largo de la temporada: Yordán Álvarez, el poderoso jardinero de los Astros de Houston, fue el mejor cubano en las Grandes Ligas en la semana del 1 al 7 de abril.

En los últimos siete días, Álvarez disparó ocho imparables en 22 turnos, para averagde 364, con un doblete, tres cuadrangulares, tres carreras anotadas, seis impulsadas y promedio de slugging de .818.

Los batazos de Air Yordán fueron fundamentales en dos de las primeras tres victorias de los Astros en la temporada.

Una fue el pasado miércoles, 8-0, sobre los Azulejos de Toronto, frente a los cuales el tunero despachó dos bambinazos y remolcó tres carreras.

Y la otra ante los campeones Rangers de Texas el domingo, 3-1, al sacar la pelota con dos corredores en circulación para empujar todas las carreras de su equipo.

Álvarez había tenido un inicio lento de campaña, pero rápidamente hizo los ajustes y ya va encontrando su habitual ritmo en la caja de bateo.

Otro que tuvo una semana poderosa fue el avileño Adolis García, de los Rangers, al ligar siete cohetes en 24 oportunidades, para average de .292, con un biangular, par de bambinazos, siete impulsadas y slugging de .583.

“El Bombi”, además, le rompió el domingo el juego sin hits, ni carreras, que iba lanzando el derecho dominicano Ronel Blanco, de Houston, al pegarle cañonazo de hit en el sexto inning

García encabeza la Liga Americana en carreras impulsadas, con 11, en tanto va segundo en jonrones, con cuatro, aunque con una preocupante tendencia a poncharse también y ya va por 13 en apenas 37 turnos.

De buena semana disfrutó también Yoán Moncada, de los Medias Blancas de Chicago, al conectar siete hits en 20 ocasiones, para average de .35, con par de dobletes y slugging de .450.

Moncada además negoció cinco boletos, aunque abanicó en seis turnos y se acerca cada vez más al millar de chocolates en su carrera, pues ya anda por 917 en 2,786 turnos, para una tasa de ponches del 33 por ciento de sus veces al bate.

Y el lanzallamas holguinero Aroldis Chapman mantiene inmaculado su inicio de temporada y esta semana fue llamado tres veces desde el bullpen de los Piratas de Pittsburgh.

En total, Champan trabajó un inning y dos tercios sin permitir libertades y de los cinco outs que sacó, tres fueron por la vía de los strikes.

Además, se apuntó el primer salvamento de la campaña y el número 322 de su carrera.

En lo que va del 2024, el zurdo ha trabajado 3.2 entradas sin permitir hits y su efectividad permanece intocable en 0.00, con apenas una base por bolas.

Frío, frío

El jardinero de los Diamondbacks de Arizona Lourdes Gurriel Jr. fue de una semana a otra de lo sublime a lo ridículo.

Seleccionado como Mejor Jugador de la Liga Nacional la semana anterior, esta vez se le congeló el bate, principalmente, durante la serie en la que su equipo perdió dos de tres juegos ante los Yankees de Nueva York.

Ante los Yankees se fue en blanco en 13 turnos, aunque luego reencontró el camino en la segunda parte de la semana, contra los Bravos de Atlanta.

En total, Yunito se fue de 25-5 (.200) y par de ponches, luego de reventar la liga en la primera semana de la campaña.

Otro que tuvo una semana para el olvido fue el pinareño Randy Arozarena, de los Rays de Tampa Bay.

“El Charro de Vueltabajo” sólo ligó dos hits, ambos sencillos, en 20 viajes al plato (.200), con seis ponches.

Y el cienfueguero José Abreu no acaba de carburar en este comienzo de temporada con Houston.

En 16 turnos, Abreu apenas consiguió dos sencillos (.125) y abanicó en seis oportunidades. En lo que va del 2024, “Pito” lleva de 28-2 (.071), con nueve ponches.

Cubanos en Grandes Ligas: Yordán Álvarez

En 11 series de postemporada, Yordán Álvarez batea para .295 / Foto: Eric Christian Smith (AP)
En 11 series de postemporada, Yordán Álvarez batea para .295 / Foto: Eric Christian Smith (AP)

Yordán Álvarez (Las Tunas, 27 de junio de 1997) podría convertirse en el mejor bateador nacido en Cuba que haya pasado por las Grandes Ligas.

Con un sistema de bateo que le ha merecido comparaciones de los expertos con el mismísimo Barry Bonds, Álvarez debutó con apenas 16 años en la Serie Nacional cubana de 2013-2014 y salió de la isla en 2016, en busca del sueño de jugar en la MLB.

Estableció residencia en Haití y ese mismo año fue firmado como agente libre internacional por los Dodgers de Los Ángeles, equipo que no tuvo la visión de futuro del diamante en bruto que acababa de contratar.

Poco después, fue canjeado a la organización de los Astros de Houston por el lanzador Josh Fields (¿alguien se acuerda de él?), en uno de los peores errores gerenciales en la historia de los Dodgers.

Tres años después, en 2019, hacía su entrada en las Mayores con la fuerza de un huracán categoría 5. Desde entonces, no se ha cansado de repartir batazos de todas dimensiones.

A pesar de jugar sólo 87 partidos, poco más de la mitad de la temporada de 162, fue nombrado por unanimidad Novato del Año de la Liga Americana, al despachar 27 jonrones y remolcar 78 carreras en 313 turnos, con average de .313 y un OPS de 1.067.

