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Cuba

Masacre en la Bahía de La Habana

Fotograría del remolcador "13 de marzo"
Fotograría del remolcador "13 de marzo"

El día perfecto para la salida. El mar estaría en calma en todo el estrecho de la Florida, según el parte meteorológico que estudiaban hacía semanas...

Tic, tic, tic, tiiiic. Radio Reloj da la hora. 8:16 minutos. Zozobró embarcación robada por elementos antisociales. En la madrugada de hoy, elementos antisociales sustrajeron por la fuerza una embarcación del puerto de La Habana con el fin de abandonar ilegalmente el país. En su huida la embarcación zozobró aproximadamente a siete millas de la costa. El incidente continúa siendo investigado por las autoridades competentes.

Jorge García no había podido conciliar el sueño en toda la noche. Llevaban más de tres meses preparando la salida y era el día esperado, 13 de julio de 1994.

Ya habían tenido que posponer en una ocasión la salida del país porque el día escogido un operativo policial cercaba el puerto tras la llegada de una embarcación proveniente de Florida con provisiones para la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba. Realmente se había pospuesto tres veces por diversas razones, por lo que la noche del 12 de julio, estaban todos con una mezcla de ansiedad y mucha expectativa porque finalmente emprenderían el viaje.

Fidencio Ramel Prieto Hernández era el cabecilla de la expedición. Tenía unos 51 años, era de origen campesino, estatura media, cara redonda y gafas cuadradas. Además de ser el jefe de operaciones del puerto de La Habana, era el secretario del Partido Comunista. Esos dos cargos le concedían una autoridad suficiente como para moverse con total libertad por el puerto sin ser cuestionado, y le daban acceso privilegiado a la información de las operaciones portuarias.

Jorge y Ramel tenían una relación muy cercana. Estaban casados con dos hermanas.

El día perfecto para la salida. El mar estaría en calma en todo el estrecho de la Florida, según el parte meteorológico que estudiaban hacía semanas. Con poco viento y un motor de 1500 caballos de fuerza, estarían en los cayos de Florida para la hora de la cena.

En total viajarían 72 personas. Para evitar filtraciones de información a la policía, habían dividido a los viajeros en grupos. Solo los cuatro jefes de grupos sabían el día de la salida y el lugar. Las madres les habían dicho a los niños que iban de campismo.

En la noche del 12 de julio un grupo se reunió en casa de Jorge y de ahí salieron a reunirse con los otros en la terminal del puerto de La Habana, donde estaba la embarcación 13 de Marzo, un remolcador industrial de 25 metros de largo.

Ramel se había encargado de revisarla minuciosamente, probarla en travesías de trabajo, ponerle un casco y un motor nuevos. El único riesgo era ser descubiertos por las fuerzas guardacostas cubanas que sin duda los regresarían a la isla.

Ramel tenía todas las llaves necesarias incluyendo las del timón y el motor del remolcador, por lo que no fue necesario usar la fuerza en ninguna instalación, ni en ninguna persona. Los siete tripulantes que trabajaban habitualmente en la embarcación se habían sumado a la fuga.

A la 01:30 am ya no quedaba nadie en casa de Jorge. Pero ni él ni su mujer pudieron conciliar el sueño. Sabían que los riesgos podían crecer sin previo aviso y convertirse en letales.

Casi todos los mayores de edad enlistados estaban con muy buen espíritu. La embarcación, a diferencia de las balsas caseras utilizadas frecuentemente por los cubanos para escapar a Miami, era segura.

La salida

Sergio Perodín, uno de los jefes de grupo y sobreviviente de la tragedia, le cuenta lo que ocurrió después.

Alrededor de las 3:00 am ya estaban los 72 viajeros a bordo del remolcador 13 de Marzo. La zarpada fue a unos 300 metros de la capitanía del puerto de La Habana. Con el motor a muy bajas revoluciones, decidieron alejarse al máximo de capitanía y bordear la bahía por la zona del municipio Regla.

Pronto se dieron cuenta de que estaba siendo seguido por dos embarcaciones modelo Polargo, remolcadores de fabricación holandesa y casco de acero, habilitados para apagar fuegos con sendos cañones de agua salada a presión.

