En declaraciones a Radio Marti, Pollán rememoró los siete días de caminatas durante el séptimo aniversario de la Primavera Negra, los actos de repudio de que fueron víctimas y el estoicismo con que soportaron horas de acorralamiento e insultos.
La Dama de Blanco hizo un recuento de cómo lograron que el gobierno cubano se viera obligado a acudir a la Iglesia Católica Cubana para hallar una solución a la excarcelación de los presos de conciencia y el papel que ello desempeñaron la muerte de Orlando Zapata Tamayo y la huelga de hambre de Guillermo Fariñas Hernández.
Pollán aseveró, finalmente, que las Damas de Blanco seguirán luchando pacíficamente por la liberación de todos aquellos prisioneros políticos que permanecen en las cárceles cubanas.
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