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ALEMANIA CRITICA LA POLITICA DE LA UNION EUROPEA CON CUBA


Fischer hizo esa declaración después de entrevistarse con el Ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, cuyo gobierno ha encabezado iniciativas aliviando sanciones europeas impuestas al régimen totalitario de Fidel Castro aduciendo, e insistiendo una y otra vez, que así se lograría ampliar el diálogo con La Habana.

Fischer declaró que el régimen de Castro tiene que mejorar la situación de los derechos humanos y las libertades democráticas en Cuba, precisamente cuando los países europeos replantean sus relaciones con ese gobierno en vista de su reciente expulsión de políticos y periodistas europeos para impedirles asistir la semana pasada a la reunión general de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba.

“No estoy satisfecho en lo absoluto”, dijo Fischer. “Consideramos que la situación en Cuba es muy crítica en lo que se refiere a los derechos humanos y las libertades democráticas”.

“Expulsar a un diputado europeo o de algún país miembro de la Unión Europea por el solo hecho de entrevistarse con disidentes, es inaceptable y tiene que ser criticado”, insistió Fischer en una conferencia de prensa de la cual también participó Moratinos en Berlín.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea tienen programado revisar sus vínculos con el régimen dictatorial de La Habana en su reunión del 13 de junio.

“Analizaremos la situación muy cuidadosamente en vista de la decisión que tenemos frente a nosotros, pero es evidente que Cuba tiene que avanzar (cambiar)”, dijo Fischer. “Se trata de una cuestión vinculada a los derechos humanos y las libertades que defendemos y que sin duda influyen en nuestras relaciones, ya sea de manera positiva o negativa”.

La Unión Europea levantó temporalmente sus sanciones al gobierno de Castro por iniciativa del gobierno socialista español, que alega, como reiteró el jueves Moratinos, que es la mejor manera de “ampliar el diálogo con La Habana”.

Las sanciones europeas se impusieron en el 2003 inmediatamente después que el régimen castrista detuvo y encarceló con fuertes penas de prisión, a 75 disidentes a quienes acusó de realizar actividades para debilitarlo.

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