Cuando un destacado activista político de Rusia se atrevió a desafiar al presidente Vladimir Putin, acabó envenenado con Novichok, un agente nervioso de uso militar desarrollado por la antigua Unión Soviética.
En agosto de 2020, Aleksey Navalny enfermó gravemente durante un vuelo a Moscú desde Tomsk (Rusia). Fue trasladado a un hospital de Omsk tras un aterrizaje de emergencia. Dos días después, Navalny fue trasladado en avión a un hospital de Berlín, donde se recuperó.
En septiembre de 2020, técnicos de laboratorio alemanes concluyeron que Navalny fue envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok. El veneno era similar al que el servicio de inteligencia militar ruso (GRU) utilizó contra Sergei Skripal en un intento de asesinato en 2018 en el Reino Unido, donde Skripal vivía como ciudadano. Ese ataque llevó a Skripal, a su hija Yulia y a un oficial británico al hospital y resultó en la muerte de otro ciudadano británico meses después.
Laboratorios nacionales independientes de Suecia y Finlandia y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas confirmaron las conclusiones del laboratorio alemán en el caso de Navalny. (Conozca por qué los agentes nerviosos son tan mortíferos, en inglés).
En diciembre de 2020, un equipo de investigación de periodistas independientes implicó al Servicio Federal de Seguridad de Rusia en el envenenamiento. El equipo estaba formado por Bellingcat, un grupo de periodismo de investigación con sede en Holanda, la publicación en línea The Insider, Der Spiegel de Alemania y CNN. Esta conclusión fue confirmada posteriormente por Estados Unidos y otros países.
Cuando se reveló el envenenamiento, el Kremlin inició una agresiva campaña de desinformación para negar que el gobierno ruso tuviera un papel en el ataque, acceso al Novichok o un motivo para envenenar a Navalny.
Distraer con falsedades
Los técnicos del hospital de Omsk, probablemente bajo presión de los servicios de seguridad rusos, dijeron que Navalny podría haber enfermado por el consumo de alcohol, la fatiga o la mala alimentación. Los leales a Putin y los medios de comunicación controlados por el Estado repitieron ampliamente esa falsa teoría.
Funcionarios rusos y los medios de comunicación controlados por el Estado ruso difundieron varias declaraciones falsas tras el incidente, entre ellas:
- Navalny bebió una bebida alcohólica conocida como “village moonshine” antes de su vuelo.
- El envenenamiento ocurrió en Alemania, no en Rusia.
- Los gobiernos occidentales, incluyendo Alemania y Estados Unidos, estaban intentando mancillar la reputación de Rusia inventando la historia.
Los medios de comunicación pro Kremlin publicaron más de 200 artículos falsos sobre el envenenamiento entre agosto de 2020 y enero de 2021, según EUvsDisinfo, un proyecto de la Unión Europea creado para monitorizar y responder a las campañas de desinformación de Rusia.
Permitir que Navalny viajara a Alemania se presentó como prueba de que el gobierno de Rusia no estaba involucrado en el envenenamiento.
“Si [los servicios de seguridad] hubieran querido realmente envenenarlo, lo más probable es que lo hubieran llevado a cabo”, dijo Putin en diciembre de 2020.
Arresto de Navalny
El 17 de enero de 2021, Navalny fue detenido cuando regresaba de Alemania y posteriormente fue condenado a dos años y medio de prisión por violar la libertad condicional. En marzo de 2022, fue condenado a nueve años en una prisión de máxima seguridad por cargos de fraude y desacato. Los cargos y condenas se consideran debidos a motivos políticos (en inglés).
Durante su estancia en prisión, Navalny ha denunciado la guerra de Rusia contra Ucrania a través de las redes sociales.
La campaña de desinformación del Kremlin sobre armas químicas (en inglés) continúa hoy en Ucrania, con intentos de culpar a otros mientras oculta sus acciones.