En la madrugada de este martes, 22 de noviembre, a los 79 años, falleció en Madrid, España, el legendario cantautor cubano Pablo Milanés, quien marcara con su hacer musical varias generaciones de hispanohablantes que, aún hoy, entonan como himnos muchas de sus canciones.
La noticia fue dada a conocer a través de la página oficial de Milanés en Facebook y, de inmediato, los más importantes medios de comunicación se hicieron eco del hecho.
Aquejado de una enfermedad oncohematológica, el autor de “Yolanda” residía en la capital española, a donde se mudó en 2017 para recibir atención médica, y llevaba más de una semana internado en un hospital madrileño a causa de una serie de infecciones recurrentes, secuelas de su enfermedad primaria, que terminaron costándole la vida, según testimonio de sus familiares.
No por esperada, su muerte resulta menos conmovedora.
“Con gran dolor y tristeza, lamentamos informar que el maestro Pablo Milanés ha fallecido esta madrugada del 22 de noviembre en Madrid. Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. Que descanse en el amor y en la paz que siempre ha transmitido. Permanecerá eternamente en nuestra memoria”, reza el comunicado.
Nacido en Bayamo, el 24 de febrero de 1943, en el seno de una familia de clase obrera, Milanés demostró muy pronto sus dotes musicales y la familia se trasladó a La Habana, donde el futuro “Pablito” estudió en el conservatorio en la década de los 50. Ya en los 60, su primera canción “Tú, mi desengaño”, llamó la atención del público.
Una década más tarde, junto a los trovadores Silvio Rodríguez y Noel Nicola, fundó el movimiento internacionalmente conocido como “La Nueva Trova Cubana”, un grupo que, de inmediato, influenció el panorama musical hispanoamericano.
A pesar de su manifiesta simpatía con el todavía “pujante” régimen de Fidel Castro, Milanés fue enviado a la UMAP (Unidades Militares de Producción Agrícola), una especie de Gulag donde la dictadura encerraba como castigo a religiosos, homosexuales y a todos los que presentaban síntomas de inadaptación a la nueva doctrina revolucionaria, con el fin de ser “reeducados”.
Autor de éxitos imperecederos como “Yolanda”, “Para vivir”, “Ya ves”, “Yo no te pido”, entre tantos otros, Milanés obtuvo algunos reconocimientos oficiales durante su carrera, tales como la medalla Alejo Carpentier en 1982, el Premio Nacional de la Música en 2005 y la medalla Haydee Santamaría, que otorga la Casa de las Américas, en 2007.
En los primeros años de la década de los 90, Pablo Milanés comenzó a patentizar su distanciamiento de las políticas represoras del régimen cubano. Este distanciamiento empezó a ser visible en muchas de sus canciones, incluso, declaró en su momento: “Soy un abanderado de la revolución, no del Gobierno. Si la revolución se traba, se vuelve ortodoxa, reaccionaria, contraria a las ideas que la originaron, y uno tiene que luchar”.
Esta posición quedaba ratificada en varios de sus éxitos subsiguientes “Éxodo”, “La libertad”, “Días de gloria”, entre otras.
Cuando el régimen cubano desató la represión contra los organizadores de la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para el 15 de noviembre de 2021, y cuaya realización se vio frustrada, Milanés rechazó el hostigamiento y acoso contra los cubanos que disienten:
"Mi desprecio a esas turbas que usan para "representar lo mejor del pueblo". Me da vergüenza ajena que gente de mi raza se preste a ser como los antiguos cazadores de cimarrones de su propio suplicio y dolor. Los están utilizando. ¡Despierten!", señaló entonces.
El trovador dedicó entonces su canción "¡Flores del futuro!" a los cubanos que buscan un cambio en la isla. "Es hermoso que coincidamos en mostrar nuestro reclamo de libertades absolutas a través de las flores", señaló.
Más tarde apoyaría el "Manifiesto de la Sociedad Cubana", a raíz de la violenta represión desatada por el régimen tras el levantamiento popular espontáneo del 11 de julio de 2021 en varias ciudades de la isla.
“En el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié. Ahora reitero mis pronunciamientos”, declaró al sumar su firma a la de cientos de artistas, intelectuales, periodistas y otros miembros de la sociedad civil cubana.
"Reitero, en ese sentido, mi apoyo a este u otro Manifiesto que impulse cambios dentro de un espíritu de soberanía, inclusión y respeto al ser humano, a su dignidad y aspiraciones más básicas. Ya sea desde Miami, París, La Habana, etc., sin prejuicios y sin condicionamientos político-ideológicos de ningún tipo, para alcanzar lo que procuramos todos por distintos caminos", concluyó el cantautor, dejando clara su postura.
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