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El reggaetón castrista del sacribombom


El solista del régimen castrista lanzó su nuevo ritmo del sacrificio desde el comienzo de su llegada para que lo bailaran todos aquellos ingenuos y confiados en sus fraudulentas palabras de su partida inmediata del poder.

El anciano embutido dentro de su traje deportivo Adidas, que resguarda su ahora delgado cuerpo, escucha a lo lejos la música medio apagada de un reggaetón y con su postura cocodriliana de tener los ojos semicerrados murmura de manera imperceptible al compas de la melodía “Ven para acá que yo soy el Comandante y quiero que bailes mi ritmo del sacrificio bom bom”.

¡El sacri bom bom!, ¡que sonoridad de ritmo! Si Jorrín inventó su cha cha cha y Pérez Prado el mambo, el solista del régimen castrista lanzó su nuevo ritmo del sacrificio desde el comienzo de su llegada para que lo bailaran todos aquellos ingenuos y confiados en sus fraudulentas palabras de su partida inmediata del poder.

Si, si porque el bom, bom, bom del sacrificio no fue extensivo para todos cuando enseñaba su piel de oveja democrática y ocultaba su pellejo de lobo. No, no, nada de eso; al comienzo el fue solo un custodio, un centinela. Lean que dijo el mismo primero de enero de 1959 en el Parque Céspedes en Santiago de Cuba:

“Personalmente puedo añadirle que el poder no me interesa, ni pienso ocuparlo, velaré solo porque no se frustre el sacrificio de tantos compatriotas, sea cual fuere mi destino posterior”, dijo.

¿El poder no me interesa, ni pienso ocuparlo?, ¿y qué ocurrió entonces? Pues el mismo líder reveló ese mismo día sus posteriores acciones futuras y nadie, absolutamente nadie se percató.

“Yo solo pido tiempo para nosotros y para el poder civil de la República a fin de ir realizando las cosas a gusto del pueblo, pero poco a poco (Aplausos)… Solo le pido una cosa al pueblo, y es que tenga calma….. En todo, el tiempo es un factor importante. La Revolución no se podrá hacer en dos días”.

Ahí está, más claro ni el agua, el hombre preparaba su gobierno perpetuo en base que no es posible hacer un proyecto en dos días… pero no nos adelantó que su idea consistía en permanecer 50 años en el poder y luego pasarle el país a su hermano como si fuera una paleta de helado para que se lo acabe de comer. Golosos que son estos muchachos.

Sigamos con el nuevo ritmo que ideaba el sencillo Primer Ministro acabadito de bajar de la Sierra Maestra, cuando todavía incubaba dentro de su cuerpo el monstruoso Alien que devoraría todos los cargos absolutos de poder en Cuba. Siete días después del acto en el Parque Céspedes, a su llegada al Cuartel de Columbia, conocido después como Ciudad Libertad el 8 de enero, ya con el aire populista en sus pulmones y con el ritmo perfilado aseguro:

“Si lo que estábamos pensando simplemente era quitar unos hombres para poner otros hombres; o si en cada uno de nosotros había verdadero desinterés, si en cada uno de nosotros había verdadero espíritu de sacrificio, si en cada uno de nosotros había el propósito de darlo todo a cambio de nada, y si de antemano estábamos dispuestos a renunciar a todo lo que no fuese seguir cumpliendo sacrificadamente con el deber de sinceros revolucionarios. Esa pregunta hay que hacérsela, porque de nuestro examen de conciencia puede depender mucho el destino futuro de Cuba, de nosotros y del pueblo”

¿A ver que adelanten un paso quienes pidieron que él se sacrificara por nosotros?. ¿Dónde fue esa reunión en que toda la población solicitó a gritos que se quedara en ese “enorme sacrificio de no dejar el poder”, en ese enorme sacrificio de comer jamón pata negra y cocinarle camarones a sus invitados ilustres.

En fin, lo cierto es que desde ese momento estableció su ritmo, no tan sabrosón a decir verdad, el cual cuando llegaba siempre nos desorbitaba, porque dejábamos de tener zapatos, ropa, comidas, guaguas, perder derechos, estar alejados de los familiares por combatir en guerras que no nos pertenecían, solo por no perder los compases de esa extravagante melodía.

Un aporte espectacular al sacri bom bom ofreció el único argentino destacado en las alturas del castrismo, quien en vez de cantar tangos ejercitaba su voz con la palabra FUEGO, que gritaba en los pelotones de fusilamientos cuando eliminó cientos de estorbos para la gran causa.

En medio de una tos seca del asma e iluminado de manera febril por las voces que nunca confesó escuchaba y guiaban toda su acción de lucha rubricó en el best seller de 1965 futurista y ciencia ficción: “El socialismo y el hombre en Cuba”

“Cuba es la vanguardia de América y debe hacer sacrificios porque ocupa el lugar de avanzada, porque indica a las masas de América Latina el camino de la libertad plena”.

Pa’ el cáspita, ya estábamos sentenciados. Así que se bailó el sacribom bom sin miseria, a todo dar, de manera plena, sin arreglos, ni medias tintas. Montados en el Pegaso socialista de alas rotas y bajo vuelo nos pasaron miles de águilas por el mar sin cambios en el ritmo.

Y eso que el 17 de noviembre del 2005 el máximo de todos los máximos aseguró, quizás ya doblegado por la traición de sus arrepentidos intestinos que lo obligan a decir la verdad a cada rato:

“Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante era creer que alguien sabia de Socialismo, o que alguien sabia de cómo se construye el Socialismo”.

Pa’ el recorchilón, a esas alturas tampoco sabían cómo se construye el socialismo y las ultimas noticias surgidas el 18 de diciembre del 2010, que anunció ahora el sub-máximo líder todo parece indicar que primero la humanidad encontrará a los extraterrestres que los chicos del sacri bom bom edifiquen el socialismo.

“Si bien hemos contado con el legado teórico marxista leninista, donde científicamente está demostrada la factibilidad del Socialismo y la experiencia práctica de los intentos de su construcción en otros países, la edificación de la nueva sociedad en el orden económico es, en mi modesta opinión, también un trayecto hacia lo ignoto, hacia lo desconocido“.

¿Julio Verne que estas en el cielo, porque te fuiste de esta tierra sin escribir “Viaje al centro del socialismo cubano” o “ Más de medio siglo de viaje ignoto”?. Tal vez tú tendrías una respuesta.

¿O acaso en las misas espirituales donde el alto mando del castrismo habla con Lenin, Marx y Engels se coló confundido el muerto del novelista Emilio Salgari, en vida desequilibrado mentalmente y ahora le susurra estos discursos al menor del máximo de todos los máximos?

Quién sabe, lo cierto es que para finalizar su intervención ese día frente a los dóciles miembros del congreso, el sub-máximo concluyó con el ritmo del sacribombom.

“Estamos aquí y estaremos por la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica y el espíritu de sacrificio y revolucionario del pueblo de Cuba”

Pa’ el caspita, ojalá el pueblo cubano eleve ese espíritu para el infierno y así dejen de estar todos y cada uno de los seguidores del sacribombom. Ya es suficiente.

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