Esas enfermedades se han agudizado en coincidencia con periódicos y prolongados cortes eléctricos, la falta de agua potable y de gas doméstico y otras escaceses asociadas al huracán que dificultan disfrutar de una vida higiénica y saludable.
Según las autoridades sanitarias, los ocho niños murieron a causa de todos esos factores combinados y a las lluvias torrenciales y el intenso calor.
El comunicado añadió que en esta situación los niños son “particularmente susceptibles… en este contexto, han ocurrido en nuestra capital ocho fallecimientos de menores que son sometidos a un meticuloso proceso de estudio”.
“El Ministerio de Salud Pública llama a la población a extremar las medidas higiénicas y a colaborar con las acciones que desarrollan los organismos (del gobierno)... el sistema de salud continuará alertando sobre las medidas necesarias para contrarrestar los efectos de esta situación higiénico-epidemiológica”, dijo el comunicado.
El huracán Dennis afectó a varias provincias de Cuba en los primeros días de julio, dejando 16 muertos y daños materiales por 1,400 millones de dólares, según informó el gobierno de La Habana.
Estados Unidos ha ofrecido ayuda humanitaria, pero el dictador Fidel Castro la ha rechazado. Castro también declaró que tampoco aceptará cualquier ayuda ofrecida por la Unión Europea.
Estados Unidos anunció que a pesar del rechazo, había decidido facilitar ayuda a los cubanos valiéndose de organizaciones no gubernamentales (ONGs).