Enlaces de accesibilidad

Cuba

Nueva ola migratoria cubana continúa separando a las familias

Un grupo de cubanos a bordo de una embarcación rústica intenta salir por mar hacia Estados Unidos. Archivo (4 de junio, 2009).
Un grupo de cubanos a bordo de una embarcación rústica intenta salir por mar hacia Estados Unidos. Archivo (4 de junio, 2009).

En los dos últimos años se calcula que 100.000 cubanos vinieron a Estados Unidos, legal o ilegalmente. En los barrios se habla constantemente de los que se fueron.

El 14 de septiembre del año pasado, Antonio Cárdenas y ocho cubanos empujaron mar adentro una balsa hecha con chatarra, encendieron su motor, que era de un tractor, y desaparecieron en medio de la noche.

A los pocos días comenzaron los rumores en Camagüey.

Una balsa destrozada había llegado a la costa sin pasajeros a la vista, contó un vecino. Agentes del Gobierno estadounidense detuvieron a un grupo de balseros, dijo otro.

Olea Lastre hizo la cuenta: el motor podía impulsar a su esposo, su hijo, su yerno y otros acompañantes al menos 16 kilómetros (10 millas) por día. Les debería tomar, a lo sumo, 10 días llegar a Florida.

"Pensaba si mi papá estaría pasando frío", dijo Yusneidi Cárdenas con la voz quebrada. "Pensaba que ni sabían cómo nadar".

En el décimo día, a las cuatro de la mañana, Lastre se arrodilló y rezó. Sabía que si no escuchaba ese día que los hombres habían sobrevivido, se enloquecería. Esa tarde sonó el teléfono. Las mujeres gritaron.

Habían llegado a salvo.

Un año después, ella y los seres queridos que los hombres dejaron atrás se preguntan cuánto tiempo pasará antes que puedan volver a reunirse, en Estados Unidos. La distancia que los separa es grande y, en algunos sentidos, está aumentando.

Conoce las leyes migratorias de EEUU para los cubanos

Infórmate aquí: Todo lo que necesitas saber sobre los cambios en la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba.

Reforma migratoria y Ley de Ajuste

Los Cárdenas son parte de una ola migratoria que no se ve desde hace al menos una década.

En los dos últimos años se calcula que 100.000 cubanos vinieron a Estados Unidos, legal o ilegalmente, según cifras compiladas por distintas dependencias del Gobierno estadounidense.

Es una cantidad importante para una isla de 11 millones de habitantes. La mayoría se van a otro país de América Latina y después hacen un peligroso recorrido por tierra hasta la frontera entre México y Estados Unidos. Miles consiguen visas de reunificación familiar y viajan directamente a Estados Unidos. Quienes no tienen familiares en Estados Unidos, ni dinero, intentan llegar por mar, en balsas.

Alrededor de 40 cubanos llegan a diario a la estación migratoria de Tapachulas, en Chiapas, México.
Alrededor de 40 cubanos llegan a diario a la estación migratoria de Tapachulas, en Chiapas, México.

La partida de cubanos empezó a aumentar cuando el Gobierno comunista eliminó el requisito de los permisos de salida; y se incrementó más todavía cuando Washington y La Habana anunciaron a fines de 2014 planes para poner fin a 50 años de hostilidades y restablecer relaciones entre los dos viejos enemigos de la Guerra Fría.

Los cubanos temen que con el deshielo entre ambas naciones, los beneficios migratorios que gozan los cubanos al llegar a Estados Unidos se limiten o deroguen.

Casi 4.500 cubanos llegaron a suelo estadounidense en balsas, fueron interceptados por la Guardia Costera en el mar o pillados mientras trataban de irse a finales de septiembre.

La llegada de más cubanos ha hecho a su vez que la isla reciba más dólares y bienes de consumo, que son vitales para la economía isleña.

