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Henry Flagler y su ferrocarril sobre el mar


Hace unos días se cumplieron 100 años de la llegada por primera vez, de un tren a Cayo Hueso.

El día 22 de enero de 1912, se congregaron más de 10,000 personas en la recién terminada estación de trenes, para ver llegar el primer tren a la isla de Cayo Hueso. El primer tren del Ferrocarril sobre el Mar llegó precisamente a las 10.43 a. m. A bordo del tren, viajando en su vagón privado, venía un hombre de aspecto frágil a sus 82 años quien había sido el motor en la creación y desarrollo de la Standard Oil Company y la persona que más hizo por el desarrollo del joven estado de La Florida. Henry Morrison Flagler.

En esa época la ciudad más importante de Florida no era Miami, ni San Agustín, ni Pensacola. Orlando, Fort Lauderdale y Jacksonville no existían aún. La ciudad más importante del estado era Cayo Hueso, que era esencialmente una ciudad cubana con alguna influencia de Estados Unidos y las Bahamas.

Henry Flagler culminaba así su sueño de extender su ferrocarril a todo lo largo de la península de La Florida y sobre el mar hasta Cayo Hueso. Muchos de sus contemporáneos calificaron ese sueño de una quimera que nunca sería realizado. Llamaban al proyecto “la quimera de Flagler” pero personas como Henry Flagler son quienes convierten los sueños en realidad.

¿Quién fue Henry Flagler?

Henry Morrison Flagler nació el 2 de enero de 1830 en la localidad de Hopewell, New York. Su padre el Reverendo Isaac Flagler fue un ministro presbiteriano. Flagler recibió educación hasta el octavo grado cuando a la edad de 14 años, dejó la escuela para comenzar en su primer empleo, trabajando en la tienda de un tío por US $5.00 al mes, más techo y comida.

Flagler llegó a ganar US $400.00 al mes en el mismo lugar como jefe de ventas cuando tenía 19 años. Abandonó ese trabajo y comenzó a hacer negocios por su cuenta. Como casi todo hombre de negocios tuvo éxitos y fracasos pero llegó a hacer una respetable fortuna.

Uno de los negocios que emprendió Flagler fue el de corredor de compra y venta de granos. En esa actividad conoció a John D. Rockefeller quien trabajaba de agente comisionista para una compañía distribuidora de granos. Tanto Flagler como Rockefeller estaban basados en Cleveland, en el estado de Ohio que era en esa época el centro de la industria de refinar petróleo en estados Unidos. Rockefeller, asociado al químico e inventor Samuel Andrews decidió iniciar su propio negocio de refinería.

En 1867, Rockefeller, necesitando capital para su nuevo negocio se acercó a Flagler y le pidió ayuda financiera. Flagler consiguió la suma de US $100,000 entre sus familiares que hicieron la inversión con la condición de que Flagler fuera hecho socio de la empresa. Así nació la sociedad Rockefeller, Andrews & Flagler. Esta sociedad creció y con el tiempo se convirtió en la Standard Oil Company que ha llegado hasta nuestros días y es una de las empresas más grandes del mundo.

Una nota histórica que debemos recordar, cuando hizo falta capital serio para la Standard Oil Company, el que aportó el capital fue Flagler, no Rockefeller.

Aunque Standard Oil Company era una sociedad, se le acredita a Flagler el ser el cerebro detrás de la bonanza del negocio petrolero de la época. En el número XXII de la revista Everybody’s Magazine de febrero de 1910, página 183 “Cuando a John D. Rockefeller se le preguntó que si Standard Oil Company era producto de su pensamiento, el contestó, No señor. Yo desearía haber tenido el cerebro para haberlo producido. Fue Henry M. Flagler”.

En 1876 siguiendo el consejo de su médico, Flagler viajó a Jacksonville, Florida, durante el invierno con su esposa Mary, la cual estaba muy enferma. Mary murió dos años mas tarde y en 1881 Flagler se volvió a casar. La nueva esposa, Ida Alice, había trabajado cuidando a Mary.

Después de la boda, la pareja viajó a San Agustín. A Flagler le gustó la ciudad pero consideró que no había hoteles que ofrecieran alojamiento adecuado. En 1885 Flagler regresó a San Agustín y comenzó la construcción del hotel Ponce de León con 540 habitaciones. Dándose cuenta que hacía falta buen sistema de transporte para servir a los hoteles, Flagler compró varias líneas cortas de ferrocarril que luego formaron el Florida East Coast Railway.