Las Polargo le hacen señas al 13 de Marzo en un par de ocasiones con sus potentes luces, pero el trasbordador acelera y por unos momentos se aleja de las Polargo. Es a la altura del Castillo del Morro –la entrada de la bahía de La Habana- que las Polargo comienzan a disparar sus potentes ráfagas de agua arrasando todo lo que encuentran en cubierta.

Algunas mujeres deciden salir con sus hijos en brazos para alertar a las Polargo de las consecuencias de sus acciones, pero los chorros se aceleran y la presión del agua lanza a algunos al mar.

Poco después, otra nave Polargo se suma y comienzan a embestir a la 13 de Marzo provocando una ruptura en el casco del trasbordador, que era de madera.

La embestida por popa deja una grieta por donde el barco empieza a hacer agua. Algunos de los niños y adultos que se encontraban en la sala de máquinas mueren en ese momento atrapados entre la entrada del mar y las máquinas del remolcador.

Una vez lanzados al mar y el 13 de Marzo totalmente hundido, comienza a salir a flote fragmentos del barco como pedazos de madera y una inmensa nevera industrial con aire atrapado en su interior. De la nevera se agarraron un grupo de sobrevivientes.

Las tres naves Polargo, con sus motores a máxima revolución, montaron un cerco alrededor de los sobrevivientes creando remolinos de agua.

En un momento apagaron motores y abrieron paso a una embarcación militar de las tropas Guardafronteras para que recogiera a los náufragos, a la vez que un buque de bandera griega entraba al puerto de La Habana y pasaba a menos de una milla del incidente.

A las seis de la mañana del 13, Jorge, sin poder pegar un ojo durante toda la noche, se levanta de la cama para hacerse un café y como cada mañana casi de forma automática, pone la radio. Es ahí cuando sintoniza la emisora Radio Reloj y escucha que “en la madrugada de hoy, elementos antisociales sustrajeron por la fuerza del puerto de la habana una embarcación con el fin de abandonar ilegalmente el país”.

Todas las alarmas se dispararon, la cabeza le dio mil vueltas y su mujer, parada en la cocina al lado de él, tiene que sentarse porque las piernas no le sirven para sostenerla.

“Cálmate flaca, que en el puerto se roban constantemente embarcaciones para fugarse del país”, dijo tratando de controlarse él también. “¿No escuchas que dijeron que la nave fue robada a la fuerza? No puede ser la nuestra.”

Hacia solo tres semanas se habían robado la Polargo 5 para desviarla a Estados Unidos, y los tripulantes habían llegado sin problemas. Días después, la nave fue retornada al gobierno cubano por su capitán, quien alegó que había sido desviado a Florida por la fuerza.

Alrededor del mediodía llegaron a casa de Jorge dos autos de la seguridad del Estado con militares de alto rango. De la puerta trasera salió su hija mayor María Victoria García Suárez.

María Victoria lucía como si un motor se la hubiese tragado y escupido. Tenía el pelo impregnado de grasa negra industrial, la ropa destrozada y llena de moretones por todo el cuerpo.

El militar les comunicó que “un número importante de tu familia ha perecido en un trágico accidente”.

Mientras el militar les informaba de lo ocurrido, otro hombre vestido de médico que estaba parado detrás de la mujer de Jorge le inyectó algo, que pareció no tener ningún efecto inmediato, pues la mujer de Jorge rompió a gritar hasta que las piernas no pudieron sostenerla y cayó al suelo.

Los militares abandonaron inmediatamente la casa.

Jorge, aún en estado de shock y sin tiempo para poder procesar los hechos, le preguntó a María Victoria:

“¿Dónde está Joel?” María Victoria respondió: “No papa, no”.

“¿Dónde está Juan Mario? - “No papa, no”.

“¿Dónde está Eddy? - “No papa, no”.

“¿Dónde está Estrella? -“No papa, no”.

“Todos están muertos, papa, nos hundieron. Son unos asesinos”, respondió María Victoria y se echó a llorar.