Una lesión en la rodilla lo limitó a dos juegos en la temporada del 2020, recortada a 60 partidos por la pandemia del Covid-19, pero en 2021 regresó por sus fueros, al despachar 33 vuelacercas y empujar 104 carreras en 144 encuentros.

Ese año, además, fue seleccionado Jugador Más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, al masacrar al pitcheo de los Medias Rojas de Boston con 12 cohetes en 23 turnos (.522), tres dobles, un triple, un jonrón y seis impulsadas.

En 2022 y 2023 volvió a superar la barrera de los 30 bambinazos y en ambas campañas quedó con 97 remolcadas, pues nuevamente vio limitado su tiempo de juego por lesiones a 135 y 114 partidos, respectivamente.

Antes de empezar la temporada de 2024, Álvarez acumulaba ya 129 jonrones y 380 carreras empujadas, con un average de por vida de .294. Ha sido seleccionado en dos ocasiones para participar en el Juego de Estrellas y tiene entre sus galardones un Bate de Plata (2022).

En 11 series de postemporada, batea para .295, con 12 batazos de vuelta completa y 41 remolques en 207 turnos. Cada año es un perenne candidato al MVP del joven circuito en los pronósticos precontienda de los expertos.

El talento está ahí en abundancia. La palabra clave es "salud".

Yariel Rodríguez espera su llamada de Grandes Ligas

El lanzador de los Toronto Blue Jays, Yariel Rodríguez, lanza durante un entrenamiento de primavera el 18 de febrero de 2024, en Dunedin, Florida. El camagüeyano pasó tres temporadas en la Liga profesional de Japón. (AP Photo/Charlie Neibergall).
El lanzador de los Toronto Blue Jays, Yariel Rodríguez, lanza durante un entrenamiento de primavera el 18 de febrero de 2024, en Dunedin, Florida. El camagüeyano pasó tres temporadas en la Liga profesional de Japón. (AP Photo/Charlie Neibergall).

Luego de su impecable debut en Triple A, el derecho cubano Yariel Rodríguez parece listo para subir a Grandes Ligas, mientras la gerencia de los Azulejos de Toronto sopesa si darle una salida más en las Menores antes de hacer la esperada llamada.

Los Azulejos han tenido un comienzo de temporada en la que nada le ha funcionado, ni la ofensiva, ni el pitcheo, ni la defensa, por lo que estarían desesperados por cualquier ayuda que venga a cambiar las cosas.

En su debut en triple A el martes con los Buffalo Bisons, Rodríguez mostró el potencial que hizo que a Toronto darle un contrato de cinco años y 32 millones de dólares.

Frente al equipo de Triple A de los Medias Rojas de Boston, el cubano de 27 años lanzó cuatro entradas sin hits, con seis ponches y una base por bolas.

Rodríguez realizó 55 lanzamientos, 34 de ellos por la zona de strikes.

Su recta de cuatro costuras promedió una velocidad de 92.4 millas por hora, que combinó con una slider de 82.9, además de usar la splitter y la curva como pitcheos secundarios.

Sólo seis bateadores lograron hacerle contacto, cinco de ellos suaves e inofensivos.

Toronto Blue Jays pitcher Yariel Rodriguez throws during a baseball spring training workout Sunday, Feb. 18, 2024, in Dunedin, Fla. (AP Photo/Charlie Neibergall)
Toronto Blue Jays pitcher Yariel Rodriguez throws during a baseball spring training workout Sunday, Feb. 18, 2024, in Dunedin, Fla. (AP Photo/Charlie Neibergall)

Después de un comienzo retrasado en los entrenamientos de primavera, debido a algunos espasmos en la espalda, Rodríguez apareció en dos juegos de la Liga de la Toronja con los Azulejos, en los que impresionó, al permitir solamente dos hits y una carrera en cinco entradas.

Su última actuación en la primavera fue contra una alineación de los Orioles de Baltimore que incluía a muchos de los titulares del Día Inaugural del equipo, a quienes le permitió sólo un hit y ninguna carrera en tres entradas.

El camagüeyano pasó tres temporadas en la Liga profesional de Japón con los Dragones de Chunichi, donde trabajó como relevista.

En su última campaña allá, en 2022, tuvo efectividad de 1.15 en 56 entradas, con 18 bases por bolas y 60 ponches.

El lanzador de los Toronto Blue Jays, Yariel Rodríguez, lanza durante un entrenamiento de primavera de béisbol el domingo 18 de febrero de 2024, en Dunedin, Florida (AP Photo/Charlie Neibergall).
El lanzador de los Toronto Blue Jays, Yariel Rodríguez, lanza durante un entrenamiento de primavera de béisbol el domingo 18 de febrero de 2024, en Dunedin, Florida (AP Photo/Charlie Neibergall).

Fue el astro de la selección cubana en el Clásico Mundial de Béisbol del 2023, antes de decidir romper el pacto con el club japonés y probar suerte en las Grandes Ligas.

Toronto marcha en último lugar de la división Este de la Liga Americana, con tres triunfos y cuatro derrotas.

La ofensiva ha sido anémica, apenas .176 de average, mientras que el cuerpo de serpentineros trabaja para efectividad mediocrísima de 5.34.

Entre los cinco abridores utilizados por el manager John Schneider, solamente el puertorriqueño José Berrios (2.25) y Kevin Gausman (2.08) tienen efectividad por debajo de seis limpias de promedio por cada nueve entradas.

El plan original con Yariel era darle al menos tres aperturas en las Menores, antes de subirlo al equipo principal, pero con estos truenos, la llamada podría llegar antes de lo previsto.

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