La misión de observación conjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad del Caribe (CARICOM), encargada de examinar las elecciones presidenciales y legislativas, no considera que las irregularidades constatadas por sus observadores justifiquen la anulación del proceso.
La misión de observadores concluyó que no cree que "estas irregularidades, aunque serias, invaliden necesariamente el proceso".
Los 120 observadores de la misión habían planeado visitar 40 por ciento de los 1.500 centros de votación, dijo Albert Ramdin, secretario general asistente de la OEA, antes de la votación.
Otros observadores incluyen a un pequeño equipo de la Unión Europea, un grupo más grande de observadores nacionales, y una delegación de 12 miembros del Congreso estadounidense.
Entretanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió una solución rápida a la crisis política de Haití después de las elecciones del domingo y advirtió que los disturbios podrían entorpecer la lucha contra la epidemia de cólera.
Ban exhortó al pueblo haitiano así como al conjunto de actores políticos a permanecer en calma, dado que un eventual deterioro de la situación de seguridad tendría consecuencias inmediatas en los esfuerzos para contener la epidemia.
Se temía que hubiera disturbios generados por acusaciones de que el fraude fue diseñado para ayudar a Jude Celestin, presidente de una empresa de construcción estatal, y sucesor preferido del presidente René Preval.
Hubo manifestaciones el lunes para criticar el proceso electoral en St. Marc, Gonaives, Carrefour y otras ciudades, pero la mayoría fueron rápidamente silenciadas por la policía.
El cantante haitiano-estadounidense Wyclef Jean avisó de que habría violencia si no se anunciaban con rapidez resultados fidedignos. Enseñando un pulgar lleno de tinta para demostrar que había votado, el popular artista pidió que los recuentos de votos terminaran de forma inmediata, mucho antes del plazo del 7 de diciembre que han dado las autoridades para ofrecer los resultados preliminares.
"En 24 horas, si nos retrasamos, el país vivirá un nivel de violencia nunca visto hasta ahora", dijo Jean.
El enfado de los votantes se notó el domingo por la mañana. El Consejo Electoral está considerado por muchos haitianos como una herramienta del presidente, y desconfían sobre todo después de la descalificación sin explicación de varios partidos políticos.
Las urnas abrieron tarde, muchos votantes no pudieron encontrar sus nombres en el padrón y matones saquearon algunas mesas de votación. La violencia dejó al menos dos muertos.