De 17 miembros de la familia de Jorge que intentaron salir de Cuba ese día sobrevivieron solo tres: su hija y dos sobrinos hijos de Ramel.

En total 41 cubanos murieron aquel día, 10 de ellos menores de edad y sobrevivieron 31.

Al día siguiente de los hechos, el diario oficial Granma informó de lo ocurrido, diciendo que “había zozobrado un remolcador robado por elementos antisociales y que salieron con vida 31 personas: 20 hombres, 5 mujeres y 6 menores de edad, existiendo un número indeterminado de desaparecidos”.

La prensa oficial calificó lo ocurrido como un “irresponsable hecho de piratería promovido los elementos más reaccionarios de Miami” y anunciaron una investigación.

Años después, el entonces presidente cubano Fidel Castro habló de los hechos con el periodista francés Ignacio Ramonet.

Fidel contó que los dos remolcadores que persiguieron al 13 de Marzo iban tripulados por trabajadores del puerto y que lo hicieron “por su cuenta, sin comunicarse con nadie”.

Los cuerpos de los ahogados nunca fueron entregados a sus familiares. Jamás se publicó en Cuba ninguna investigación independiente sobre el hundimiento del transbordador 13 de Marzo y aunque Fidel Castro ha admitido públicamente que los autores de la tragedia no tenían ni órdenes, ni jurisdicción para sus acciones, jamás han tenido que responder ante la justicia.

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Conozca nuevas medidas implementadas por EEUU para inmigrantes víctimas de trata de personas

Migrantes se encuentran cerca del muro fronterizo durante una tormenta de arena después de haber cruzado la frontera entre Estados Unidos y México para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. REUTERS/José Luis González
Migrantes se encuentran cerca del muro fronterizo durante una tormenta de arena después de haber cruzado la frontera entre Estados Unidos y México para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. REUTERS/José Luis González

Estados Unidos anunció ajustes al programa que permite a personas que han sido víctimas de “una forma grave de trata de personas” permanecer en territorio norteamericano por un período inicial de hasta cuatro años.

“Estamos dedicados a proteger a las víctimas de la trata de personas y minimizar cualquier barrera potencial para la asistencia”, dijo Ur M. Jaddou, al frente del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).

“Esta regla final ha estado muchos años en proceso y me complace que el programa de visas T ahora tenga un marco regulatorio firme para respaldarlo. En última instancia, esto hace que nuestro enfoque esté más centrado en la víctima y fortalece la integridad del proceso de solicitud de visa T para que el programa proteja mejor a las víctimas como era la intención del Congreso”, indicó.

La trata de personas, también conocida como “trata”, es un delito en el que los traficantes utilizan la fuerza, el fraude o la coerción para obligar a las personas a proporcionar trabajo o servicios, incluido el sexo comercial. Los traficantes a menudo se aprovechan de las personas vulnerables, incluidas aquellas que carecen de estatus migratorio legal. En algunos casos, las personas que son transportadas por contrabando a Estados Unidos pueden convertirse en víctimas de la trata o explotación durante sus viajes o al llegar a su destino.

El estatus de no inmigrante T ofrece protección a las víctimas y fortalece la habilidad de las agencias de cumplimiento de ley para detectar, investigar y enjuiciar la trata de personas.

Esta regla final, que acaba de publicarse en el Registro Federal, perfecciona la elegibilidad al estatus de no inmigrante T y los requisitos para solicitarlo. Además de incluir disposiciones para reducir las posibles barreras a las víctimas y permite a los oficiales de USCIS adjudicar las solicitudes de las víctimas de manera más eficiente.

La agencia federal dijo que con estos cambios el proceso de determinación y adjudicación de buena fe, se simplifica sin dejar de mantener las medidas de prevención del fraude.

Gobernador DeSantis reconoce a líderes de la Resistencia Cubana como “Héroes de Florida”

DeSantis nombró como “Héroes de Florida” a Sylvia Iriondo, presidente de Madres Anti-represión por Cuba (M.A.R), y a Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano.
DeSantis nombró como “Héroes de Florida” a Sylvia Iriondo, presidente de Madres Anti-represión por Cuba (M.A.R), y a Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, reconoció esta semana a dos miembros de la Asamblea de la Resistencia Cubana, una iniciativa que agrupa a más de cincuenta organizaciones por la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba.

