Noriega declaró que “el perfil creciente de China en el Hemisferio refleja su surgimiento como potencia mundial económica y política”. Agregó que el interés de China en América Latina es impulsado por los siguientes factores:
1. Asegurarse una fuente confiable de materia prima para su expansión económica basada en crecientes comercio e inversiones; 2. Reducir su aislamiento en el foro internacional; 3. Demostrar su surgimiento como gran potencia; 4. Obtener poder de negociación buscando exenciones de algunas normas del comercio mundial; 5. Abrirse oportunidades de defensa y espionaje; 6. Proseguir su política para aislar a Taiwan, a quien reconocen 12 gobiernos latinoamericanos.
“Dicho esto”, agregó Noriega, “nosotros continuamos observando minuciosamente los avances de China en América Latina, como hacemos en cualquier otra parte. Queremos asegurarnos que esta actividad (de China) no contraría los objetivos de Estados Unidos en la región y que sea compatible con el progreso ganado con gran esfuerzo en el Hemisferio hacia la democracia representativa”.
Noriega manifestó que además de importar más materia prima del Hemisferio Occidental, China está haciendo “inversiones significativas” en la región que pueden tener aspectos negativos como los siguientes:
1. Varios economistas latinoamericanos han dicho que las inversiones chinas con frecuencia incluyen préstamos a bajo interés con el requisito de que el trabajo lo hagan compañías chinas.
2. Otros economistas han comentado que las inversiones chinas en América Latina pudieran tener el efecto de que las industrias chinas lleguen a ser aún más competitivas en el mercado global a expensas de las economías latinoamericanas y del Caribe.