En total, la Guardia Costera ha interceptado más gente en el mar entre Estados Unidos y Cuba que en ningún otro año desde 1994. Y nadie espera que esas cifras bajen a corto plazo: más de 100 personas trataron de llegar en balsas en los primeros cuatro días de noviembre, comparado con las 207 de todo noviembre del año pasado.

La llegada de más cubanos ha hecho, a su vez, que la isla reciba más dólares y bienes de consumo, que son vitales para la economía isleña. La partida de tanta gente, no obstante, se hace sentir de otras maneras en la isla pues ha exacerbado el éxodo de trabajadores y profesionales y acelerado la división de las familias. En los barrios se habla constantemente de los que se fueron.

Correr a tocar la arena

Un grupo de 14 inmigrantes cubanos llega a Miami Beach en una balsa. EFE
Un grupo de 14 inmigrantes cubanos llega a Miami Beach en una balsa. EFE

Los residentes del condominio Mar Azul de Key Biscayne, en Florida, sacaron fotos con sus teléfonos cuando Antonio Cárdenas y sus ocho acompañantes enfilaron su balsa hacia tierra firme, dejando una estela de diésel detrás suyo.

Los hombres saltaron de la balsa y corrieron hacia la playa, a sabiendas de que bajo la política estadounidense vigente desde la década de 1990, quienes sean interceptados en el mar son devueltos a Cuba mientras que casi todos los que pisan tierra firme pueden quedarse en Estados Unidos.

"Bienvenidos a la tierra de la libertad", les dijo en español un empleado de mantenimiento del condominio.

"Conoció a una mujer en Facebook"

El plan era sencillo al menos en el papel: llegarían a Estados Unidos, conseguirían la residencia legal en un año y, como han hecho tantos otros cubanos, traerían al resto de su familia.

A las pocas semanas, los hombres ya trabajaban en Miami y enviaban pequeñas cantidades de dinero a Cuba. La primera adquisición importante que hicieron fueron teléfonos celulares para toda la familia.

Para Yusneidi Cárdenas, el teléfono era particularmente importante. Estaba criando sola a un hijo de dos años y no quería que Daikiel se olvidase de su padre, Maikel. Cuando Maikel llamaba, hablaba con su hijo, que apenas balbuceaba palabras. Pronto el niño comenzó a preguntar por su padre.

Siete meses después de su llegada a Florida, Cárdenas recibió 38 mensajes de texto de una mujer que decía que ella y Maikel se había conocido en Facebook y habían empezado una relación.

"Puso que era soltero y conoció a una mujer", cuenta Cárdenas.

Esa noche, dijo la mujer, tuvo una breve conversación con Maikel, quien le confirmó que estaba con otra mujer y le colgó el teléfono. Dijo que desde entonces no ha tratado de hablar con ella de nuevo. Y su hijo ha dejado de preguntar por su padre.

Sed, hambre y agua por todos lados

Cuando llegó la noticia de que los nueve hombres estaban en Florida, decenas de jóvenes, hombres y mujeres, del barrio donde vivían en Camagüey comenzaron a construir balsas.

Individuos que vendían pan en las esquinas o que manejaban bicitaxis desaparecieron repentinamente. Las explicaciones que dan sus familiares son casi siempre las mismas: se fueron a Estados Unidos.

Yoanni Guerra Garrido, de 35 años, formaba parte del grupo de Cárdenas, pero desistió de zarpar en el último momento. Desde entonces, ha intentado irse por mar tres veces.

Guerra calcula que unas 200 personas de Porvenir, un barrio de calles polvorientas con unas 1.500 viviendas, han tratado de irse en balsas. Agregó que unos 40 lograron llegar a Estados Unidos.

"Los viran (devuelven)", expresó, aludiendo al resto. "Hay otros que, a lo mejor, están desaparecidos".

Balsas vacías son a veces encontradas en el estrecho de la Florida, un indicio de que sus ocupantes habrían perecido. Cuando son rescatados, los guardacostas las destruyen.
Balsas vacías son a veces encontradas en el estrecho de la Florida, un indicio de que sus ocupantes habrían perecido. Cuando son rescatados, los guardacostas las destruyen.