Durante una ceremonia en la residencia del gobernador en Tallahassee, DeSantis nombró como “Héroes de Florida” a Sylvia Iriondo, presidente de Madres Anti-represión por Cuba (M.A.R), y a Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano.

“Comparto este reconocimiento con las mujeres de M.A.R Por Cuba, con quienes lucho por la libertad de Cuba y por defender los valores democráticos de esta gran nación americana; con Orlando Gutiérrez-Boronat y las organizaciones y miembros de la Asamblea de la Resistencia Cubana; con mi comunidad de Miami donde me he desempeñado la gran parte de mi vida; con mi familia, que ha sido mi mayor apoyo, y con Dios, mi fiel compañía”, expresó Iriondo.

“Creo que esta designación por parte del gobernador y de la primera dama constituye un respaldo moral importante ante el acoso de la dictadura”, comentó Gutiérrez-Boronat.

Durante la ceremonia rindireon homenaje a 75 floridianos, incluidos socorristas, médicos, veteranos, agentes del orden, filántropos, empresarios, padres e innovadores, quienes han demostrado valentía y abnegación.

"También fueron honrados los miembros de la comunidad que se han dedicado a ayudar a otros a superar la adversidad a través de esfuerzos sin fines de lucro, adopción y cuidado de crianza, carreras en educación y defensa", recoge el comunicado oficial.

"Fue un privilegio reconocer y agradecer personalmente a cada héroe de Florida presente por su dedicación desinteresada a sus comunidades y a nuestro estado", apuntó el gobernador.

Consternación del gobierno de EEUU por las condenas a los manifestantes de Nuevitas

Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, el 31 de marzo de 2023, en Washington, DC. (AP Photo/Andrew Harnik, Pool).
Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, el 31 de marzo de 2023, en Washington, DC. (AP Photo/Andrew Harnik, Pool).

El Departamento de Estado de Estados Unidos considera que “la dura sentencia esta semana de hasta 15 años de prisión para los cubanos que se reunieron pacíficamente en Nuevitas (Camagüey) en 2022 es indignante”.

“La continua represión del régimen contra los cubanos que se esfuerzan por cumplir con sus derechos y necesidades básicas es inconcebible”, declaró este lunes el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols.

El Tribunal Provincial de Camagüey notificó las sentencias firmes contra 14 participantes de las protestas antigubernamentales del 18 de agosto de 2022, en el barrio de Pastelillo, en las cuales se exigió el fin de los apagones, entre gritos de “Libertad” y "Patria y Vida".

Las penas más altas fueron de 15 años de privación de libertad para Mayelín Rodríguez Prado, y 14 para José Armando Torrente, así como 13 años de prisión para Ediolvis Marín Mora y Jimmy Jhonson Agosto, y 11 para Lisdan Cabrera Batista.

Daiver Leyva Vélez, Keiler Velázquez Medina, Menkel De Jesús Menéndez Vargas, Frank Alberto Carrión Suárez, Frai Pascual Claro Valladares y Lázaro Alejandro Pérez Agosto fueron condenados a diez años de privación de libertad.

Yennis Artola Del Sol fue sancionada a ocho años, Wilker Álvarez Ramírez a cuatro, y Yanelis Valladares Jaime fue absuelta por insuficiencia de pruebas.

Los delitos por los que fueron encontrados culpables van desde Sedición, Sabotaje, Propaganda enemiga de carácter continuado, Actos contra la Seguridad del Estado, Atentado y Resistencia hasta Encubrimiento.

Al menos dos fallecidos en accidente masivo en Mayabeque

Accidente masivo en Madruga / Foto: Radio Mayabeque
Accidente masivo en Madruga / Foto: Radio Mayabeque

Al menos dos personas murieron y varios resultaron heridas tras un accidente de tránsito en la mañana de este lunes en el municipio de Madruga, provincia de Mayabeque.

De acuerdo a un reporte de la prensa local, cuatro de los lesionados tenían heridas graves.

