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Serial sobre Pablo Escobar arrasa en Cuba


Madre del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar Gaviria, reza al lado de la tumba
Madre del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar Gaviria, reza al lado de la tumba

Un competidor poderoso como los Juegos Olímpicos de Londres, no impidió que El patrón del mal continúe circulando a todo gas por la Cuba subterránea

Desde hace 30 años, Cuba es un gran mercado para culebrones y seriales extranjeros. Cuando en los años 80 la televisión estatal decidió emitir la novela brasileña La esclava Isaura, abrió las puertas a una exagerada pasión nacional por los folletines. En horarios nocturnos estelares, las telenovelas brasileñas, casi todas de la TV Globo, se alternan con melodramas realizados en el país.

La audiencia es millonaria. Y no gustan solamente a las aburridas amas de casa y los jubilados. También una amplia gama de profesionales, marginales de arrabal y fanáticos del béisbol, se sientan a ver las extensas novelas brasileñas, con más de 100 capítulos. Debido al impacto de seriales y culebrones, y sobre todo por sus limitados recursos financieros, la TVC mantiene en cartelera varios enlatados foráneos en sus 4 canales nacionales.

El 70% de la producción televisiva cubana es extranjera. Y casi el 90% de los filmes que se pasan son de Estados Unidos: debido al embargo, se emiten alegremente sin el temor de tener que pagar derechos de autor. Por supuesto, a los materiales donde el tema de Cuba se aborde de una manera que el gobierno considere ofensiva o tendenciosa, se les prohíbe su circulación.

Es ahí donde aparecen los vendedores de CDs piratas o las miles de personas que se dedican al negocio del alquiler de novelas. Por 5 pesos (0.25 centavos de dólar) diarios, usted puede rentar programas de Televisión Martí; de humoristas que se fueron de la isla o el de Oscar Haza, con entrevistas a militares y espías desertores.

También se pueden alquilar culebrones colombianos sobre las drogas, como El cartel de los sapos o Las muñecas de la mafia, que por razones desconocidas no han sido trasmitida por la televisión estatal.

Ahora mismo, la novedad en Cuba y en particular en La Habana, es un serial sobre la vida del narcotraficante y jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria. La serie Escobar, el patrón del mal también es colombiana. Producida por Juana Uribe, cuya madre Maruja Pachón fue secuestrada por Escobar, quien también fue el autor intelectual del asesinato de su tío, el político Luis Carlos Galán.

Esa fue una de las razones que llevó a Juana Uribe y Camilo Cano -hijo de Guillermo Cano, director y periodista del diario El Espectador, muerto a tiros por unos sicarios el 17 de diciembre de 1987 en Bogotá- a comprar los derecho televisivos del libro La parábola de Pablo Escobar, de Alonso Salazar, escritor y ex alcalde de Medellín.

La serie consta de 63 capítulos y tuvo una audiencia que superó el 60% de teleaudiencia en Colombia, donde fue muy controvertida por el temor a idealizar la figura del capo. Es una de las producciones más ambiciosa y cara, pues cada capítulo costó alrededor de 170 mil dólares.

Desde julio se trasmite de lunes a viernes en los Estados Unidos, por Telemundo. Los que se dedican en la isla al negocio de alquilar filmes, seriales y culebrones, copian la señal mediante las ilegales antenas por cable que como flores se extienden por todo el país. “Yo tengo hasta el capítulo 44. Pero mis clientes no tienen paciencia y se las han agenciado para conseguir todos los capítulos”, señala Roberto, vendedor de CDs discos piratas en una avenida habanera.

Un competidor poderoso como los Juegos Olímpicos de Londres, no impidió que El patrón del mal continúe circulando a todo gas por la Cuba subterránea. El actor colombiano Ángel Parra encarna magistralmente el papel de Pablo Escobar. En algunos capítulos, se tocan las supuestas relaciones de negocios de Pablo Escobar con el gobierno de Fidel Castro y los sandinistas de Nicaragua.

“Quizás por eso la televisión nacional no lo pase por TV. Esa referencia a Cuba ha despertado mucho interés entre la gente joven que no vivió los juicios sumarios por narcotráfico a militares de alto rango como Arnaldo Ochoa y Tony de La Guardia”, cuenta Eugenio, quien se dedica al alquiler de películas y telenovelas.

El guionista del serial, Juan Carlos Ferrand, ha declarado que el noventa por ciento de lo que se cuenta está basado en hechos reales. De ser así, el fantasma del contubernio del gobierno de los Castro con el narcotráfico internacional vuelve a cobrar vida.

Publicado en desdelahabana Blog de Iván García
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