En una declaración leída por la televisión, se afirmó que tras recibir denuncias de fraude, el Consejo de los Guardianes autorizó al Ministerio del Interior a recontar las hojas de votación de cierto número de urnas, y se constató que no había habido fraude.
El Consejo de los Guardianes, un órgano no electivo del régimen teocrático iraní, supervisa las elecciones, que son organizadas por el ministerio del Interior.