El teniente general Ricardo Sánchez, comandante de las fuerzas terrestres de Estados Unidos en Irak, dijo en conferencia de prensa celebrada el lunes en Bagdad, que "la misión de las fuerzas de Estados Unidos es matar o capturar al cabecilla musulmán shiíta Moktada Al-Sadr.
Por su parte, en la misma conferencia de prensa con periodistas acreditados en el Departamento de Defensa, el general John Abizaid, jefe del Comando Central` en Irak, dijo que los shiítas estaban abandonando a Al-Sadr.
"Moktada al-Sadr está aislándose a sí mismo", dijo el general Abizaid. "En modo alguno esto es una sublevación shiíta", agregó el militar.
Las fuerzas americanas tratan de sofocar una rebelión de simpatizadores de Al-Sadr en varias poblaciones y ciudades. Al-Sadr es un clérigo shiíta fanático cuyos seguidores aparentemente ayudan a insurgentes rivales de la minoría sunita a pelear contra la ocupación americana.
Las tropas americanas también han peleado con insurgentes sunitas en la zona de Faluja, pero Sánchez confirmó que el sur iraquí se ha estabilizado ahora y las fuerzas de Estados Unidos tienen claro control de Kut, recobrado el control en Nassiriya y estabilizado a Hilla.
El teniente general Sánchez reconoció que el lunes los seguidores de Al-Sadar tenían aún "alguna presencia" en Kerbala y todavía controlaban Najaf, donde millares de shiítas conmemoran la muerte de una de sus figuras más santas.
Sánchez dijo que las fuerzas de Estados Unidos se encontraban en las afueras de Najaf, listas para atacar, cosa que no habían hecho por respeto a las creencias shiítas.
"Respetamos el hecho de que hay una festividad religiosa", dijo Sánchez. "Hemos situado fuerzas en la vecindad de Najaf para prepararnos para atacar y eliminar los últimos remanentes de la influencia de Al-Sadr allí", agregó Sánchez.