Un enorme despliegue de uniformados recorría ese día las calles de la localidad e inspeccionaba varios establecimientos estatales que habían sido saqueados por ladrones nocturnos.
Dos bodegas y varias cafeterías del gobierno fueron desvalijadas en la madrugada. Los ladrones se llevaron paquetes de café, sacos de arroz y envases de aceite vegetal para cocina.
La periodista independiente cubana, Ainí Martín Valero, contó a Radio Martí que los ladrones dejaron en los lugares saqueados un cartel que decía: no tenemos trabajo ni tenemos comida para nuestros hijos, somos ladrones por cuenta propia.
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