Mientras, en otra audiencia en Washington, un magistrado federal ordenó el ingreso en prisión de Judith Miller, reportera del diario The New York Times, por negarse a testificar sobre sus conversaciones confidenciales con fuentes del gobierno.
En el caso de Matthew Cooper, como accedió a testificar, no irá a la cárcel. Cooper y Miller se negaron durante meses a comparecer ante un jurado que busca determinar quién en la actual administración estadounidense, filtró la identidad de una agente secreta de la C-I-A, lo que es un delito federal.
El esposo de la agente alega que la revelación de su identidad fue en represalia por sus críticas a la política del presidente George W. Bush hacia Irak. El caso ha desatado un debate en Estados Unidos sobre la libertad de prensa y la protección de las fuentes confidenciales.
Otros estiman que los reporteros deben revelar sus fuentes, en vista de que un agente encubierto de la (CIA) quedó ilegalmente expuesto.