El siniestro se produjo cerca del cementerio de la localidad de Aguacate, cuando un ómnibus pereteneciente a la empresa Transtur, que traslada a los trabajadores de la Emce Este Habana y de la Central Termoeléctrica Ernesto Che Guevara, chocó con un camión de la base de carga del territorio.

Accidente masivo en Madruga / Foto: Radio Mayabeque
Accidente masivo en Madruga / Foto: Radio Mayabeque

Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en Cuba. Al cierre de 2023, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV), se reportaron más fallecidos que en igual período del año anterior.

El informe indica que entre enero y diciembre murieron un total de 729 personas, un 3 % más que en 2022, y 5.938 resultaron lesionadas en los 8.556 accidentes de tránsito reportados en el país.

Ese año las autoridades retiraron 13.005 licencias de conducción, 3.318 más que en 2022, "por acumulación de puntos, multas fuera de término, ingestión de bebidas alcohólicas y actualización del chequeo médico".

Entre las causas de los accidentes está el mal estado de los vehículos y carreteras, así como la poca iluminación de las mismas.

No obstante, el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del Órgano Especializado de Tránsito de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), aclaró que el país tiene "limitacions" económicas para las reparaciones requeridas.

Preso político del 11J no acepta reunirse con fiscales: estas son sus razones

Roberto Pérez Fonseca. (Julio Llópiz-Casal/YucaByte)
Roberto Pérez Fonseca. (Julio Llópiz-Casal/YucaByte)

El preso político del 11J Roberto Pérez Fonseca se negó recientemente a reunirse con fiscales de la provincia de Mayabeque.

Su hermano, el activista Alberto Ortega Fonseca, conocido en redes sociales como Albert Fonse, dijo a Martí Noticias desde Canadá que la razón dada por su hermano para no conversar con los investigadores penales es que éstos son los mismos que lo condenaron injustamente.

“Porque esta es la misma fiscal que cuando yo denuncié la situación de la tortura en la prisión del Sida, ella fue una de las que hasta lo negó, y después yo la he visto hasta riéndose con los mismos guardias de aquí, que nos han dado golpes cuando yo me manifiesto y nos llevan a celdas de castigo”, explicó el preso político a Fonse.

El activista exiliado en Canadá dijo que su hermano considera inútil hablar con una fiscal que no actuará en su defensa, y que "representa a los mismos guardias". El manifestante encarcelado añadió que sería inconveniente, además de una pérdida de tiempo.

"Lo que les vamos a estar dando información y perdiendo tiempo y, también, recordar que todos estos fiscales, al final todo es lo mismo, y son los mismos que nos metieron a nosotros injustamente aquí”, recalcó.

Hermano de preso del 11J explica razón de su negativa a reunirse con fiscal
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“No quiero hablar, yo no tengo nada que hablar con ellos”, afirmó Pérez Fonseca.

“y eso que yo le dije: mira Robert, ve a ver”, y él me dijo: ”mira, ‘brother’, si quieren hablar, que hablen con mi madre y le digan lo que tengan que hablar, porque conmigo, ¿para qué?, si mi madre va allí y lo que hacen es intimidarla…’", dijo Fonse.

Roberto Pérez Fonseca fue condenado a 10 años de cárcel por participar en las manifestaciones del 11 de julio en San José de las Lajas, Mayabeque donde, según fiscalía, rompió junto a otros manifestantes un cuadro de Fidel Castro.

El pasado mes de marzo, su madre, Liset Fonseca, denunció a través de Martí Noticias que el prisionero político podría tener daños serios a su salud después de inhalar óxido de calcio durante su confinamiento en una celda de castigo en la prisión de Quivicán, en la provincia Mayabeque.

Pérez Fonseca fue castigado en una celda tapiada tras manifestarse, el 19 de febrero, en el patio de la cárcel, en memoria del prisionero político muerto en huelga de hambre Orlando Zapata Tamayo. “Ese lugar lo tenían como almacén de la cal para pintar la prisión, pero ahí quedó todo el resto de la cal, todo lleno de ese polvo, y él lo aspiró”, insistió entonces la madre del preso político.

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