El hotel Ponce de León, que ahora es parte del Flagler College abrió el 10 de enero de 1888. En 1890, Flagler compró el hotel Ormond al norte de Daytona y extendió más al sur su ferrocarril. Flagler terminó la construcción del hotel Royal Poinciana de 1,100 habitaciones en Palm Beach y extendió de nuevo su ferrocarril para servir al pueblo que daba apoyo de servicios a Palm Beach, West Palm Beach, fundando así ambas ciudades.

En esa época el hotel Royal Poinciana era la estructura de madera más grande del mundo. Dos años más tarde Flagler construyó el hotel Palm Beach Inn, al cual se le cambió el nombre por Breakers Hotel Complex en 1901.

Originalmente Flagler planeaba que West Palm Beach fuera la terminal de su sistema ferroviario, pero en los años de 1894 y 1895 hubo fuertes heladas en el área, haciendo que Flagler reconsiderara su plan original. 100 Kilómetros al sur en el caserío que es hoy la ciudad de Miami no había habido heladas. Para convencer a Flagler de que extendiera su ferrocarril a Miami, varios propietarios de la comunidad le ofrecieron parcelas de tierra a cambio de que extendiera sus líneas hasta Miami. Julia Tuttle, a quien Flagler había conocido en Cleveland tenía un comercio en la boca del río Miami y fue una de los líderes locales que aportaron tierra para el empeño.

Esos incentivos llevaron a la creación de Miami la cual no estaba incorporada legalmente como ciudad en esa época. El Florida East Coast Railroad llegó a Miami en 1896. Flagler canalizó la ciudad, construyó calles, desarrolló el primer sistema municipal de electricidad y agua. Flagler financió además el primer periódico de la ciudad, The Metropolis.

Cuando la ciudad fue legalmente incorporada en 1986, los vecinos quisieron honrar a Flagler bautizando la naciente ciudad con su nombre, pero Flagler declinó el honor y sugirió en cambio usar el nombre que le daban los indios del lugar “Mayaimi”.

Hoy se honra a Flagler con diferentes dedicatorias, la calle principal de la ciudad de Miami que divide la ciudad entre norte y sur lleva el nombre de Flagler Street. La historia ha querido que nuestra familia comparta su nombre con los fundadores de Miami. La calle Flagler entre las avenidas 97 y 107 lleva el nombre de mi difunta esposa denominándose Luisa García-Toledo Boulevard. Por otra parte, la ciudad de Miami instituyó el premio Julia Tuttle Award para otorgárselo a aquellas mujeres cuya aportación a la comunidad presenta ribetes extraordinarios. En más de 100 años el premio se ha otorgado solamente tres veces y Luisa es una de esas tres mujeres que lo recibieron y la única de las galardonadas que nació fuera de Estados Unidos.

La esposa de Flagler, Ida Alice, perdió la razón y tuvo que ser internada en un asilo para dementes desde 1895. El congreso estatal de Florida aprobó una ley en 1901 que declaraba que la locura incurable era un motivo legal para obtener el divorcio. Esto abrió el camino para que Flagler volviera a casarse. El 24 de julio de ese año, Flagler se casó con su tercera esposa, Mary Lily Kenan.

En 1905 Flagler decidió que su Florida East Coast Railway debía extenderse desde Miami a Cayo Hueso. Una distancia de 206 kilómetros.

En aquella época, el gobierno de Estados Unidos estaba enfrascado en construir el Canal de Panamá y Cayo Hueso era el puerto de aguas profundas de Estados Unidos más cercano al nuevo canal. Flagler quería aprovechar las ventajas de recibir el tráfico del canal y aumentar el comercio con Cuba. Hay que destacar que en 1905 los lazos de Cayo Hueso con Cuba eran mucho más fuertes que los que tenía con Estados Unidos.

El mismo Flagler inspeccionó la ruta desde una embarcación que alquiló para ese menester en 1904. Se conserva el recibo de ese gasto por US $524.94 para alquilar el barco Martinique. El recibo está hecho a nombre de Miami-Key West Railroad Extensión, marcando el comienzo del proyecto del Ferrocarril sobre el mar.

Para dirigir el proyecto se contrató al ingeniero Joseph.C. Meredith en julio de 1904 quien había construido grandes muelles para el gobierno de Méjico. La construcción comenzó el siguiente año.

Hubo todo tipo de contratiempos. La construcción requirió muchas innovaciones de ingeniería y construcción, se estaban emprendiendo tareas nunca antes intentadas. En un momento de la construcción más de 4,000 trabajadores participaron en la misma. Durante los 7 años que duró la construcción, tuvieron que afrontar el azote de tres ciclones, uno en 1906 que causó la muerte de más de 200 obreros y otros en 1909 y 1910.

