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Si vas a viajar en el tren Habana-Santiago prepárate para una odisea


Reporta Cuba. Trenes.
Reporta Cuba. Trenes.

El periodista independiente Mario Hechavarría Driggs detalla en su blog La Santanilla cómo puede ser un viaje en el tren que cubre la ruta desde La Habana hasta Santiago de Cuba.

"En la capital, al tomar el tren a las seis de la tarde, te informan que deberá llegar a la importante ciudad oriental 16 horas después. Para eso el tren debe recorrer 900 kilómetros a paso de una auténtica tortuga sobre rieles -60 kilómetros por hora.

Reporta Cuba. Terminal de Ferrocarril, Habana. Foto: Mario Hechavarría.
Reporta Cuba. Terminal de Ferrocarril, Habana. Foto: Mario Hechavarría.

El tren Habana-Santiago cuenta con diez coches, cada uno tiene entre 76 y 82 asientos promedio, sin aire acondicionado, ventanillas pequeñas, baños donde el agua corriente desaparece durante las primeras horas del viaje, mientras sube el calor y se acumulan los desperdicios de unas 800 personas, cuya angustia crece ante cada inesperada demora durante el trayecto.

Las maletas van en sus compartimientos habituales, separadas de los pasajeros, sin embargo, la gente carga con numerosas jabas, ahora las de nylon son muy populares, donde estarán las vituallas de cualquier persona previsora: Agua congelada en pomos de plástico de litro y medio, llamados en Cuba "pepinos".

Reporta Cuba. Sala de espera del ferrocarril.
Reporta Cuba. Sala de espera del ferrocarril.

También envases plásticos con alimentos para el viaje pero si faltó la previsión o se te acaban los abastecimientos, entonces tiene la opción de comprarle a los vendedores ambulantes, apostados en cualquiera de las numerosas paradas que hace la caravana ferroviaria, en las capitales de provincia.

La gente los llama "merolicos", y ofertan bocaditos de todo tipo, dulces y especialmente el más preciado tesoro de cualquier viajero: las "balas". No se trata de armamento bélico alguno, son los conocidos "pepinos", llenos de agua fría, vendidos a diez pesos por unidad.

A pesar de que Cuba fue el primer país latinoamericana que tuvo ferrocarril en estos momentos las líneas férreas no cuentan ningún tipo de atención.

Años atrás, aprovechando coches de segunda mano comprados a Francia, se inauguró a bombo y platillos un "servicio especial", bastante confortable, denominado expreso, programado para 12 horas.

El entonces Vicepresidente Carlos Lage declaró que se devolvería íntegro el importe del pasaje a cada pasajero si el incumplimiento del itinerario era superior a una hora.

La orientación gubernamental fue cumplida durante varios meses, finalmente la empresa Ferrocarriles de Cuba debió desestimarla porque sus cuentas bancarias estaban en déficit permanente.

Pero ya no hay servicio especial, la información en la terminal de La Habana aclara que se trata de un "Servicio regular".

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