El presidente George W. Bush tenía ya en sus manos el martes el informe de 500 páginas que le entregó la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre que contiene recomendaciones sobre la mejor manera de lograr que Cuba sea un país democrático.
Extraoficialmente se ha asegurado que entre las recomendaciones para lograr ese fin hay medidas para estimular a terceros países a distanciarse del gobierno dictatorial de Fidel Castro.
El informe llega a la Casa Blanca en momentos en que el propio Castro ha provocado una profunda crisis diplomática con México y Perú.
Castro insultó a esos dos gobiernos en una concentración de multitudes el pasado Primero de Mayo porque votaron el mes pasado en Ginebra a favor de una resolución en la Comisión de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que censura al gobierno comunista de Cuba por violaciones de los derechos humanos en esa isla. Por su parte, México acusa a Cuba de entrometerse en sus asuntos internos.
Hay quien considera que las relaciones de Cuba con esos dos países pudieran estar al borde de la ruptura y que queda por ver qué efecto pudiera tener el comportamiento diplomático de Castro dentro de la propia cúpula gobernante del régimen de La Habana.
Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, ha dicho que el presidente Bush revisará las recomendaciones de la Comisión "y decidirá cuáles se ponen en práctica".
Trascendió que el informe recomienda, entre otras medidas, aumentar las restricciones a las remesas de dólares que ciudadanos americanos de origen cubano residentes en Estados Unidos envían mensualmente a sus familiares en la isla, así como medidas para reducir el turismo a Cuba.
La ley vigente dice que los ciudadanos cubanoamericanos pueden enviar anualmente $1,200 a sus familiares en la isla.
Extraoficialmente se ha dicho que el informe recomienda que se aumente el apoyo a la oposición política en Cuba y a los familiares de los disidentes y medidas para animar a otros países del Hemisferio a distanciarse del régimen dictatorial de Fidel Castro.