Se estaban construyendo todos esos enormes puentes y moviendo cantidad de rocas, arena, tierra y agua con lo que ahora consideraríamos maquinaria primitiva. Prácticamente todo el equipo era movido por vapor. Bombas de achique, winches, martinetes para encajar pilotes, mezcladoras de concreto y las barcazas y embarcaciones eran movidas por vapor. No había equipos hidráulicos todavía.

Cayo Maratón se convirtió en el punto central de la obra donde se construyó un puerto de aguas profundas para recibir los barcos con materiales que llegaban, principalmente de Cuba y Alemania con madera, roca y acero.

La obra costó US $50 Millones, una enorme cantidad para los comienzos del siglo XX y fue terminada en 1912 cuando el primer tren llegó a Cayo Hueso con Flagler abordo como dijéramos al comienzo del artículo.

El ferrocarril Miami-Cayo Hueso incrementó, como Flagler había supuesto, el tráfico de turistas del norte hacia los hoteles de los cayos de Florida y el comercio que venía del Canal de Panamá pero además desarrolló tremendamente el comercio entre Cuba y Estados Unidos vía Cayo Hueso. El moderno y eficiente sistema ferroviario de Cuba de la época se conectaba vía trasbordador con el ferrocarril de Flagler en Cayo Hueso y de ahí con la red ferroviaria de Estados Unidos en la era de oro de los ferrocarriles de este país.

Estas conexiones crearon uno de los primeros sistemas internacionales intermodal de transporte en el mundo y Cuba aprovechó la nueva logística para convertirse en un suplidor importante de Estados Unidos de productos que anteriormente no le era posible suministrar. Cuba desarrolló una importante gestión de la exportación de piñas que salían del campo y en menos de dos días estaban en Nueva York sin salir de sus contenedores.

El flujo de pasajeros entre Cuba y Estados Unidos se incrementó ya que uno podía comprar un billete de tren Santiago de Cuba-Nueva York y después de hacer el viaje en tren hasta La Habana, tomaba el trasbordador a Cayo Hueso y de ahí en tren hasta Nueva York con el mismo billete. Es verdad que uno llegaba molido a Manhatan, pero recuerden que esto era en 1912, el año que zozobró el Titanic y que las Medias Rojas de Boston inauguraron Fendway Park.

El Ferrocarril sobre el Mar fue parcialmente destruido por el ciclón del Día del Trabajo en 1935, una tormenta con categoría 5 que ha sido llamado por muchos “el ciclón del siglo”. En septiembre 2 de 1935 la tormenta mató a más de 400 personas en los cayos de Florida. El patio del ferrocarril en Cayo Largo fue totalmente destruido y un tren de auxilio que se dirigía al lugar fue volcado por la marejada en Islamorada.

El Florida East Coast Railway no pudo afrontar la reconstrucción del ferrocarril. La tierra y los puentes del ferrocarril fueron vendidos al estado de Florida que usó la infraestructura del ferrocarril para construir sobre la misma la carretera sobre el mar a Cayo Hueso que, ampliada y mejorada todavía está en uso.

El tráfico de pasajeros y automóviles desde Cuba siguió después de la desaparición del ferrocarril a Cayo Hueso hasta después de1959. Muchas personas venían a Miami por unos días con su automóvil desde Cuba y conocí familias norteamericanas que tenían sus negocios en Miami y vivían en Cuba, viajando cada fin de semana a Cuba para estar con su familia.

Muchos de los puentes originales fueron reemplazados en los 1980s y la carretera va ahora sobre nuevos puentes. Varios de los viejos puentes del ferrocarril se pueden ver desde la carretera y se usan para pescar desde ellos. Quedan ahí como la huella y visión de un gran hombre, el tesón de una generación y un homenaje a Henry Flagler.

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    Rafael García-Toledo

    Rafael Garcia-Toledo estuvo por décadas vinculado al Movimiento Olímpico. Cooperó con el Comité Olímpico Internacional, y con diferentes comités olímpicos nacionales y el Comité Olímpico de EEUU del cual formó parte. En ocho JJ OO de verano fue Huésped Distinguido, único caso de alguien nacido en Cuba. En el año 2006 comenzó a trabajar en Radio Martí,  integrando la unidad de deportes. Es co-presentador del programa Al Duro y Sin Guantes. Ha cubierto eventos deportivos olímpicos y mundiales para Radio y TV Martí.  Ha recibido diplomas de reconocimiento de comités olímpicos y ministerios del deporte de ocho países iberoamericanos y ha sido condecorado por Ecuador, Israel y Venezuela.
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