En uno de sus intentos, Guerra y su esposa fueron pillados por la policía. En otros dos, su embarcación se rompió en el mar, una vez muy cerca de Bahamas. Él y su esposa fueron rescatados y devueltos a Cuba.

"Es triste y difícil", manifestó Guerra. "Te da sed, te da hambre, te da miedo porque no ves nada, sólo agua por todos lados. Y no es un barco de verdad, sólo un poco de hierro".

Cada vez que lo ha intentado, Guerra ha sido detenido y él y su esposa fueron multados con $3.000. Guerra afirma que las autoridades cubanas lo hostigan, lo siguen a todos lados, y le dificultan trabajar. Trata de mantener a sus dos hijos criando cerdos.

"Ya no me queda nada", dijo Guerra. "¡Nada!".

"No le dije que la niña estuvo grave"

Olea Lastre, una peluquera de 46 años, espera horas, que parecen días, en la casa azul de hormigón que construyó con su marido. Se mantienen en contacto a través de llamadas telefónicas y correos electrónicos.

Los nuevos puntos Wi-fi y aplicaciones de videoconferencia han acortado un poco la distancia con los que se fueron.
Los nuevos puntos Wi-fi y aplicaciones de videoconferencia han acortado un poco la distancia con los que se fueron.

Antonio Cárdenas, de 50 años, trabajaba en el campo y vendía mercancías en el mercado negro. Ahora le escribe a su esposa mensajes que dicen "eres mi todo" durante los recreos en la planta empacadora de carne que lo empleó en Oregon, donde se radicó con su hijo y un hijastro a través de una agencia de beneficencia.

En junio, su hija Olia Cárdenas, de 18 años, comenzó a sentir fiebre y fuertes dolores de cabeza. Los médicos sospecharon que tenía dengue. Fue hospitalizada y estuvo inconsciente por una reacción alérgica a las medicinas.

Lastre nunca le dijo a su esposo lo grave que había estado la hija.

"Casi se muere", dijo Olea Lastre, moviendo nerviosamente sus dedos por el mantel de la mesa de la cocina. "Pasé por todo eso sola".

En la vejez

En febrero, Olea y otras mujeres de Porvenir, cuyos maridos están en Estados Unidos, contrataron a un profesor para que fuese a la casa dos veces a la semana a enseñarles inglés por cinco dólares al mes. Aprendieron los saludos y algunas frases que podrían ayudarlas a conseguir trabajo.

Pero hay días en los que Lastre teme que jamás volverá a ver a su hijo y a su marido. Tiene pesadillas en las que se imagina que algo terrible les ha sucedido. En esos días, Cárdenas la consuela.

"No te preocupes", le dice por teléfono, "que la vejez la vamos a pasar juntos".

Vea todas las noticias de hoy

EN IMÁGENES: La situación de la basura en La Habana

Devuelven a Cuba a 19 balseros interceptados cerca de Cayo Hueso

Una embarcación de fabricación casera en la que viajaban migrantes cubanos. (Foto: @USCGSoutheast)
Una embarcación de fabricación casera en la que viajaban migrantes cubanos. (Foto: @USCGSoutheast)

La tripulación del guardacostas William Trump, de la Guardia Costera de EEUU (USCG), repatrió a 19 migrantes a Cuba el viernes, interceptados en el mar cerca de Cayo Hueso, Florida, cuando intentaban arribar al país de forma irregular.

Los migrantes fueron avistados el sábado, 13 de abril, por la tripulación de un avión de Control de Aduanas y Protección Fronteriza que notificó inmediatamente a los guardacostas del sector de Cayo Hueso sobre un presunto viaje de migrantes, dijo la USCG en un comunicado de prensa.

“Los inmigrantes que intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos por mar serán descalificados indefinidamente de la política de libertad condicional de inmigración legal para cubanos y haitianos”, dijo el teniente Peter Hutchison, de la División de Cumplimiento del Séptimo Distrito de la Guardia Costera.

