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Cuba renuncia al comunismo: ¿en serio?


Un cartel en una calle de La Habana alude al "espíritu comunista" en el que se inspira el Gobierno cubano.
Un cartel en una calle de La Habana alude al "espíritu comunista" en el que se inspira el Gobierno cubano.

Los tontorrones olvidan que la construcción del socialismo del que enfáticamente hablan en el bodrio constitucionalista no es otro que el socialismo real, quiere decir, el comunismo, para que ni se les ocurra esperar en la isla algo así como un socialismo nórdico.

Llama la atención el entusiasmo tontorrón de analistas y medios de prensa con los amagos de cambio de la dictadura cubana para que precisamente nada cambie y poder ganar tiempo, lo que se pone de manifiesto, una vez más, al salir a la luz el borrador de la nueva Constitución castrista.

En el ámbito político, el texto del borrador confirma que no habrá cambios en el "carácter socialista del sistema político y social" y mantiene como "fuerza dirigente superior" al Partido Comunista de Cuba, pero ello no es óbice para que la revista mexicana Milenio titule este lunes: "Cuba: sí, al libre mercado; adiós a la línea comunista".

Pero el sitio Cibercuba no se queda atrás y arremete con este titular: "Cuba renuncia al comunismo".

El diario español El País dice entusiasmado que con la reforma constitucional, la idea comunista se esfumaría. Un cambio de enorme trascendencia histórica que el gobierno presenta como mera adaptación del lenguaje a la nueva fase de continuidad revolucionaria. "No quiere decir que renunciemos a nuestras ideas, sino que en nuestra visión pensamos en un país socialista, soberano, independiente, próspero y sostenible", dijo el viernes el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, citado el periódico español.

Para más adelante reconocer que, ideológicamente, Cuba se quedará en la paradójica situación de desprenderse de la idea del comunismo en su Constitución sin dejar de reconocer como máximo órgano de dirección del país al Partido Comunista de Cuba. El anteproyecto de reforma, según el diario oficialista Granma, “ratifica el carácter socialista de la Revolución y el papel rector del Partido” y la “irrevocabilidad del modelo político y económico”.

El borrador del mamotreto constitucional puntualiza que el Partido Comunista se mantiene como "fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado", aclarando que es "único", "fidelista" y tiene "carácter democrático" pero estará orientado a la construcción del socialismo y a preservar la unidad patriótica.

Los tontorrones olvidan que la construcción del socialismo del que enfáticamente hablan en el bodrio constitucionalista no es otro que el socialismo real, quiere decir, el comunismo, para que ni se les ocurra esperar en la isla algo así como un socialismo nórdico.

De aprobarse el remedo constitucional quedaría así su definitorio artículo 3: "El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza superior dirigente de la sociedad y el Estado para organizar y orientar los esfuerzos comunes hacia la construcción (y defensa) del socialismo para preservar la unidad patriótica de los cubanos y los valores éticos".

Vaya, que el Partido Comunista se manifiesta como Dios Único en Cuba, pero a la prensa no se le ocurre otra cosa que asegurar que la isla dice adiós al comunismo. ¡Que venga Dios y lo vea!

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