Olivera, de 43 años de edad, declaró a la prensa extranjera el lunes que está en un limbo legal que se puede prolongar indefinidamente y que el asunto es como un círculo vicioso que genera tensiones familiares.
El disidente es uno de los 75 opositores que fueron encarcelados en la primavera de 2003, y uno de los 14 que recibieron el año pasado una licencia extrapenal por motivos de salud.
Olivera, antiguo editor de los servicios informativos de la televisión estatal, se incorporó a la disidencia en 1993 y llegó a ser director de la agencia de prensa independiente Habana Press.