Añadió que a los migrantes interceptados en el mar, independientemente de su nacionalidad, no se les permitirá ingresar a territorio estadounidense, y que aquellos que no tengan una base legal para permanecer en el país también serán expulsados.

El Ministerio del Interior de Cuba, por su parte, señaló en un post en su cuenta de X que los migrantes llegaron al Puerto de Orozco, en Bahía Honda, Artemisa.

La devolución de los 19 balseros repatriados por Estados Unidos es la "vigésimo novena operación de retorno de migrantes irregulares desde diferentes países de la región, con 374 personas devueltas", dijo el MININT.

El pasado 13 de abril, otro grupo de balseros interceptado en la misma zona de Cayo Hueso fue repatriado a la isla. Los equipos de la Guardia Costera han devuelto a un total de 367 migrantes a Cuba en lo que va de año fiscal 2024, que comenzó el 1 de octubre de 2023.

"La Guardia Costera y su Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional - Socios del Sudeste seguirán teniendo presencia en el aire y en las aguas para detectar y disuadir a los migrantes de intentar ingresar ilegalmente a los Estados Unidos por mar", subraya la nota.

Los cubanos continúan lanzándose al mar y a las rutas irregulares de Centroamérica pese a las reiteradas advertencias de las autoridades estadounidenses. Un total de 19.571 migrantes procedentes de la isla llegaron a la frontera de EEUU en marzo pasado, la mayoría por los diferentes puntos de la frontera sur y por vía marítima, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU.

Gobierno cubano reconoce crisis profunda con servicio de transporte público (VIDEO)

El transporte público en Cuba transporta actualmente a menos del 50% de las personas que trasladaba hace cinco años, según cifras oficiales. (AP Foto/Ramón Espinosa, Archivo)
El transporte público en Cuba transporta actualmente a menos del 50% de las personas que trasladaba hace cinco años, según cifras oficiales. (AP Foto/Ramón Espinosa, Archivo)

El servicio de transporte público en Cuba ha visto reducidas sus operaciones de traslado de pasajeros en un 50% en los últimos cinco años, en medio del deterioro del parque automotor y la crisis energética, reconoció la semana pasada el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila.

“Estamos en uno de los peores momentos de los últimos años. Estamos trabajando, aproximadamente, con el 50 % de la transportación de pasajeros que teníamos hace cinco años. Diariamente, hace cinco años, en Cuba se transportaban unos 5.8 o 5.9 millones de pasajeros diarios y hoy se están transportando 2.7 millones”, dijo el ministro en el programa Desde La Presidencia, que conduce el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.

Según Dávila, la mitad de las rutas estatales de transporte no tienen un funcionamiento estable. "Una parte de los ómnibus tiene problema de paralización técnica y otra parte tiene problemas de abastecimiento de combustible", explicó.

Esta situación deja a la mayoría de la población con una única opción, utilizar el servicio que ofrecen los porteadores privados, dijo el ministro, y recalcó que una de las principales quejas de las personas se relaciona con los elevados precios de este servicio, que responde, dijo, a la inflación.

El "estado de opinión" de la población también señala, dijo el ministro, que los vehículos estatales no paran en las paradas. "Eso lo hemos enfrentado con reuniones, con sanciones, y tengo que reconocer, presidente, que esa es una temática que no hemos logrado resolver".

Info Martí | “De crisis en crisis”, el podcast de Díaz-Canel
please wait

No media source currently available

0:00 0:02:40 0:00

En cuanto al ferrocarril y la aviación, mencionó que requieren productos de importación para su mantenimiento, y los de producción nacional requieren de materias primas importadas, una cadena de desgracias que termina en la canibalización de los vehículos existentes para el cambio de piezas y componentes dañados.

