¿Cuál es realmente la operación más rentable con que cuenta la economía cubana?
Las remesas familiares.
El dinero que familiares y amigos envían a los residentes de la isla es sin duda la operación más rentable y la más importante con que cuenta la economía cubana.
El volumen real del envío de remesas se desconoce porque es un número que el gobierno de La Habana prefiere falsear en detrimento, para no adelantar conclusiones y evitar controles o represalias.
Además no entienden políticamente correcto reconocer que han tenido que supeditar todo el sistema económico del país para vivir del dinero proveniente del supuesto territorio enemigo.
Las entradas de remesas a Cuba puede realizarse tanto por la vía oficialmente creada para estas operaciones, como por envíos informales que van desde la entrega mano a mano, hasta las visitas de familiares en ambas direcciones. Esto dificulta también la posibilidad de calcular el número exacto del monto total de las remesas.
Pero es una operación que se genera con un mínimo de costo para el gobierno cubano, puesto que el envío está concebido para que sea cubierto por el propio emisor del dinero. Así que además de ser una operación beneficiosa, los costos corren a cargo de los familiares o amigo que envían las remesas.
Mientras las condiciones políticas vigentes sean tan favorables para el envío de remesas a Cuba, el gobierno de La Habana no tiene que preocuparse por el desarrollo o rescate de otras industrias poco rentables o que consumen grandes cantidades de combustible.
Pero esta forma de subsistir es solo un efecto temporal, que no desarrolla el país ni crea bases económicas para un posible despegue o recuperación.
Vivir de las remesas es vivir el momento, pero de espaldas al futuro.
Las remesas familiares.
El dinero que familiares y amigos envían a los residentes de la isla es sin duda la operación más rentable y la más importante con que cuenta la economía cubana.
El volumen real del envío de remesas se desconoce porque es un número que el gobierno de La Habana prefiere falsear en detrimento, para no adelantar conclusiones y evitar controles o represalias.
Además no entienden políticamente correcto reconocer que han tenido que supeditar todo el sistema económico del país para vivir del dinero proveniente del supuesto territorio enemigo.
Las entradas de remesas a Cuba puede realizarse tanto por la vía oficialmente creada para estas operaciones, como por envíos informales que van desde la entrega mano a mano, hasta las visitas de familiares en ambas direcciones. Esto dificulta también la posibilidad de calcular el número exacto del monto total de las remesas.
Pero es una operación que se genera con un mínimo de costo para el gobierno cubano, puesto que el envío está concebido para que sea cubierto por el propio emisor del dinero. Así que además de ser una operación beneficiosa, los costos corren a cargo de los familiares o amigo que envían las remesas.
Mientras las condiciones políticas vigentes sean tan favorables para el envío de remesas a Cuba, el gobierno de La Habana no tiene que preocuparse por el desarrollo o rescate de otras industrias poco rentables o que consumen grandes cantidades de combustible.
Pero esta forma de subsistir es solo un efecto temporal, que no desarrolla el país ni crea bases económicas para un posible despegue o recuperación.
Vivir de las remesas es vivir el momento, pero de espaldas al futuro.