Chávez hizo esa declaración en el mejor escenario que pudo tener para ella, el Teatro Karl Marx durante una sesión especial sobre la llamada Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y la integración de los pueblos latinoamericanos bajo el liderazgo de su gobierno y el del dictador Fidel Castro.
Después que habló Chávez, en su propio discurso Castro se refirió a la América Latina llamándola “América Nuestra”.
Chávez dijo al público de 900 activistas de 30 países reunidos en aquel teatro, que “esto es como la segunda y genuina independencia de América... sólo ahora, producto de la dialéctica y de la propia batalla de ideas y de la praxis (práctica), ideas y praxis (práctica), praxis (práctica) e ideas, diez años después con 4 meses y 15 días, vengo a decirle a Fidel y a decirles a todos, lo que he dicho en algunas partes, pero aquí tiene un significado especial una década después.
”Lo seguimos llamando bolivarianismo”, dijo Chávez, “pero es... socialismo. El camino es el socialismo; es la única alternativa al capitalismo adecuado a nuestras realidades y al siglo XXI”, agregó el Presidente de Venezuela que llegó al cargo por elección democrática — no socialista.
En la reunión anual del Consejo de las Américas sostenida el martes en Washington, la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo “las 34 democracias de nuestro Hemisferio han firmado la Carta Democrática Interamericana y, juntos, nosotros, los Estados de la región, tenemos que hacer responsables de esa Carta a los Estados. Y tenemos que insistir en que los líderes elegidos democráticamente tienen la obligación de gobernar democráticamente”. Venezuela es uno de los países firmantes.
Por su parte Castro hizo especial énfasis en explicar la importancia de los documentos firmados con Chávez y sugirió otra reunión de ambos dentro de un año para evaluar lo que se haya realizado.
Castro negó que Cuba y Venezuela hayan formado un eje porque, dijo el dictador que en la década de 1960 se declaró comunista durante el apogeo de la ahora desaparecida Unión Soviética, “si hay algún eje que pueda parecerse a aquel formado por Berlin-Roma, no son Chávez y Castro, como me suelen llamar. Si hay algo que parezca fascismo, con políticas fascistas, genocidas, no son las políticas de Venezuela y Cuba”, aseguró Castro.