La génesis del problema está en "la falta del suministro oportuno de piezas de repuesto, un problema largo, viejo, que tenemos en Cuba, que hacemos las inversiones en los medios de transporte, sin embargo, no logramos sotener el mantenimiento", señaló.

Dávila mencionó, además, que las necesidades del sector no se cubren con el ingreso por cobro de pasajes, ni con lo que aporta el presupuesto nacional. "¿Cómo resolver lo de las tarifas, si no podemos incrementar más las tarifas a la población? ¿Como resolver si el presupuesto no alcanza para mantener la infraestructura?", se cuestionó. Añadió que el costo del combustible abarca un 20% de la operación del sector.

Una de las medidas del "paquetazo" económico, cuya entrada en vigor fue detenida en febrero pasado tras expresiones de descontento popular, prevé el aumento de las tarifas del transporte estatal. Díaz-Canel intentó explicar en el programa, con algunos ejemplos de exenciones, que la proposición de aumento de tarifas no afectará el bolsillo de sectores vulnerables de la población.

También en el área de transportación de cargas han ocurrido afectaciones considerables, operando actualmente a “la mitad” que hace dos o tres años, apuntó el ministro.

Díaz-Canel, por su parte, señaló que la crisis con el transporte repercute en todos los sectores de la economía y afecta la vida diaria de la población en "aspectos tan sensibles" como la distribución de los productos de la canasta básica que el estado vende en la red de bodegas estatales.

El gobernante cubano, que suele culpar de las dificultades nacionales a las sanciones económicas de Estados Unidos a la isla, atribuyó nuevamente el problema al "recrudecimiento del bloqueo" y la "persecución energética". También mencionó los efectos negativos de la "crisis global" y la pandemia de Covid-19 sobre el sector.

Sobre las posibles soluciones a la crisis del transporte, Dávila mencionó, sin agregar detalles, que se trabaja en "el ensamblaje en Cuba de ómnibus" y en programas centrados en el uso de energías renovables, como la implementación de ómnibus y triciclos eléctricos. Tanto Díaz-Canel como el ministro apuntaron que la ayuda solidaria de algunos países y de organizaciones como Naciones Unidas puede ayudar en la materialización de esos programas.

Dávila habló también de una "actualización en la política de comercialización de vehículos en Cuba, algo que ha sido también una petición de la población y que creemos que va a traer un impacto importante", y del impacto de la inversión extrajera en la recaudación de divisas para el sector.

En febrero pasado, EEUU exportó a Cuba más de 5 millones de dólares en vehículos nuevos y de uso. Según un informe del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, los vehículos nuevos sumaron 4.983.708 dólares y los usados 109.500. A ello se suman 2.881 en vehículos de propósito especial; 21.895 en camiones eléctricos autopropulsados, 30.000 en montacargas y 245.797 en palas cargadoras frontales.

El cambio de 360 pesos cubanos por un dólar enciende las alertas

Los funcionarios cubanos han mencionado como prioridad "el redimensionamiento del mercado cambiario" pero hasta el momento no se han mencionado detalles de ese proceso.
Los funcionarios cubanos han mencionado como prioridad "el redimensionamiento del mercado cambiario" pero hasta el momento no se han mencionado detalles de ese proceso.

La Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) que elabora la publicación elTOQUE activó en las últimas horas una alerta de inestabilidad porque la moneda estadounidense subió de 355 a 360 pesos cubanos.

Cuba tiene tres tipos de cambios efectivos. El Gobierno mantiene una tasa fija de 24 pesos por dólar; una tasa discrecional de 120 pesos utilizada, por ejemplo, para los precios de los turistas y la gasolina, entre otros, y luego una informal.

El ascenso de las últimas horas representa un cambio brusco e inesperado en comparación a la tendencia de los últimos 20 días, por ello se activó la alerta.

La herramienta de monitoreo, a la que el régimen de Cuba ha intentado desacreditar en numerosas ocasiones, se alimenta -como han dicho sus creadores- a partir de los anuncios de compra y venta de divisas en grupos de redes sociales y sitios de clasificados.

