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RECUERDA CASTRO SOLO LO QUE LE CONVIENE DE LO EXPRESADO POR EL PAPA EN SU VISITA A CUBA


El gobierno cubano declaró tres días de luto oficial, hizo que las campanas de todas las iglesias tañesen durante dos días a intervalos de treinta minutos y calificó al Papa como “un amigo”, afirma la nota de ABC.

La visita del Papa en enero de 1998, agrega ABC, marcó un hito para Cuba, contribuyó a consolidar la presencia de la Iglesia Católica y fijó la posición del Vaticano en defensa de la apertura del sistema. “Cuba debe abrirse al mundo, el mundo debe abrirse a Cuba”, dijo Juan Pablo Segundo.

Pero el Pontífice, dice el comentario, también lanzó claros mensajes a favor de la libertad y la democracia que no ha recordado ahora el gobierno castrista.

De hacerlo se encargó la disidencia cubana, precisa el rotativo, que cita declaraciones del Movimiento Cristiano Liberación.

Un comunicado firmado por el dirigente del grupo opositor, Oswaldo Payá, resaltó que el Santo Padre dejó a los cubanos un mensaje de liberación que levantaba la voz de la esperanza frente a todas las formas de opresión.

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