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Barack Obama: Discurso del Estado de la Unión


Obama buscó convencer a los estadounidenses que pese al alto desempleo y la lenta recuperación económica tras la peor recesión en décadas, merece gobernar por cuatro años más.

El presidente Barack Obama prometió reconstruir la economía estadounidense sobre reglas equitativas para todos, durante su discurso del Estado de la Unión, que marca el inicio de su batalla por la reelección en noviembre.

Podemos restaurar una economía donde todos tengan una oportunidad, todos contribuyan una porción justa y todos se manejen bajo las mismas reglas, afirmó ante el Congreso el mandatario de 50 años.

Obama buscó convencer a los estadounidenses que pese al alto desempleo y la lenta recuperación económica tras la peor recesión en décadas, merece gobernar por cuatro años más.

Lo que está en juego no son valores demócratas o republicanos, sino valores estadounidenses. Tenemos que reivindicarlos, subrayó en la Cámara de Representantes.

Ante ambas Cámaras del Congreso, Obama destacó que ofrecer oportunidades no son valores democráticos o republicanos, sino estadounidenses.

El mandatario recordó que millones de estadounidenses que trabajan duro y respetan las reglas merecen un Gobierno y un sistema financiero que hagan lo mismo.

Es hora de aplicar las mismas reglas a los de arriba que a los de abajo: ni planes de rescate, ni dádivas, ni escapatorias, insistió.

El presidente tiene previsto emprender tras su discurso una gira de tres días por cinco estados clave del país donde repetirá los principales elementos de su discurso.

Obama afirmó este martes que busca una reforma tributaria para que los millonarios paguen impuestos de al menos 30% y se estimule la producción de las empresas estadounidenses, en su discurso anual ante el Congreso.

"Tenemos que cambiar nuestro código tributario para que la gente como yo, y una gran cantidad de los miembros del Congreso, pague su parte justa de impuestos", dijo Obama en su mensaje sobre el Estado de la Unión, a diez meses de las elecciones en las que buscará ser reelecto.

Por otra parte, el mandatario dijo que está determinado a impedir que Irán desarrolle un arma nuclear y que no dejará opciones fuera de la mesa para alcanzar ese objetivo.

Durante su discurso del Estado de la Unión, Obama matizó que todavía es posible una solución pacífica sobre todo si cambia de rumbo y cumple sus obligaciones.

El régimen iraní está más aislado que nunca y sus líderes se enfrentan a sanciones agobiantes, agregó Obama, quien sostuvo además que la presión contra Teherán no cederá.

El Gobierno de Obama dio la bienvenida esta semana al acuerdo de la Unión Europea para imponer un embargo a las importaciones de crudo desde Irán.

Obama saludó la caída de Muamar Gadafi en Libia y advirtió que los días del régimen sirio de Bashar al Asad están contados, en su discurso sobre el estado de la Unión este martes ante el Congreso.

"En momentos en que la marea de la guerra retrocede, una ola de cambios recorre Medio Oriente y el norte de África, desde Túnez a El Cairo, desde Saná hasta Trípoli", señaló el presidente estadounidense.

"Un año atrás, Gadafi era uno de los dictadores más longevos del mundo, un criminal con sangre estadounidense en sus manos. Hoy ya no está", remarcó.

Barack Obama anunció este martes la creación de una unidad para investigar prácticas comerciales injustas, y así ejercer más presión sobre China y otros países que subsidien sus exportaciones a Estados Unidos.

Obama anunció además la creación de una unidad especial para investigar los préstamos hipotecarios de riesgo, aumentando la presión contra los grandes bancos del país, en su discurso anual ante el Congreso.

"Esta noche, le pediré al Fiscal General la creación de una unidad especial de fiscales federales y los principales fiscales generales de los estados para expandir nuestras investigaciones sobre los préstamos abusivos y las hipotecas riesgosas que llevaron a la crisis inmobiliaria", dijo Obama en su discusro.

Los comentarios de Obama se producen en el marco de una catarata de querellas legales contra los grandes bancos por ejecuciones y prácticas de crédito injustas, y en medio de persistentes rumores de que una gran negociación podría ver a los bancos llegar a pagar 25.000 millones de dólares para poner fin a los procedimientos judiciales.

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