El terrorista activó la carga explosiva que llevaba atada a su cuerpo, durante el funeral de un clérigo musulmán moderado que recientemente había hecho declaraciones contra los insurgentes del depuesto movimiento talibán.
Las fuerzas de seguridad establecieron puntos de control en todas las carreteras alrededor de la ciudad de Kandajar para registrar los vehículos de personas sospechosas de tener vínculos con el autor del atentado.