El mes pasado el economista cubano Pavel Vidal había pronosticado que el peso cubano se depreciaría entre un 5% y un 9% cada mes, por el déficit fiscal récord, una caída de la producción y la ausencia de un programa de estabilización y reformas de amplio alcance.

Los funcionarios cubanos han mencionado como prioridad "el redimensionamiento del mercado cambiario" pero hasta el momento no se han mencionado detalles de ese proceso.

"Con mi jubilación de un mes compro medio cartón de huevos"

Pañales, cigarrillos y huevos en venta en una casa de La Habana. La inflación continúa en aumento por segundo mes consecutivo, una jubilación no alcanza para comprar un cartón de huevos.
Pañales, cigarrillos y huevos en venta en una casa de La Habana. La inflación continúa en aumento por segundo mes consecutivo, una jubilación no alcanza para comprar un cartón de huevos.

El sociólogo y escritor Dimas Castellanos contó esta semana a Martí Noticias que el dinero de su jubilación apenas le alcanza para comprar medio cartón de huevos, debido a la gran inflación que hay en el país.

"Yo tengo la jubilación más baja, gano 1528 pesos mensualmente y ya eso apenas me alcanza para comprar la mitad de un cartón de huevo (15 unidades)", dijo.

Dimas apuntó que en los últimos días ese precio incluso ha subido. "La vida se encarece cada día más para los cubanos. Los precios de los productos están más altos y en la isla se está produciendo menos alimentos".

El escritor cree que los gobernantes "tienen que saber lo que el pueblo está pasando, lo que el pueblo está sufriendo, el hambre que se está pasando, cómo va creciendo la miseria, ante una indolencia total".

La inflación alcanzó el 33,17% en marzo, un 1,09% más que en febrero, según los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicados por la estatal Oficina de Estadísticas e Información (ONEI).

El economista Pedro Monreal en un hilo en X opinó que esta aceleración por segundo mes consecutivo se debe en parte al aumento de precios de los combustibles aplicado en marzo, "pero el alza de precios continúa explicándose principalmente por el creciente precio de los alimentos".

"El incremento de precios de los alimentos sigue liderando, por amplio margen, el aumento general de los precios al consumidor. Explica más del 50%. Sin aumento de oferta de alimentos es difícil asumir que se reduciría sustancialmente la inflación en Cuba", señaló el analista.

El salario no alcanza para comer en Cuba
please wait

No media source currently available

0:00 0:01:55 0:00

Para el escritor y periodista Ernesto Pérez Chang, en la isla hay evidencia "irrefutable de que Cuba se hunde en una nueva fase crítica del Período Especial".

"Más de la mitad de la población de la Isla continúa viviendo con menos de un dólar diario o, en el común de los hogares de obreros e incluso de trabajadores profesionales altamente calificados, hace más de dos décadas que desayuno, almuerzo y cena se fusionaron en un solo bocado como único milagro del día", escribió en uno de sus artículos en Cubanet.

"Nos adentramos en una crisis profunda, probablemente insalvable, que para muchos sobrevivientes de la anterior, hoy en la tercera edad o camino a ella, será mortífera como lo fue para miles de cubanos en esos infernales años 90", opinó Pérez Chang.

Así mismo opinó, en entrevista con Martí Noticias, el periodista Boris González Arenas, quien consideró que tanto la inflación como los bajos salarios terminan "en hambre y en víctimas mortales de personas que con enfermedades sencillamente no tienen cómo sobrevivir".

El gobernante Miguel Díaz-Canel dijo el mes pasado en una reunión con funcionarios del Ministerio de la Industria Alimentaria que las familias gastan más del 70% de sus ingresos en comprar comida.

"Pero ese mismo análisis que se hace desde el punto de vista teórico, lo está haciendo cada familia a la hora de su comida, que cada vez es peor", explicó Dimas.

(Con reportaje de José Luis Ramos para Martí Noticias)

Cargar más

XS
SM
MD
LG