Las conclusiones emitidas por el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), en un comunicado publicado en la prensa oficial este jueves, coinciden con la investigación de Martí Noticias, en la cual se citó la opinión de dos pilotos cubanos que argumentaban que hubo errores humanos y problemas con el proceso de descongelación de las alas de la nave, un ATR 72-212.
"Este vuelo se desarrollaba normalmente hasta que se presentaron condiciones meteorológicas extremas (...) como consecuencia de lo cual la aeronave entró en una condición de engelamiento severo (concentración de hielo) a la altura de 20 mil pies (6.036 metros)", precisó el IACC.
Esto, "unido a errores de la tripulación en el manejo de dicha situación ocasionó el accidente", agregó el comunicado de tres párrafos.
Según el IACC, una comisión que investigó las causas de la tragedia aérea comprobó que "la aeronave se encontraba en buen estado técnico y todos sus sistemas funcionaron correctamente, así como la tripulación poseía sus licencias actualizadas, encontrándose apta para asumir el vuelo".
| Trabajadores estatales analizan restos del avión siniestrado. |
No obstante, los dos pilotos consultados por Martí Noticias, entre ellos el ex piloto de la Fuerza Aérea de Cuba, Aníbal Caballero, dijeron que los pilotos de Aerocaribbean no habían tenido en dos años el entrenamiento regular de emergencia que debían recibir en Francia, en la sede de ATR, fabricante del avión en cuestión.
Ese entrenamiento de emergencia abarca reacciones al problema del congelamiento, que aviones de ATR han tenido en el pasado, dijo Caballero, quien añadió que los pilotos del avión siniestrado tenían amplia experiencia pero habían cometido errores graves.
Ambos pilotos indicaron a Martí Noticias que Aerocaribbean, para ahorrar dinero, había despedido a dos pilotos de amplia experiencia que se ocupaban de la seguridad aérea en la empresa.
El IACC no mencionó esos asuntos (el entrenamiento de emergencia en Francia o los recursos de Aerocaribbean en materia de seguridad aérea), mientras que la empresa ATR no ha respondido a preguntas al respecto y tampoco ha confirmado a Martí Noticias que las sesiones de entrenamiento para los pilotos cubanos habían sido pospuestas.
El avión, que cayó el 4 de noviembre en una zona de vegetación muy espesa, transportaba 40 cubanos y 28 turistas de Argentina, México, Italia, Alemania, Francia, Australia, España, Venezuela, Holanda y Japón. Todos fallecieron.
Fue el peor accidente aéreo en Cuba desde el 3 de septiembre de 1989, cuando un Ilyushin-62M de fabricación soviética se estrelló tras despegar del aeropuerto de La Habana, causando la muerte a sus 126 ocupantes.
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