Richard Clarke, quien fue el principal consejero de la Casa Blanca sobre la guerra anti-terrorista, afirma en un libro publicado el lunes que Bush realizó un trabajo muy malo en asuntos de seguridad y que funcionarios del gobierno descartaron amenazas de Al Qaeda antes del 11 de septiembre del 2001.
Clarke también opinó que el presidente estaba más interesado en ligar a Irak y Saddam Hussein a los ataques contra el Pentágono y las Torres Gemelas, que hallar evidencia sobre la responsabilidad de Al Qaeda.
El vocero de la Casa Blanca, Dan Bartlett, dijo que las acusaciones son categóricamente falsas, y Condoleeza Rice, la asesora de Seguridad Nacional, dijo que hubiera sido irresponsable descartar la posibilidad de un vínculo entre Hussein y los atentados.
Rice añadió que uno de los primeros planteamientos formulados por la Administración Bush sobre asuntos de política exterior, fue cómo desmantelar la red al-Qaeda de Osama Bin Laden.